Las solicitudes de eutanasia crecen un 33% en 2023
1.515 personas lo han solicitado desde 2021 y 697 la han practicado.
Desde la entrada en vigor de la ley que regula la eutanasia en junio de 2021 hasta el 31 de diciembre de 2023, se han atendido 1.515 solicitudes de prestación de ayuda para morir: 173 durante 2021, 576 en 2022 y 766 en 2023, esto supone un aumento del 32,9 por ciento en el último año y hasta un 342 por ciento desde su puesta en marcha.
Estos datos se desprenden del último informe de evaluación anual 2023 sobre la prestación de ayuda para morir en España dado a conocer este jueves por el Ministerio de Sanidad. En el se señala que de las 766 solicitudes recibidas el pasado año, el 76 por ciento fueron aceptadas, así las prestaciones realizada fueron 334; de las 188 denegadas, se presentaron 78 reclamaciones, 32 de las cuales fueron resueltas favorablemente.
Concretamente desde 2021 se han realizado un total de 667 prestaciones de eutanasia, 75 en 2021, 288 en 2022 y 334 en 2023; Así, iniciadas como primera solicitud se ha pasado de 72 el primer año a 459 el pasado años, mientras que mediante el documento de instrucciones previas de 3 recogidas en 2021 a 22 en 2023.
De las solicitudes aceptadas en 2023, 21 fueron revocadas por los usuarios y 33 aplazadas; 190 solicitantes fallecieron durante el proceso, con un tiempo promedio de 30 días entre la solicitud y el fallecimiento.
Mientras que por CCAA: el mayor número de solicitudes provino de Cataluña (219 de las que se realizaron 94), Madrid (89, se realizaron 35), Canarias (62, se realizaron 25), País Vasco (58, se realizaron 47), Comunidad Valenciana (56, se realizaron 26), Andalucía (43, se realizaron 24), Galicia (41, se realizaron 17) y Baleares (37, se realizaron 12).
Le sigue: Asturias (33, se realizaron 9), Castilla-La Mancha (28, se realizaron 9), Castilla y León (27, se realizaron 12), Navarra (24, se realizaron 10), Aragón (22, se realizaron 5), Cantabria (19, se realizaron 3), La Rioja (4, se realizaron 2) y Murcia y Extremadura (2, se realizaron en ambos casos el 100% de las peticiones).
En cuanto al perfil del solicitante, señala que es el de una persona solicitante entre 70 y 79 años (28%). Desgranado por edades, 7 pertenecen a personas menores de 30 años, 19 personas tenían entre 30 y 39 años, 57 personas estaban entre los 40 y 49 años, 106 entre 50 y 59 años, 181 personas entre 60 y 69 años, 215 entre 70 y 79 años y 181 de ellas fueron mayores de 80 años.
Respecto a las enfermedades, la mayoría eran personas con enfermedad oncológica (35%) o la neurológica (35%), y otras 49 (6%) pluripatología orgánica severa. Además, hay otras 24 (3%) registradas como enfermedades respiratorias, 13 (2%) como cardiológicas y 105 (14%) como otras enfermedades no especificadas. No constan datos en 38 solicitudes (5%).
Todas ellas en situación de gravedad, y si bien, la mayoría de ellas poseen capacidad de hecho al inicio de la solicitud (95%), un 15% estaban en riesgo inminente de perder dicha capacidad. El procedimiento comienza con una primera solicitud, presentada por escrito y en presencia de un profesional sanitario y, en ese momento, el demandante debe tener plenas capacidades.
En menos de 70 días se resuelve el proceso
En relación con el tiempo transcurrido desde la solicitud hasta la realización de la prestación de ayuda para morir, ha sido de 67 días de media con una mediana de 54,2 días. Mientras que un 25% de las personas solicitantes fallecieron antes de resolverse su solicitud.
El tiempo medio desde la solicitud hasta el fallecimiento fue de 30 días, y se realizó en el ámbito de la Atención Primaria y de la sanidad pública. En cuanto al lugar donde se realizó la prestación, el 47% de las veces tuvo lugar en el hospital, mientras que el 44% se llevó a cabo en la residencia o domicilio del paciente.
El número de personas que cambian de opinión, es decir, que revocan la prestación es mínimo ya que no supera el 3 por ciento; el número de personas que solicitan aplazar la aplicación de la eutanasia una vez aprobada la solicitud también es muy pequeño ya que supone un 4 por ciento del total.
Mientras, el número de solicitudes denegadas fue del 24 por ciento, de las que, tras las correspondientes reclamaciones ante la Comisión de Garantía y Evaluación de Eutanasia (CGyE) correspondientes, fueron estimadas favorables más de la mitad de las reclamadas (58%).
91 personas han donado sus órganos desde 2021
En la mayoría de los casos, el 95% de las personas, prefirieron que la medicación fuera administrada por el equipo sanitario en lugar de ser administrada por ellas mismas. Tan solo en 18 ocasiones se registró la modalidad 2 o autoadministración intravenosa, se sabe que en 16 casos fue intravenosa y no oral.
Este año, un 12,5 por ciento de los solicitantes se acogieron al programa de donación de órganos de acuerdo con el protocolo específico establecido; en total 42 personas, el mismo número que el pasado año. El primer caso tuvo lugar en agosto de 2021, a lo largo de ese año, se registró un total de 7 donaciones.
Desde agosto 2021 hasta diciembre 2023, estas donaciones, altruistas y respetando siempre la última voluntad de la persona solicitante, han permitido que 250 personas hayan recibido el trasplante que necesitaban, incluyendo trasplantes combinados (más de un órgano).