Esta es la razón por la que no puede haber elecciones generales hasta mayo
Un presidente en plenas facultades sólo puede llevar al país a nuevas generales cuando haya transcurrido al menos un año de la última disolución de las Cortes
No han pasado ni tres meses de la investidura de Pedro Sánchez, pero la derecha ya pide una nueva convocatoria de elecciones generales. La victoria por mayoría absoluta del PP en Galicia ha reforzado el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, que ya habla abiertamente de un nuevo "ciclo electoral". El objetivo es claro: sacar rédito a nivel nacional del primer duro batacazo electoral de Pedro Sánchez en plena negociación por la ley de amnistía en el Congreso de los Diputados.
Todos los mensajes lanzados por el PP en la noche electoral apuntaban en la misma dirección. Mientras su secretaria general, Cuca Gamarra, veía los resultados en Galicia como una "lección" para los socialistas porque demuestran el "rechazo" de la sociedad a las políticas de Moncloa; el candidato Alfonso Rueda señaló durante su proclamación como ganador que este 18F era un "mensaje a España" de que Galicia "no quiere chantajes, ni hacerlos ni estar sometidos" y que se apuesta por la "igualdad", la "dignidad" y el "entendimiento".
Al PP se le ha hecho bola la digestión del resultado de las generales. Tanto es así que hasta dirigentes importantes del partido como Isabel Díaz Ayuso o el propio Feijóo pidieron elecciones durante los dos meses que la Constitución da de plazo para la investidura, una facultad que el presidente en funciones no tiene según la propia Carta Magna. “¿Por qué le tienen miedo a las urnas?”, se preguntaba Feijóo durante una de las masivas manifestaciones en contra de la amnistía que organizó el PP.
Aunque muchos quieren que el resultado de las gallegas, el estancamiento de las negociaciones de la ley de amnistía y la falta de presupuestos para 2024 hagan caer a Sánchez, lo cierto es que el presidente todavía no puede convocar elecciones generales.
La Constitución establece en su artículo 115 que no se puede proceder a una disolución de las Cortes "antes de que transcurra un año desde la anterior". La razón teórica de esta limitación es evitar un abuso de la facultad disolutoria que compete al Presidente del Gobierno. Se quiere impedir que el Ejecutivo pueda eludir su control y supervisión por las Cámaras recurriendo a algo tan sencillo como hacerlas desaparecer mediante el expediente de la disolución.
De esta manera, Sánchez no puede convocar elecciones generales hasta el 29 de mayo de este año, justo cuando se cumplirán 365 días de la convocatoria de generales del año pasado y que dieron paso a la celebración del 23-J.