La exhumación de Primo de Rivera: todo listo para su salida de Cuelgamuros
Grupos falangistas se concentrarán este lunes en el cementerio de San Isidro, a donde se trasladarán los restos, para rendir homenaje al fundador de Falange.
La exhumación de los restos del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, de su emplazamiento en el altar mayor de la basílica del Valle de Cuelgamuros ya ha empezado a fraguarse. En torno a las 5:30 de la madrugada se iniciaban los trabajos para extraer el féretro y trasladar los restos al cementerio de San Isidro. Todo, en una operación diseñada a puerta cerrada, sin autoridades ni prensa y con la máxima discreción.
Aunque el Ministerio de la Presidencia no ha concretado a qué hora se producirá la extracción del féretro, se espera que alrededor de las 9 de la mañana se haya producido ya la retirada de la losa de granito de 3.500 kilos que cubre la fosa donde descansan sus restos desde 1959, coincidiendo con la inauguración del recinto ordenado construir por Francisco Franco.
En la basílica estarán presentes varios descendientes de Primo de Rivera, junto a los operarios encargados de los trabajos. Tras la recuperación del féretro, el prior de la abadía benedictina, Santiago Cantera, rezará un responso antes del traslado al cementerio de San Isidro, elegido por la familia puesto que allí están enterrados otros familiares del fundador de la Falange, como sus hermanos Miguel y Pilar.
Concentración de grupos falangistas
Allí les esperarán grupos de falangistas, que se concentrarán en el cementerio para recibir los restos mortales del dictador. Aunque no existe una convocatoria oficial, la concentración se produciría a mediodía, según han indicado a Europa Press fuentes de Falange.
"Es de justicia y de dignidad democrática y muy importante que definitivamente se vayan dando pasos en el cumplimiento de una ley que quiere dar reparación y memoria a las víctimas del golpe de Estado", apuntaba este domingo la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que ha vuelto a recordar que la familia de Primo de Rivera podía haber decidido que sus restos permanecieran en otro emplazamiento de Cuelgamuros, pero decidieron trasladarlos a otro lugar donde están los restos de otros familiares.
Las diferencias con el traslado de Franco
La exhumación cumple con lo establecido en la Ley de Memoria Democrática de 2022, que impide la presencia de restos mortales en ningún lugar "preeminente" del recinto, como es el caso de Primo de Rivera y como sucedía hasta 2019 con el dictador Francisco Franco, también enterrado junto al altar mayor en el año 1975.
Franco fue trasladado al cementerio de El Pardo el 24 de octubre de 2019 por decisión del Gobierno, en lo que fue el primer paso de cara a la completa "resignificación" del enclave construido tras la Guerra Civil gracias al trabajo de millares de presos republicanos.
En aquella ocasión el Gobierno sí concretó los pormenores del proceso de exhumación y el traslado del féretro en helicóptero hasta El Pardo, transmitido en directo por la prensa en medio de una gran expectación, y tras una intensa polémica política avivada por la resistencia de la familia del dictador a aquella decisión.
Esta vez han sido los familiares de Primo de Rivera quienes solicitaron la exhumación sin esperar a que el Gobierno ejecutara el cambio de ubicación en aplicación de la nueva norma.
Y aunque la ley permitía mantener sus restos en el Valle de los Caídos, como los de los más de 33.000 combatientes de ambos bandos de la Guerra Civil que descansan en sus criptas, siempre y cuando dejaran el lugar destacado que ocupan en el templo, sus descendientes han preferido llevarlos a un cementerio católico.
Tras la aprobación de la Ley de Memoria Democrática, las criptas adyacentes a la basílica y los enterramientos tienen carácter de cementerio civil y la voluntad del fundador de la Falange era ser enterrado en un cementerio sagrado y de acuerdo con el rito católico.