La traición de EEUU deja tiritando al ejército español
El Ejército necesita más tropas, pero el aumento del gasto militar hasta el 2% del PIB sigue en el aire.

El Ministerio de Defensa ha dejado claro que el aumento del número de efectivos de las Fuerzas Armadas no es una opción, sino una necesidad. Ante la previsión de que el gasto militar alcance el 2% del PIB de España, el Gobierno ha decidido mover ficha. Así lo indica el Real Decreto 198/2025, publicado el pasado miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE), donde se justifica el refuerzo del personal para hacer frente a amenazas actuales, en auge, como son la ciberdefensa o el fortalecimiento de las capacidades operativas y tecnológicas del Ejército del Aire y del Espacio.
Tal y como señala el decreto del Ministerio de Defensa, este incremento en el número de las tropas del ejército español responde también, según Economía Digital, a la "creciente demanda de personal de las estructuras de mando y control, tanto nacionales como de las organizaciones internacionales a las que pertenece España (UE y OTAN), que no pueden ser ajenas a la actual coyuntura geopolítica", indica un decreto en el que, además, se subraya que su anuncio también responde a la necesidad de enfrentarse a un contexto geopolítico cambiante.
"Las previsiones presupuestarias que apuntan hacia un 2% del PIB dedicado a la Defensa recomiendan planificar un escenario de recursos humanos superior al actual", recoge la publicación del ministerio que dirige Margarita Robles. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reafirmado su compromiso de alcanzar ese umbral antes de 2029, aunque ni en el seno del Gobierno ni entre los socios de legislatura todos están muy convencidos.
Sumar, ERC y Podemos han dado buena muestra de sus reticencias a la subida del gasto militar en España, algo que podría poner palos en las ruedas a la estrategia de Defensa. La consultora NITID Corporate Affairs, según el citado medio, ha calculado que, para llegar a los 29.005 millones de euros que le reclaman a España para cumplir en inversión militar, el Gobierno tendrá que hacer ajustes presupuestarios que no serán fáciles de digerir.
El PP pisa el acelerador
El Partido Popular, en cambio, lo tiene muy claro. En su programa electoral de 2023, la formación de Alberto Núñez Feijóo apostó sin titubeos por reforzar las Fuerzas Armadas. De hecho, se comprometió a elevar el número de efectivos hasta los 140.000 militares y a impulsar un nuevo modelo de reserva militar voluntaria para fortalecer las capacidades operativas del ejército.
Mientras el debate político en España sigue al rojo vivo, el Ministerio de Defensa ya ha puesto en marcha algunos cambios y, a partir de este año, los nuevos reclutas tendrán que someterse a un periodo de adaptación más largo. Hasta ahora, tenían dos semanas para aclimatarse a la vida militar, pero el Gobierno ha decidido que ahora se amplíe a tres, después de detectar que muchas bajas se producían justo después de ese periodo inicial. Una medida con la que se espera reducir el número de abandonos y, ya de paso, mejorar la retención de personal.
El mayor obstáculo, sin embargo, está fuera de las fronteras españolas: Estados Unidos. La confianza que tiene el Gobierno de Pedro Sánchez y el ministerio de Margarita Robles en que el refuerzo militar se sostenga con el respaldo de Washington podría convertirse en un grave error. Mientras España planea aumentar su gasto en Defensa, la Casa Blanca ha comenzado a dar señales de que su prioridad es reducir compromisos con aliados europeos, lo que dejaría a las Fuerzas Armadas españolas en una situación delicada.
La dependencia de Washington en materia de Defensa sigue siendo un punto crítico y cualquier volantazo en su política exterior podría repercutir directamente en la estrategia española. Si la Casa Blanca decide recortar su apoyo o desviar su atención a otros frentes, España podría verse obligada a asumir en solitario un gasto que, de momento, ha recibido el respaldo de la OTAN y el Pentágono. Un revés que pondría en duda la viabilidad del plan de refuerzo de las Fuerzas Armadas y descolocaría al Gobierno en plena reconfiguración.