Isabel Rodríguez comparece este miércoles en el Congreso con la crisis de la vivienda como principal riesgo de la legislatura
La ministra de Vivienda acude tras una solicitud de ERC, EH Bildu y BNG "para dar explicaciones en relación con la inacción del Gobierno y la falta de medidas tendentes a posibilitar el acceso de la ciudadanía a una vivienda digna".
“¿Qué piensa hacer?” Es la primera pregunta con la que se topará este miércoles la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, a su llegada al Congreso. Una cuestión concisa pero colmada de intención, más si quien la formula es el diputado de ERC Gabriel Rufián. Con todo, el momento más difícil llegará después del turno de preguntas al Gobierno, también tras las interpelaciones urgentes, cuando la ministra tendrá que comparecer ante el hemiciclo a petición de ERC, EH Bildu y BNG, que solicitaron su aparición después de que Rodríguez apelase a la solidaridad de los caseros.
La ministra de Vivienda llega al Congreso en su peor momento, con todos los puentes rotos con las organizaciones sociales como los sindicatos de inquilinos y con los socios del PSOE, tanto de Gobierno como de investidura (menos Junts, claro), denunciando la “inacción” de su Ministerio. No en vano, si ERC, EH Bildu y BNG solicitan su presencia es “para dar explicaciones en relación con la inacción del Gobierno y la falta de medidas tendentes a posibilitar el acceso de la ciudadanía a una vivienda digna”.
Si desde el Sindicato de Inquilinas de Madrid, por ejemplo, aseguran que “se acabó el tiempo de los políticos” y ya reclaman su dimisión, su compañera en el Gobierno Yolanda Díaz decía esta mañana que, “sinceramente”, creía que no se estaba haciendo lo suficiente para solucionar la crisis de la vivienda. “¿A quién le damos tranquilidad, a los fondos de inversión que se adueñan de las ciudades o a las familias españolas?”, se preguntaba Díaz en una entrevista.
Rodríguez llega a esta comparecencia después de un año repleto de controversias, desde aquel “hay negocio” al pedir a los promotores privados que participasen de la oferta de alquiler hasta la ya mencionada apelación a la “solidaridad” de los caseros para que estos sean quienes, de manera altruista, bajen el precio del alquiler. Hasta ahora no ha funcionado. Y esto solo respeto a las declaraciones, pero es que tampoco las medidas que ha tomado su Ministerio han suscitado grandes apoyos.
Hace unos días, en respuesta a la marcha de los inquilinos en Madrid, el Ejecutivo anunció otra edición del Bono Alquiler Joven y un reglamento para, en principio, luchar contra el fraude de los alquileres de temporada. Ni una cosa ni la otra servirán, al menos no lo ven así sus socios ni los sindicatos de arrendatarios. Más dinero para los rentistas, dicen de lo primero, que además apenas llega a un pequeñísimo porcentaje, y solo un portal web sin régimen sancionador, consideran de lo segundo. Humo, resumen en líneas generales.
Desde el Gobierno y en concreto desde Vivienda tratan, por su parte, de desviar las miradas hacia las Comunidades Autónomas gobernadas por el Partido Popular, a quienes acusan de no estar cumpliendo con la ley de Vivienda. Si lo hicieran, la declaración de zonas tensionadas podría limitar los precios del alquiler. Rodríguez, en los últimos días, ha puesto como ejemplo el de Catalunya, donde han descendido un 5% los precios del alquiler. Aunque los datos sí escenifican una contención, los costes continúan siendo demasiado elevados y, según denuncia el Sindicat de Llogateres, “muchas inquilinas continúan sufriendo fraudes y abusos, ya que los rentistas eluden la ley con contratos de temporada o de habitaciones”.
El principal riesgo que enfrenta la ministra, no obstante, es el de una declaración de intenciones que ofrezca muchas palabras pero pocas soluciones. Una comparecencia que pueda recordar a la rueda de prensa que ha ofrecido esta tarde después de una reunión con el presidente del Gobierno y representantes del sector de la vivienda a la que ha rechazado acudir el Sindicato de Inquilinas. Una aparición ante la prensa en la que Rodríguez ha insistido en que el Gobierno “cumple, escucha y atiende a quienes sufren y a quienes forman parte de la solución” pero en la que únicamente se ha anunciado la formación de diferentes grupos de trabajo para ir abordando las soluciones. “La ministra tiene que llegar con soluciones, no con excusas”, solicitaba esta mañana el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, quien también alertaba de que de esto depende la legislatura.
Esta semana, el propio Rufían, quien este miércoles interrogará a Rodríguez con ese "qué piensa hacer", se respondía a sí mismo con poco optimismo. Espera "poca cosa", dijo a los medios tras pedir que se intervenga "el mercado de la vivienda, topar los precios y, sobre todo, no empezar a regalar bonos".
Por su parte, desde el Ministerio de Vivienda celebran la comparecencia. "Es una oportunidad para hacer balance de lo hecho y lo que vamos a hacer", aseguran fuentes del Gobierno. En ese "lo que vamos a hacer" está la clave. Pero habrá que esperar a este miércoles.