Las anécdotas del 21-A: esta vez son los candidatos los que dan el cante
No es usual, pero esta vez los políticos están protagonizando las curiosidades de la jornada electoral a base de despistes, nervios y complicaciones.
La jornada electoral de este 21 de abril en el País Vasco está siendo de las más tranquilas que se conocen. Después de que la última convocatoria, hace cuatro años, estuviera marcada por el coronavirus y el miedo, ahora las aguas han vuelto a su cauce y las cosas van como deben, tranquilas y sin incidencias.
Los colegios y las mesas han abierto con normalidad, un "éxito", dice el Gobierno vasco, que no ha dado cuenta siquiera de falta de personal por ausencias, un clásico en las elecciones.
En un día que es como una balsa de aceite, han venido los políticos a echar sal, protagonizando las anécdotas del día, algo que no suele ser lo común. Despistes, olvidos, confusiones... ha habido un poco de todo.
El caso más llamativo ha sido el de la candidata de Sumar a la Lehendakaritza, Alba García, que directamente se ha olvidado del voto en casa. Ha acudido a su colegio electoral en el barrio de Deusto, en Bilbao, acompañada de sus padres y sus colaboradores, ha entrado risueña y feliz, ha presentado su DNI a los miembros de la mesa y, cuando han visto que todo estaba en orden, le han pedido su correspondiente sobre pero... ¿y dónde estaba el sobre? Pues en casa.
La candidata, la más joven de este 21-A y que estrena la candidatura de Sumar en la comunidad, pudo resolver pronto el fallo: llevándose las manos a la cabeza y riendo, ha ido a la mesa anexa y ha elegido su propia papeleta, la ha metido en su sobre y ha votado, al fin. Más tarde, hablando con la prensa, ha reconocido que todo ha sido fruto de los nervios.
Miren Gorrotxagi, la candidata de Podemos, también ha tenido problemas, pero esta vez se los han buscado en el colegio electoral al que ha acudido a votar con sus dos hijos, en Durango (Bizkaia). Al parecer, no lograba localizar la mesa donde tenía que hacerlo: todas ellas estaban repartidas en dos zonas, el comedor y el gimnasio, y ha tenido que ir dos veces a cada zona porque le decían que le tocaba en uno u en otro. A la cuarta, ha ido vencida, pero con 20 minutos de retraso y con la ayuda de los voluntarios, a los que ha dado las gracias.
"¿No estoy aquí? ¿Será allí? Es con 'ch'...", iba diciendo consultando lista a lista. "No me quieren dejar votar, ¿eh? Es sospechoso ja ja, sería inédito", comentó ante la prensa, entre la broma y los nervios. "La candidata se llevó una sorpresa cuando le confirmaron que habían euskaldunizado el apellido: con 'tx' y sin 'gui'. ¡Ah, perfecto, perfecto'", relata El Correo.
También ha tenido lo suyo el candidato de EH BIldu, Pello Otxandiano. Ha ido a votar en su centro, el colegio Público de Otxandio, su pueblo, cuando se ha visto rodeado de seguidores que lo vitoreaban y aplaudían. Tímido como se ve el aspirante a lehendakari, cruzaba como podía por ese paseíllo de correligionarios. Puede que los nervios del día, la emoción de semejante recibimiento y la enorme presencia de la prensa lo despistaran un poco, el caso es que se le olvidó tener preparado el DNI junto a su sobre, lo que provocó las risas de los presentes. Sin más, Otxandiano lo sacó del bolsillo y todo quedó en nada.
Más allá de los candidatos, apenas se ha sabido ninguna curiosidad de los ciudadanos que están votando este domingo. Una señora, en Aranbizkarra, ha echado el DNI en la urna junto con su papeleta, por error. Por suerte, uno de los integrantes de la mesa era su vecino, por lo que le ha dicho que le devolverá el carné más tarde.
Otro señor ha ido a votar descalzo a Gataka, por motivos desconocidos, y otro más se ha olvidado el bastón en Vitoria, tras la cortinilla.
Además, en Vitoria, en el centro cívico Iparralde, se ha producido un pequeño incidente con las tarjetas de identificación de los apoderados. Bildu, Vox y Sumar han tenido que recortar las acreditaciones porque no cumplen la normativa de 10 × 10 centímetros. Arreglado, todo ha seguido con normalidad.