Leguina coloca como secretaria a su mujer en el puesto que le creó Ayuso
Fue nombrado por el PP como presidente de la Cámara de Cuentas y cobra más que el presidente del Gobierno.
Lucinda Álvarez Molinero, la mujer del expresidente madrileño Joaquín Leguina, fue contratada por la Cámara de Cuentas de Madrid un día después de que el exsocialista comenzara a presidir dicho órgano, el pasado 19 de abril.
Concretamente, la mujer del presidente de la Cámara de Cuentas ocupará el cargo de jefa de la Secretaría de Presidencia donde ostenta las "funciones propias de secretariado de alto cargo".
Leguina, de 83 años, defendía en eldiario.es colocar a su esposa en un puesto del organismo que preside y lo enmarca en ser "traslado" y no un enchufe. "Es la secretaria que he tenido toda mi vida y espero seguir teniéndola", se justificaba al respecto.
Licenciada en Filología Hispánica por la Autónoma de Madrid, Álvarez Molinero comenzó su trayectoria profesional a finales de los 80 como colaboradora en el Gabinete de Estudios, Planificación y Organización de esa universidad. Más adelante, entre el año 2000 y 2015, ejerció como secretaria personal del ex presidente de la Comunidad de Madrid.
Entre 2016 y 2021 fue secretaria de los consejeros de Transportes, Vivienda e Infraestructuras y de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid. Su último destino fue como secretaria del actual consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco.
Leguina, en un puesto creado para él donde cobra más que el presidente del Gobierno
Leguina llegó a dirigir la Cámara de Cuentas gracias a la mayoría absoluta del PP. Para ello modificaron los estatutos de este organismo público eliminando la mayoría de dos tercios necesarios hasta ahora para la elección de los consejeros de la Cámara de Cuentas asegurando su elección.
Allí cobrará 100.556.52 euros al año durante los seis años que, como mínimo, va a estar en el cargo. Se trata de un salario que supera en 17.577 euros al sueldo del presidente del Gobierno.
Cuando fue nombrado, aseguró que no lo hacía por dinero dado que tenía una buena pensión y que se enterará "más a fondo" de cuál será su labor al no conocer del todo bien el organismo.
Su nombramiento se produce año y medio después de que el PSOE suspendiera de militancia a Leguina tras un expediente de expulsión abierto tanto a él como a Nicolás Redondo en 2021 porque entendían que había pedido el voto para Isabel Díaz Ayuso en los comicios de 2021.
El 18 de abril, el mismo día en el que se hacía efectivo su nombramiento, Leguina demandó al PSOE y pidió una indemnización por su expulsión del partido en 2022.