El súper caza español sobrevive con piezas en 3D
Las piezas permiten mayor versatilidad y rapidez en las reparaciones.
Todo despliegue internacional presenta un desafío logístico, especialmente cuando el éxito de la misión depende del correcto funcionamiento y estado de los equipos utilizados. En el Ejército del Aire y del Espacio de España son plenamente conscientes de esto y han decidido convertirse en pioneros en el uso de la impresión 3D para solucionar de manera rápida y eficaz cualquier daño o desperfecto que puedan sufrir sus aeronaves, particularmente los aviones de combate Eurofighter.
La fuerza aérea española ha desplazado hasta Alaska, donde recientemente se llevó a cabo el ejercicio Arctic Defender, un contenedor con la tecnología necesaria para fabricar componentes aeronáuticos. Este equipo, denominado FAMU (Forward Advanced Manufacturing Unit), es fruto de la colaboración entre la Maestranza de Albacete y varias empresas nacionales especializadas en fabricación aditiva, como Meltio, Sicnova y Novaindef.
Cuando se detecta que un componente de la aeronave no es apto para el vuelo, se procede a su reemplazo. "El proceso de fabricación comienza con un escaneo de la pieza, obteniendo un modelo digital que, a través de un archivo, se comparte vía satélite con la Maestranza Aérea de Albacete. Allí, los ingenieros realizan un postprocesado y nos devuelven el archivo listo para la impresora 3D", explica el capitán Otálara en un vídeo difundido por el Ejército del Aire.
Esta tecnología avanzada permite a la fuerza aérea mantener sus unidades operativas y en condiciones óptimas durante los despliegues, asegurando una respuesta eficiente ante cualquier eventualidad que pueda surgir en el campo.