España deja de ser el espejo de Europa con el precio de la luz
La electricidad se dispara en nuestro país con respecto a nuestros vecinos por el uso de aire acondicionado, el auge del turismo y la caída en la aportación de la energía eólica.
La luz vuelve a ser más cara en España y Portugal que en otros países de la UE. Las dos naciones de la Península Ibérica han gozado en estos últimos años de precios mucho más reducidos en lo que respecta a la electricidad gracias a la denominada 'excepción ibérica', una medida temporal establecida con el objetivo de reducir el precio del mercado eléctrico
Según datos de Eurostat, España fue el país donde más bajó el precio de la electricidad en los hogares en la primera mitad de 2023 en UE en comparación con el primer semestre de 2022. En concreto, bajó un 41% frente a escandalosas subidas como las de Países Bajos (953%), Lituania (+88%), Rumanía (+77%) o Letonia (+74%). La estimación del Gobierno español es que los consumidores se han ahorrado más de 5.000 millones de euros gracias a esta medida.
En 2024 decayó esta norma y la regulación de precios volvió a su dinámica habitual. Durante la primera mitad del año, los precios en España y Portugal siguieron más bajos que en el resto de la UE. Sin embargo, con la llegada del verano las tornas han cambiado. Tal como detalla Cinco Días, en julio, España y Portugal promediaron algo más de 70 euros por megavatio hora (MWh) en el mercado mayorista, del que beben en gran medida los millones de abonados que optan por la tarifa regulada (o PVPC) y también algunos de los que se inclinan por el libre. La cifra contrasta con los 47 euros de Francia, los 54 de Bélgica, los 65 de Países Bajos o los 68 de Alemania. Solo el Reino Unido —fuera de los Veintisiete— e Italia —brutalmente expuesta a las centrales de gas, que encarecen su recibo mes tras mes— registraron valores más altos: 82 y 112 euros por MWh, respectivamente.
La tónica se repite en lo que va de agosto, en el que tanto España como Portugal promedian casi 90 euros por megavatio hora, lejos de los 50 de Francia, los 63 de Bélgica, los 77 de Países Bajos y los 82 de Alemania.
Los expertos creen que esto se debe a que el consumo en verano cae en los países del norte de Europa, mientras que en el sur crece por culpa, en buena parte, de los aparatos de aire acondicionado. Otro motivo importante es la masiva afluencia de turistas, en su mayoría procedentes de otras latitudes europeas, que reduce el consumo de electricidad en sus países de origen y lo incrementa en los de destino. En lo que va de agosto, la demanda de electricidad en España acumula un aumento interanual cercano al 3%.
Por último, cabe destacar que la aportación de la energía eólica también se reduce drásticamente con la llegada del calor y las altas temperaturas.