Errejón dimite: las acusaciones por violencia machista que podrían haber motivado su marcha
La periodista Cristina Fallarás hizo pública una denuncia sobre un "político" que "nunca saca la cabeza los días del 8M", que se une a otras anteriores.
El portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón, ha anunciado este jueves a través de una carta pública que deja la política tras años de "desgaste" físico y mental y tras haber llegado "al límite de la contradicción entre el personaje y la persona".
En la misiva, difundida a través de sus redes sociales, el que fue uno de los fundadores de Podemos ha asegurado que ha tomado esta decisión tras varios meses de meditación y de "acompañamiento psicológico". "He tenido el privilegio de defender las ideas que considero más hermosas y justas, y de hacerlo durante una de las décadas más intensas, pero también más duras, de la política española", ha dicho.
Pero la salida de Errejón se produce también después de que la periodista Cristina Fallarás recogiera en su cuenta de Instagram la denuncia anónima de una mujer que ha sufrido episodios de violencia machista a manos de "un político muy conocido que vive en Madrid", al que después definía como "el indignado social" que "nunca saca la cabeza los días del 8M". "Es un maltratador psicológico, un verdadero psicópata, un monstruo", añadía al respecto. Parte de esa denuncia fue posteriormente eliminada de la red social.
En junio de 2023, otra usuaria anónima denunció en Twitter haber sufrido un episodio de acoso por parte del político, en esta ocasión citándole directamente. "El pasado Sábado 17 de Junio viví una situación muy incómoda con Íñigo Errejon (@ierrejon) que se podría clasificar como agresión sexista. No sé si esto llegará a algún sitio, pero yo me siento con el deber de contarlo. También agradecería mucho la difusión", indicaba la mujer en un mensaje que luego fue borrado, al igual que toda su cuenta en Twitter.
"¿Cómo iba a ser posible que viniese aquí un político de nivel nacional, conocido precisamente por ser de izquierdas y feminista, y me metiese mano justamente a mí, justamente en medio de un evento feminista y punk? Tenía que haber algún error. Lo dejamos correr otra vez, y yo dudaba mucho de que volviese a ocurrir después de que mi amiga C le diese el manotazo. Sin embargo al poco rato volví a notar una mano, pero esta vez en el otro lado y en el culo directamente".
"Me quedé parada sin saber como reaccionar, como en shock. No podía estar pasando. No sabría decir cuanto tiempo pasó exactamente, pero al igual que las otras veces, puedo asegurar que no fueron dos segundos tampoco. En algún punto paró y mis amigas M y D me vieron la cara y empezaron a preguntarme que si estaba bien, y ahí ya decidí decírselo todo al resto del grupo e ir fuera para hablar las cosas", exponía en el entonces Twitter.
"Se lo acabé contando a mis amigas y a más gente, hasta que di con una de las organizadoras del evento, a la que también se lo conté con todos los detalles, para que quedase constancia más que nada. Esta chica fue a hablar con el grupo de Errejón, y yo no sé lo que hablaron pero se fueron enseguida del sitio", concluía al respecto la usuaria.
Tras la dimisión de Errejón, Sumar ha emitido un comunicado en el que admite haber iniciado "un proceso para recabar información" sobre estas acusaciones. Igualmente, aclara que la formación "aspira a construir una sociedad y una política feministas". "Y eso requiere de de un compromiso firme en todos los ámbitos", señala.
En su carta de despedida, Errejón no hace mención directa a este asunto pero sí dice que sufre una "contradicción entre el personaje y la persona". "La lucha ideológica es también una lucha por construir nuevas formas de vida y relaciones mejores, más cuidadosas, más solidarias y, por tanto, más libres. No se le puede pedir a la gente que vote distinto de cómo se comporta en su vida cotidiana”, dice Errejón en su carta a la militancia.
"El ritmo y el modo de vida en la primera línea política, durante una década, ha desgastado mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional. Creo que esto es algo que en mayor o menor medida experimenta toda y todo el que esté en esta posición durante un tiempo prolongado. (...) En la primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz, al menos así ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros. Esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo". Finalmente, Errejón espera con su dimisión "contribuir a reparar sus errores".