La última burla de Carles Puigdemont: una saga/fuga de 7 años dando esquinazo a la ley
El expresident vuelve a España para darse un fugaz baño de masas y boicotear la investidura de Salvador Illa, antes de fugarse por segunda vez en siete años.
Es viernes, 9 de agosto. Se cumplen 24 horas desde que Carles Puigdemont, expresident de Catalunya y líder de Junts, aparecía en el centro de Barcelona para darse un baño de masas ante miles de seguidores. Mientras, a poco más de un kilómetro, el Parlament ponía en marcha una larga sesión de investidura que, después de múltiples interrupciones y diez horas de debate, proclamaba a Salvador Illa nuevo presidente de la Generalitat.
Un pleno al que han acudido todos los diputados que, en las elecciones del pasado mes de mayo, obtuvieron un escaño. Todos menos Puigdemont, que en un vídeo publicado hace unas semanas, prometía a sus fieles que volvería a España para participar y votar en el debate de investidura de Salvador Illa, a pesar de la orden de detención que pesa sobre él y que los Mossos habían preparado un amplio dispositivo para detenerlo en cuanto se presentase en el Parlament, en el parque de la Ciudadela. El Tribunal Supremo español le reclama por un delito de malversación, tras negarle la aplicación de la amnistía, pero el exmandatario catalán ha logrado eludir de nuevo a la justicia.
“Mi obligación es ir al Parlament si hay debate de investidura. Yo debo estar ahí y solo un golpe de Estado podrá impedirme estar", ha dicho Puigdemont por activa y por pasiva. “No habrá más campañas electorales en el exilio. Las próximas campañas electorales serán allí, y yo estaré, caiga quien caiga y pese a quien le pese”, llegó a decir.
Sin embargo, después de desaparecer a la vista de todos en su regreso a España, pocos son los que conocen el paradero de Carles Puigdemont. El abogado del expresidente de la Generalitat, Gonzalo Boye, aseguraba este jueves por la noche que el líder de Junts "se ha ido a su casa, como hace todo el mundo cuando termina de trabajar", sin precisar si se refiere al domicilio en el que reside desde hace casi 7 años en Bélgica. Así lo ha expresado a las puertas de la Ciutat de la Justícia, donde ha asistido jurídicamente al segundo de los dos mossos detenidos en el dispositivo policial para localizar al expresidente.
Una fuga de 7 años que ha eludido la ley
La fuga de Carles Puigdemont a Europa comenzó hace siete años, cuando, después de la declaración unilateral de independencia de Cataluña decidió huir del país en el maletero de un coche. Desde entonces, su periplo europeo ha estado marcado por fugas y citas en los juzgados de varios países, con una constante: eludir la acción de la justicia española.
El 1 de octubre de 2017 es el punto de partida de la saga/fuga de de Carles Puigdemont, cuando el entonces president de la Generalitat, convocó un referéndum independentista que desató la crisis institucional más grave de la democracia española. Días después, el 27 de octubre, el Parlament aprobó la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) de Cataluña. En respuesta, el Gobierno de Mariano Rajoy aplicó el artículo 155 de la Constitución, interviniendo la autonomía catalana y cesando a todo el Govern.
Escondido en un maletero, Puigdemont huyó a Bruselas el 29 de octubre de 2017 para evitar su detención y procesamiento en España. Desde entonces, su vida ha sido una sucesión de idas y venidas por diferentes países europeos, donde ha conseguido sortear varias órdenes de captura emitidas por la justicia española.
En todos estos años, sin embargo, Puigdemont ha sido detenido varias veces, como ocurrió en marzo de 2018 en Alemania o en septiembre de 2021 en Cerdeña, Italia. Sin embargo, en cada caso, consiguió salir en libertad gracias a subterfugios legales y a la falta de un delito equiparable al de rebelión en los códigos penales europeos.
El pasado 21 de marzo de 2024, Puigdemont anunció en Elna, Francia, su candidatura a las elecciones catalanas del 12 de mayo como cabeza de lista de JuntsxCat. Aunque su formación quedó en segundo lugar, con 35 escaños, el expresidente insistió en que su lucha por la independencia continuaba. Unos meses después, publicaba el vídeo donde anunciaba su vuelta a Cataluña, que se ha hecho realidad con un fugaz baño de masas en el centro de Barcelona para desaparecer, como un mago, en su segunda fuga en 7 años.
El paradero actual de Puigdemont es incierto. A pesar del amplio operativo policial desplegado por los Mossos d'Esquadra en Barcelona, algo que provocó un caos en el tráfico de la ciudad, el expresident ha logrado escabullirse una vez más. Las únicas detenciones relacionadas con la fuga han sido las de dos agentes de los Mossos, acusados de haberle ayudado en su huida. La historia de Puigdemont sigue siendo, hasta el momento, una saga de fugas y subterfugios legales que desafían a la justicia española.
