La patronal rechaza la última propuesta de Trabajo para rebajar la jornada laboral

La patronal rechaza la última propuesta de Trabajo para rebajar la jornada laboral  

Trabajo remitió la propuesta definitiva a la patronal hace unas semanas.

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi durante su intervención en el Foro Forbes Summit Reinventing Spain.EFE/JJ Guillén

La patronal se cae del acuerdo para reducir la jornada laboral de 38,5 horas este año, y a 37,5 horas en 2025. "El Comité Ejecutivo extraordinario de CEOE ha rechazado por unanimidad la propuesta del Ministerio de Trabajo de reducción legal de la jornada laboral", han confirmado desde CEOE y Cepyme en un comunicado.

De esta forma, el próximo 11 de noviembre comunicarán, reunidos con la titular de Trabajo Yolanda Díaz que no aceptan la propuesta definitiva. De esta forma, y tal y como ocurrió hace 40 años, los representantes de los empresarios no avalarán la reforma.

Una cuestión que complica, aún más, que esa reducción de la jornada laboral pueda aprobarse en el Congreso de los Diputados.

La patronal considera que "no pueden apoyar" que se modifiquen "cuestiones que son materia propia de los convenios colectivos, como la reducción de jornada, y que, de hecho, ya se están pactando de forma bilateral en los convenios" porque creen que "supone una intromisión en la autonomía de la negociación colectiva, consagrada en el artículo 37.1 de la Constitución".

De hacerse, dicen, se "aboca a muchas empresas, especialmente a pymes y autónomos, a una reorganización forzada que pondrá al límite su capacidad de organización interna y su supervivencia".

A este respecto, Trabajo ya había planteado medidas compensatorias a pymes como bonificar las cotizaciones de la nuevas contrataciones que hubiera que hacerse al reducir la jornada. También se planteó dar ayudas económicas directas de hasta 6.000 euros para empresas de menos de cinco trabajadores en el comercio, la hostelería, la peluquería, la limpieza y la agricultura.

La propuesta del Gobierno mantiene también las 80 horas extras anuales, da flexibilidad a las empresas para que esta reducción se haga en el cómputo anual y refuerza el registro horario para que las sanciones de los incumplimientos se hagan por cada trabajador y no por empresa.

También está sobre la mesa, y la propia Díaz reconoce que es uno de los principales escollos en la negociación, que el registro sea digital y no controlado por las empresas sino directamente por la inspección.

Ahora, será el Ministerio de Trabajo con los sindicatos los que deberán negociar esta rebaja de la jornada laboral, aunque tiene complicado tener luz verde en el Congreso ya que, dada la ajustada mayoría parlamentaria, todo depende de algún apoyo de Junts, PNV o el PP, que condicionaron los apoyos a la patronal.