El Gobierno, de incendio en incendio
Ribera provoca otra crisis al señalar al juez Castellón. Feijóo sigue con la presión y cuestiona incluso al Congreso.
Prácticamente todo el hemiciclo puesto en pie, satisfecho por la aprobación de la reforma del artículo 49 de la Constitución. Agradecimientos del Gobierno al principal partido de la oposición y viceversa. Caras sonrientes y elogios por cumplir lo pactado y eliminar el término “disminuido” de la Carta Magna, sin aceptar enmiendas de otras índoles. Un rayo de sol en mitad de la tormenta permanente que vive la política española desde hace años. Tras la votación, volvió la refriega, en una semana de muy difícil digestión para el Ejecutivo.
No es en todo caso la única opción de acuerdo entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Aunque los puentes están prácticamente rotos y los reproches entre ambos se acumulan, en la reunión que celebraron a finales del año pasado también dejaron abierta la puerta a renovar el Consejo General del Poder Judicial, extremo que acumula un retraso de más de cinco años. El jefe de la oposición planteó que la Comisión Europea intervenga como facilitadora de esa negociación, y todo apunta a que en breve podría haber novedades.
Tal y como avanzó El HuffPost, el objetivo de las partes es que el pacto quede sellado antes de las elecciones europeas, que se celebrarán en junio, aunque hasta la fecha no ha habido contactos. El PP, que tanteó a la Comisión antes de lanzar la propuesta, ya ha dejado claro que no se moverá si las instituciones comunitarias no se implican. Moncloa aceptó el guante y, según las fuentes consultadas, la UE parece dispuesta a dar el paso, como publicó El Mundo el viernes.
"Si Europa participa, empezará el juego. En caso contrario, no hay nada de que hablar", resumen desde Génova. Una negociación a tres que aún tiene un importante escollo a salvar, más allá de los nombres de los elegidos para el nuevo CGPJ. Feijóo pretende acordar la reforma del sistema de elección del CGPJ en paralelo a su renovación y, recientemente, Sánchez reiteró su defensa a la fórmula vigente. Por eso es tan importante la implicación de la UE, a fin de desencallar de una vez por todas la situación.
De hecho, tanto en Moncloa como en el PP interpretan que si la Comisión da el paso, el éxito de la negociación podría estar más cerca. "No nos podríamos permitir un fracaso", argumentan, como en su día también informó este diario.
Desde luego, el clima político no ayuda a lograr consensos, a pesar de la fotografía de todos en pie salvo los diputados de Vox al reformar la Constitución. Sánchez se ha visto atrapado una semana más por la polémica ley de amnistía y las reclamaciones de sus socios, en especial las de Junts. La cesión concreta sobre inmigración, pactada a última hora para salvar la primera gran votación parlamentaria, es todavía un misterio incluso para las estructuras socialistas. Santos Cerdán y Jordi Turull se reunieron el miércoles en la Carrera de San Jerónimo, y el primero salió después por el garaje y el segundo entre una nube de periodistas pero sin hacer declaraciones.
Para Moncloa, es primordial que Carles Puigdemont deje de poner en apuros a Sánchez en estos meses de campaña electoral. En privado, voces dentro del propio Ejecutivo confiesan que la imagen es de "inestabilidad" y "deslealtad" por parte de su socio parlamentario. "El sacrificio que estamos haciendo es muy importante. Hay una ley de amnistía tramitándose ahora mismo en el Congreso, con el desgaste que eso nos está provocando". Si bien, Junts está en alerta ante los últimos movimientos judiciales, y sigue exigiendo más: quieren que la amnistía también incluya los delitos de terrorismo.
Al respecto, los independentistas encontraron en la vicepresidenta Teresa Ribera una aliada, pese a que Moncloa aseguró que esta cuestión es una "línea roja". Sobre el juez Manuel García Castellón, que el jueves desestimó el recurso de la Fiscalía e insistió en investigar a Puigdemont y a Marta Rivera por terrorismo, dijo en TVE: “Yo sería muy cauta con respecto a la manera en la que se estaba pronunciando este juez, que nos tiene acostumbrados a que siempre se incline en la misma dirección y que evidentemente tiene una implicación política importante y suele salir a colación en momentos políticos sensibles”. Moncloa tuvo que salir con rapidez a aclarar su respeto al Poder Judicial. Hace pocas semanas días, Félix Bolaños tuvo que calmar al presidente del Tribunal Supremo por los ataques de sus socios.
El informe de los letrados del Congreso, en contra de la constitucionalidad de la amnistía, ha sido otro elemento de batalla. En este sentido, Feijóo ha llegado a restar legitimidad a la Cámara Baja, ensalzando el papel del Senado, donde tiene mayoría absoluta. "Estamos empezando a ver que el Congreso se parece cada vez más al Parlament de Cataluña, en el que las normas de funcionamiento interna se socavaron a favor de los independentistas", denunció, provocando extrañeza en algunos sectores de su formación. "Hay que tener cuidado con lo que se dice". Según su equipo, su ofensiva total contra el Ejecutivo está funcionando, a pesar de lo que dice el último CIS. "La gente está cabreadísima", resumen.
Feijóo espera un resultado electoral incontestable en Galicia, a pesar de la crisis de los Pellets. Los sondeos internos continúan otorgando a Alfonso Rueda mayoría absoluta, aunque el líder de la oposición reclamó públicamente a Vox en esRadio que no concurra a los comicios para evitar la fragmentación del voto de centroderecha. Así lo explican en la estructura gallega: "Es un mensaje que lanzamos con Ciudadanos y ahora con Vox. Es más un aviso a navegantes de lo que puede ocurrir si el voto de rompe, aunque siempre hemos conseguido mantenerlo unido. Es improbable que Vox entre".