El exvicepresidente de Castilla y León, García-Gallardo (Vox), identificado por la Guardia Civil en un centro de migrantes
El responsable de Vox en la comunidad autónoma y portavoz en las Cortes ha denunciado los hechos culpando a Marlaska. Su partido habla de "vergüenza"
Juan García-Gallardo, el que fuera vicepresidente de Castilla y León, ha denunciado haber sido identificado por agentes de la Guardia Civil al acudir a un centro de acogida de inmigrantes.
Los hechos han tenido lugar este martes en unas instalaciones de Brazuelo (León), donde la organización humanitaria Accem atiende a un centenar de inmigrantes. Tanto García-Gallardo como otros miembros de Vox han hecho pública sus quejas tras ser requeridos por los agentes para que se identificaran.
El propio García-Gallardo lo ha explicado en sus redes sociales, donde ha ha responsabilizado al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de esta actuación de la Guardia Civil.
"Esto es lo que parece que el señor Marlaska quiere hacer con la seguridad en este país, que es pedir identificación a representantes públicos por pedir información de cómo se gastan millones y millones de euros de los contribuyentes a fomentar el efecto llamada y a colaborar con las mafias del tráfico ilegal de personas", ha planteado en un vídeo que acompaña a su mensaje.
La cuenta de Vox en Castilla y León ha compartido esta noticia añadiendo que "decenas de miles de inmigrantes ilegales han cruzado nuestra frontera y la Delegación del Gobierno en Castilla y León manda tres patrullas de la Guardia Civil para identificar a Juan García-Gallardo y a un grupo de representantes de Vox". "Es una vergüenza", remata el tuit.
Estos migrantes, procedentes de Canarias, llevan atendidos en el Hotel Pradorrey desde el pasado 3 de octubre dentro del Programa de Atención Humanitaria de Personas Migrantes para dar respuesta a la situación de emergencia que se produce en las islas Canarias.
García-Gallardo fue el número dos de la Junta de Castilla y León hasta julio de este año, cuando Vox decidió separar sus caminos parlamentarios con el PP y romper todos los gobiernos de coalición surgidos de las últimas elecciones autonómicas en los diferentes territorios. La ruptura, basada en la política migratoria del PP, que Vox tachó de "invasión", motivó la dimisión de la inmensa mayoría de altos cargos regionales del partido de Abascal, incluido Juan García-Gallardo.