La Guardia Civil sigue buscando el arma que mató a Mateo: ¿qué pasa si no se encuentra?

Tras la detención del presunto asesino del niño Mateo, la Guardia Civil centra sus esfuerzos este martes en encontrar el arma blanca que el joven de 20 años utilizó para cometer el crimen el pasado domingo en una campo de fútbol del polideportivo de Mocejón (Toledo).

A lo largo de este lunes, en las horas posteriores al arresto, diversas dotaciones de la Guardia Civil rastrearon el canal de riego cercano al pueblo, que discurría con caudal y ahora ha sido vaciado. Los investigadores sospechan que el joven pudo arrojar el arma al agua en su escapada, que habría sido a pie y no en coche como en un principio se señaló.

Dos agentes inspeccionaron durante toda la tarde el canal con sus manos, si bien en la búsqueda también se ha utilizado una máquina que extrae el barro del fondo (el cauce era de un palmo de agua embarrada) y tiene un imán para detectar objetos metálicos.

Pese a los esfuerzos, la delegada del Gobierno en Castilla - La Mancha, confirmaba este martes en una rueda de prensa que el arma blanca todavía no se había encontrado y la Guardia Civil ha pedido colaboración ciudadana para dar con el cuchillo.

El instituto armado ha recordado en un comunicado el teléfono de urgencias (062) y la existencia de la aplicación de móvil gratuita 'Alertcops' para que ante cualquier eventualidad puedan ponerse en contacto con los cuerpos de seguridad del Estado.

En esta búsqueda, la Guardia Civil cuenta con el apoyo del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de Valdemoro (Madrid) y el Grupo de Apoyo Operativo (GAO), mientras que la autoridad judicial tiene declarado secreto de actuaciones.

Encontrar el arma es esencial para proseguir con la investigación y encontrar más evidencias que relacionen al sospechoso detenido con el asesinato, aunque éste ya haya confesado su culpabilidad en una declaración en la que habría apuntado que vivió el ataque como si estuviera jugando a un videojuego. "No sé... En plan, como otra persona", dijo. En dicha declaración, el asesino deliraba al hablar y no tenía un discurso coherente. 

El arma homicida se considera un elemento primordial para la construcción de la historia y, junto con las pruebas de ADN y las huellas dactilares, constituye una de las evidencias más claras que los tribunales tienen en cuenta a la hora de resolver un caso.  Aunque no sea absolutamente imprescindible para dictar sentencia, cuando no aparece resulta más difícil esclarecer un crimen. Sobre todo teniendo en cuenta que el presunto asesino podría más adelante negar su autoría durante el proceso judicial.

En España, la ley de Enjuiciamiento Criminal exige en su artículo 284: "Si hubieran recogido armas, instrumentos o efectos de cualquier clase que pudieran tener relación con el delito y se hallen en el lugar en que éste se cometió o en sus inmediaciones, o en poder del reo o en otra parte conocida, extenderán diligencia expresiva del lugar, tiempo y ocasión en que se encontraren, que incluirá una descripción minuciosa para que se pueda formar idea cabal de los mismos y de las circunstancias de su hallazgo, que podrá ser sustituida por un reportaje gráfico. La diligencia será firmada por la persona en cuyo poder fueren hallados".