El Grand Prix de la investidura: qué piden a Sánchez los otros partidos para hacerle presidente
Explicamos el punto de partida de la negociación con cada formación y las oportunidades que pueden abrirse para alcanzar acuerdos
Investidura de Sánchez o nuevas elecciones. Los resultados de las generales del 23-J han dibujado un panorama político muy enrevesado donde los pactos, una vez más, serán esenciales para impedir un bloqueo que aboque a España a unos nuevos comicios en diciembre o enero.
Sánchez ha salvado, por el momento, el primer match ball. Aunque las encuestas le dejaban fuera de la Moncloa con la suma de escaños de PP y Vox, la realidad es que el candidato socialista es el único que puede articular una mayoría suficiente en el nuevo Congreso para ser investido presidente.
Pero no lo tendrá fácil. Con sólo los votos de Sumar y Bildu en el bolsillo, Sánchez tendrá que someterse a una durísima negociación con las otras fuerzas nacionalistas e independentistas de la Cámara Baja para poder revalidar su mandato. A continuación, exponemos el punto de partida de la negociación con cada formación y las oportunidades que pueden abrirse para alcanzar acuerdos. Un puzzle de varias piezas de difícil encaje pero cuya resolución puede valer una legislatura.
SUMAR (31 escaños)
El voto a favor de Yolanda Díaz está garantizado. PSOE y Sumar han escenificado durante la campaña su compromiso de gobernar juntos para reeditar el Ejecutivo progresista. Los detalles de la conformación del gobierno no se han publicado, aunque es muy probable que Yolanda Díaz sea vicepresidenta primera y miembros de su plataforma acaparen varios ministerios. En la anterior legislatura, Podemos obtuvo la vicepresidencia segunda y cuatro ministerios (Igualdad, Trabajo, Consumo y Universidades).
También es muy posible que en el acuerdo de coalición se incluyan algunas de las medidas exigidas por Sumar, como reforzar la ley de vivienda que, en palabras de Díaz durante el debate electoral, se aprobó "tarde y de forma recortada". "Defendemos un parque público de vivienda, acabar con políticas fallidas, como las que defendéis vosotros de bonificaciones fiscales. No queremos defender a los buitres y sí limitar el alquiler de forma real”, dijo Díaz a Sánchez. También avisó de que aumentar la edad de jubilación será una línea roja para pactar: “No la vamos a alargar”.
ERC (7 escaños)
La factura que pueda pasar ERC para dar el "sí" a Sánchez está todavía por determinar. En la anterior legislatura, los republicanos se abstuvieron en la investidura del líder socialista. Ahora, su voto afirmativo es imprescindible. De momento, la cúpula de ERC ha pedido a Junts en una carta publicada en el diario Ara "sumar esfuerzos" para permitir la investidura de Sánchez y conseguir así "un buen acuerdo para Cataluña".
En la carta, los republicanos proponen a Junts negociar conjuntamente con el PSOE una amnistía, un nuevo referéndum para que los catalanes "puedan decidir su futuro", acabar con el déficit fiscal de la comunidad, el traspaso del servicio de Rodalies o el uso del catalán en el Parlamento Europeo, entre otros aspectos.
Otro punto importante, que se resolverá antes de la investidura, es que Junts y ERC puedan tener grupo propio en el Congreso pese a que no cumplen con la totalidad de requisitos exigidos reglamentariamente. El PSOE, en aras de conseguir también la presidencia de la Cámara Baja, podría ayudar a que la Mesa encuentre una fórmula que permita a ambas formaciones tener grupo.
Los militantes tendrán voz en esta decisión. El consejo nacional de ERC aprobó la semana pasada consultar a la militancia mediante "una votación" si respalda o no la investidura de Sánchez. No precisaron, sin embargo, si será una consulta presencial o telemática para que puedan votar todos los militantes.
JxCAT - Junts (7 escaños)
Junts es el gran escollo de Sánchez para la investidura. El partido de Puigdemont ya votó en su contra en la anterior legislatura y también se opuso a los tres presupuestos que sacó adelante el gobierno progresista. Resolver la cuestión de su voto en la nueva investidura no va a ser fácil: dentro de Junts hay diferentes facciones que pueden llegar a chocar. Algunos pueden ver el "sí" como una oportunidad para recuperar la influencia perdida a la sombra de ERC y explorar vías para obtener unos efectos similares a los de una amnistía.
En cambio, favorecer la gobernabilidad de España podría ser visto por parte del independentismo como una concesión que desmovilice aún más al soberanismo sin olvidar que las elecciones catalanas están cerca (se celebrarían en 2025 si no hay adelanto) y el deseo de recuperar la hegemonía perdida es asunto prioritario para Junts.
De momento, Sánchez ha conseguido que Puigdemont pase del "no vamos a hacer presidente a Sánchez en campaña" a abrirse a una negociación si se alcanza un acuerdo sobre el "conflicto" catalán sin "presión" y sin practicar "el chantaje político".
Bildu (6 escaños)
Pese a que en la anterior investidura se abstuvieron, el apoyo de Bildu en esta nueva votación parece muy factible. Su coordinador, Arnaldo Otegi, ha dicho ya en varias ocasiones que votarán a favor para asegurar que haya un gobierno progresista en el "Estado español". "No ponemos precio ni líneas rojas en público e intentaremos evitar una repetición electoral", aseguraba hace una semana en una entrevista en Radio Euskadi.
PNV (5 escaños)
El PNV, partido que siempre saca rédito de sus votos, también se ha abierto al diálogo y ha pedido a Sánchez "un acuerdo sobre el modelo territorial" con vascos y catalanes. En una entrevista este lunes en El País, el presidente, Andoni Ortuzar, ha recordado que es el PSOE quien tiene que decirles para qué les quiere: "Fuimos el primer partido que les apoyó hace cuatro años, con un acuerdo bien armado y con más sombras que luces en su cumplimiento. Qué nos diga qué quieren hacer. Que hablen claro".
Conseguir el apoyo del PNV no será fácil, aunque la formación nacionalista juega con algo de desventaja al verse visto superados por Bildu en el 23-J y tener muy cerca unas determinantes elecciones autonómicas. Además, PNV y PSE pactaron tras el 28-M repartirse el poder en diputaciones y ayuntamientos y se espera que dicho entendimiento se alargue hasta llegar a las autonómicas, donde Bildu amenaza con desestabilizar el tablero de juego.
BNG (1 escaño)
El BNG también venderá caro su escaño. La portavoz nacional del partido, Ana Pontón, ya ha adelantado que serán "muy exigentes" para reclamar "lo que Galicia necesita". "Vamos a trabajar para que haya un gobierno alternativo que amplíe derechos y libertades pero que también cumpla con Galicia", expresaba hace unos días.
Sin embargo, ambos partidos también han suscrito alianzas tras el 28-M en Galicia para respaldar de forma conjunta la lista progresista más votada en las alcaldías donde la suma diera para cortar el paso al PP. El entendimiento entre ambas formaciones parece, por tanto, bastante probable para frenar a la derecha y a la ultraderecha en el Congreso.
Coalición Canaria (1 escaño)
Aunque los analistas obviaron la posibilidad de que Coalición Canaria entrara en la suma de una posible investidura para Sánchez, las últimas declaraciones de la diputada electa Cristina Valido parecen apuntar en la otra dirección.
Este lunes, la dirigente señalaba en la SER que la formación canaria se abría a alcanzar un acuerdo de investidura con el PSOE aunque el PP sustente el gobierno regional que preside. "Tendríamos que dialogar sobre los problemas que hay en Canarias", señala hoy de nuevo Valido en una entrevista en El País. La coalición del PSOE con Sumar, a quien ellos denominan "extrema izquierda", sólo sería un problema para alcanzar posteriores acuerdos de legislatura. Con su "sí", a Sánchez le valdría nuevo la abstención de Junts para conseguir sacar adelante su investidura.
UPN (1 escaño)
Tradicional aliado del PP (han llegado a ir juntos a las elecciones bajo la marca 'Navarra Suma'), UPN se ha negado en rotundo a facilitar una investidura de Sánchez. Antes de las elecciones, el ahora diputado electo Alberto Catalán dejó claro que "en ningún caso" podrá contar con su "sí" o con su abstención. En los días posteriores al 23-J, su posición no ha cambiado aunque el presidente del partido, Javier Esparza, criticó ayer a Feijóo por "engañar a la gente" con unas opciones de investidura que son imposibles.
Ante este panorama, Sánchez cuenta con el "sí" de Sumar y Bildu y el probable de ERC, BNG y PNV. Esto le llevaría a conseguir 171 apoyos frente a los 171 'noes' fijos de PP, Vox y UPN. Un empate que puede romper Coalición Canaria votando "sí" junto a la abstención de Junts o con el voto finalmente afirmativo de los de Puigdemont.
Pese a la complejidad de las negociaciones y de la aritmética resultante del 23-J, Sánchez señaló este lunes en un vídeo que trabajará para lograr una investidura que permita a España "seguir avanzando" otros cuatro años. "Toca ahora traducir esa mayoría social en una mayoría parlamentaria en el Congreso y es lo que vamos a hacer en cuanto se constituyan las Cortes", dijo en un vídeo.