García-Gallardo dimite culpando a los migrantes: "No queremos que Castilla y León se convierta en Francia"

El hasta ahora vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha anunciado esta mañana formalmente su dimisión tras la ruptura de Vox con el Partido Popular en todos los Gobiernos autonómicos. Gallardo ha aprovechado su intervención en rueda de prensa para lanzar los mensajes xenófobos habituales en la extrema derecha respecto a la inmigración. “No queremos que Castilla y León se convierta en Francia, que los barrios humildes de Castilla y León sean como los del extrarradio de París, Bruselas o Gotemburgo”, ha apuntado.

A pesar de negar que su discurso tenga que ver con “la xenofobia” o “el racismo”, García-Gallardo también ha puesto en duda la existencia de menores migrantes no acompañados, tildándolos constantemente de “supuestos”. Ha insistido en su negativa a asumir la acogida de niños, niñas y adolescentes que llegan solos a España asegurando que “no hay nada más humano que llevar a un niño a casa, con sus padres”.

Gallardo ha argumentado la ruptura con el PP asegurando que estos han incumplido el punto 32 del acuerdo de Gobierno. El exvicepresidente ha denunciado el “incumplimiento de la obligación que nos habíamos impuesto de combatir la inmigración ilegal”. Y ha proseguido con la línea antiinmigración: “Estamos a tiempo de corregirlo. No estamos condenados a padecer una inmigración ilegal, no estamos condenados a la islamización. España aún está a tiempo de salvarse”.

A partir de este momento, García-Gallardo asumirá la portavocía del Grupo Parlamentario de Vox en las Cortes, que hasta ahora ejercía el salmantino Carlos Menéndez. El miembro del partido de Abascal, que pasa a la oposición, ha rechazado anticipar la posición de su partido sobre algún tema. "Hasta ahora hemos tenido una generosidad y una lealtad infinitas con el PP aceptando algunas cuestiones que, de partida, no hubiéramos aceptado; a partir de ahora hay que negociar individualmente cada una", ha concluido.