El PSOE baraja enviar a un cargo de la directiva a reunirse con Puigdemont cuando el pacto avance
El secretario de Organización socialista, Santos Cerdán, tiene más papeletas para ser quien visite al expresident, según adelanta 'El País', dejando una fotografía tan histórica como polémica, pero sobre todo, obligatoria.
Mientras avanza el tiempo de negociación y diálogo abierto en el marco del intento de investidura del presidente en funciones, Pedro Sánchez, los focos continúan puestos en los a todas luces 'síes' más difíciles de conseguir con la sombra de las elecciones catalanas asomando en el horizonte. Es decir, en Waterloo y Barcelona, es decir, los de Junts y ERC. En este sentido, este viernes ha trascendido otro de los precios que tendría cerrar un acuerdo con los de Puigdemont: una fotografía histórica para muchos; polémica, también para otros muchos, pero sobre todo, obligatoria para los del expresident.
Según ha adelantado El País, confirmándolo con fuentes del sector socialista y de Junts, en Ferraz ya están mentalizándose para la que prevén que será una exigencia del propio Puigdemont. Cuando el pacto con Junts se encuentre avanzado y encarrilado, desde Bruselas reclamarán un golpe de efecto, un gesto simbólico, que pasaría por una visita pública de algún miembro de la cúpula socialista a la capital comunitaria con el exmandatario catalán fugado desde 2018 y al que reclama el Tribunal Supremo.
Allí, con el telón de fondo internacional -clave en la estrategia de promoción de la causa independentista catalana-, sería inevitable una foto entre el o la elegida de la directiva socialista y Puigdemont. En esa línea, el PSOE estaría dispuesto a dar ese significativo paso, pero nunca antes del cierre del pacto. Deberá haber acuerdo para que se materialice el encuentro.
Santos Cerdán, el posible enviado
Por otra parte, y también según adelanta El País, hay un integrante de la directiva socialista que cuenta con todas las papeletas para ser el elegido de Ferraz para reunirse con Puigdemont. Es decir, la persona que tendrá que estar tras el objetivo para esa fotografía tan sensible.
Se trataría del 'número 3' del PSOE, su secretario de Organización, Santos Cerdán. De cuajar esta elección, los socialistas apostarían por un hombre de partido, de perfil discreto, pero que ha sido clave en otras negociaciones de alto nivel, como con EH Bildu, PNV o incluso UPN. Otra de las ventajas para el Gobierno en funciones pasa por que Santos Cerdán no está integrado en el Ejecutivo -no correrían peligro de desgastar una figura gubernamental-, pero además cuenta con la confianza de Sánchez para las negociaciones más complicadas.
Una arma política arrojadiza para la derecha
A pocos se le escapa que esa fotografía sería el arma política arrojadiza perfecta para unas derechas que tras el fracaso anunciado en la investidura de Núñez Feijóo, ha centrado toda su estrategia política y argumentario en evidenciar la dependencia del PSOE a demandas nacionalistas como la amnistía, pero que ya había sacado a los suyos a la calle contra unas hipotéticas cesiones, incluso antes de haberse presentado a su sesión de investidura.
De hecho, ayer mismo en el PP daban pábulo a un bulo sobre que ya habría habido reunión entre el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares -las negociaciones del PSOE con grupos las encabeza el titular de Presidencia, Félix Bolaños y otros miembros- y el propio Puigdemont en la embajada de Colombia. La propia misión diplomática colombiana salió a desmentirlo y hasta el propio Bolaños tiró de humor -y un fotomontaje- para pronunciarse en redes sociales.
Además, esta información llega en un momento especialmente relevante. En jornada del pasado jueves estuvo marcada por un ofrecimiento y una advertencia claves, simbolizadas en la oferta del apoyo al PSOE de la única diputada de Coalición Canaria por parte del mandatario canario, Fernando Clavijo, y en el posterior aviso o aclaración de Junts de que pase lo que pase en la negociación, su formación votará sí o no, dejando sin relevancia la vía canaria para solo depender de la abstención de la derecha catalana independentista.