Los diez impagables momentos del 'circo' de la moción de censura de Vox y Tamames
El último fracaso de Abascal para echar del gobierno a Sánchez ha dejado situaciones inéditas en la historia del parlamentarismo español
El final estaba escrito, pero la moción de censura presentada por Vox con Ramón Tamames como candidato para relevar a Pedro Sánchez de la Moncloa ha dejado momentos para la historia del parlamentarismo español. En su discurso inicial, Santiago Abascal enumeró todos los calificativos que esta sorprendente y arriesgada estrategia política promovida por Vox había recogido en estos últimos días. "Un disparate, un circo, una chirigota, un juego excéntrico, una mala broma, una patochada, un teatrillo, un esperpento, una tertulia televisada en directo, un pasacalles irrelevante... Esto han dicho ustedes y sus voceros sobre la herramienta institucional de la moción", señalaba. Y no iba mal encaminado.
Al asumido fracaso en la votación, la moción de censura se ha convertido en una fuente inagotable de memes y montajes de fotos, así como el mejor vodevil para los avezados tuiteros. Y en ese carrusel de la perversión parlamentaria tuvimos oportunidad de escuchar al candidato Tamames contra Sánchez por su "tocho de veinte folios", a Abascal criticar a sus compañeros diputados por su vestimenta o a un dirigente de Vox admitir que fue condenado en los ochenta y que "lo volvería a hacer". Entremedias, alusiones a Isabel la Católica, Blas Piñar o Montesquieu, mientras un cansado candidato renunciaba de forma automática a su derecho a réplica. En sus escasas intervenciones sí dedicó algún que otro minuto a denunciar que Patxi López había hablado desde la tribuna "al borde del infarto".
Todavía recuperándonos del show gratuito visto en el Congreso, en El HuffPost repasamos los momentos impagables que nos ha dejado esta moción de censura.
1. Los "veinte folios" de Sánchez que encendieron a Tamames
Aunque algunos esperaban lo contrario, Ramón Tamames fue bastante concreto y breve en su discurso en la moción de censura. Su intervención no superó la hora, aunque el borrador filtrado días antes reveló que tenía pensado leer 34 folios al completo. Después de presentarse como candidato, llegó el turno de Pedro Sánchez. A diferencia de Tamames, el presidente del Gobierno ocupó una buena parte de la mañana a rebatir al profesor.
Algo que molestó profundamente a Tamames, especialmente por referirse en su discurso a temas que él no había abordado previamente. "Que venga usted aquí con un tocho de 20 folios preparados para hablar de cosas que yo no he dicho...", dijo enfadado. Rápidamente, Meritxell Batet le cortó para recordarle que no tenía el turno de palabra ante la incredulidad de Sánchez por lo que acababa de suceder.
2. El decoro de los diputados, según Abascal
El presidente de Vox, Santiago Abascal, protagonizó también dos polémicos momentos durante el debate de la moción de censura. El primero de ellos fue al referirse a la forma de vestir de algunos diputados. "¿No creen que sería conveniente vestirse correctamente y no faltar al decoro? No digo que alquilen un esmoquin como a las fiestas del cine o para Ramsés. Hagan el favor de observar a los ujieres, a los policías, que vienen dignamente uniformados y vestidos. Algunos de los que hablan en esta cámara tienen unas formas que son una mezcla entra una taberna y una casa okupa", aseguró desde la tribuna.
Unas palabras que, después, fueron rebatidas por diputados como Joan Baldoví o Gabriel Rufián. "El decoro y el respeto a esta institución no consiste en llevar corbata y chaqueta abrochada a punto de reventar, sino en utilizar la institución para fines fraudulentos y fines electoralistas. La dignidad se lleva en el alma, no en una chaqueta, en una corbata o en una pulsera. Prefiero ir en mangas de camisa y defender a los trabajadores, a los jóvenes, a las mujeres y a quienes más nos necesitan, que ir con chaqueta y corbata y trabajar para todo lo contrario", le respondía el diputado de Compromís.
3. Abascal subraya que la que manda en su casa es "su mujer"
El otro gran momento polémico de Abascal se produjo este miércoles después de que el portavoz socialista, Patxi López, le acusara de "odiar a las mujeres libres". De pie desde su escaño, el líder de Vox pidió a López que se retractara y subrayó que quiere a todas las mujeres de su vida, incluida su mujer, que es "quien manda en casa".
"Tiene usted la oportunidad de retractarse por todas las mujeres que necesito y quiero en mi vida, como mi abuela, mis hijas, mi madre o mi mujer, que es la que manda en casa. Le pediría que se retracte de esto porque yo quiero y necesito a las mujeres que nos rodean en nuestras vidas. Mujeres libres pero que cada vez son menos libres desde que el líder de la manada ha premiado a más de 800 violadores", dijo Abascal.
4. Un diputado de Vox reconoce que fue condenado en los 80
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, criticó en su discurso que Tamames se uniera al bando de dirigentes de Vox que tenían un pasado delictivo y muy ligado al franquismo. Y dio nombres y apellidos. De uno de ellos, Juan Carlos Segura, dijo que en 1981 había sido "detenido por lanzar un cóctel molotov a una sede de UCD" y en 1982 "por quemar una figura del rey".
Acto seguido, Segura pidió la palabra a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, para defenderse: "Nunca en Barcelona se ha quemado un local de UCD. Lo que ocurrió, eso es cierto, lo reconozco, fui condenado por un delito de manifestación ilegal, por manifestarme en Barcelona en defensa de los pescadores españoles que eran apresados por barcos pesqueros marroquíes y cometimos la fechoría de cortar un carril de la Diagonal un ratito".
"Eso fue suficiente", prosiguió desde su escaño, "para que la Policía practicase detenciones". Acto seguido, el parlamentario agregó: "Tengo que añadir que no estoy arrepentido de esos hechos y reconozco que, por España y por los pescadores españoles, ho tornaría a fer y de fet, ho he tornat a fet [lo volvería a hacer y, de hecho, lo he vuelto a hacer]".
5. Patxi López, "al borde del infarto"
El tono de la moción de censura fue, en general, bastante bronco. Algo que no gustó a Tamames, quien pidió a los diputados que no generaran "división" con sus discursos. "Ha sido una exacerbación de las capacidades de poder criticar, pero dirigiéndose a lo peor de cada cosa. Atacando principios fundamentales de la convivencia. Creando una situación de amigo/enemigo y la de las dos Españas otra vez. Buscan ustedes la separación y la división, eso no es correcto. Un parlamento está para hablar de cosas importantes", dijo.
El candidato criticó especialmente el tono empleado de Patxi López, "al borde del infarto". "Ese tono no es manera de recibir a nadie. Y menos a un candidato", denunció. También afeó a Joan Baldoví por "dar gritos" y a Íñigo Errejón por no "haber entrado en una fase de mayor racionalidad" en las posturas defendidas.
6. El alegato feminista de Yolanda Díaz
Yolanda Díaz se convirtió en la protagonista inesperada de la moción de censura. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo subió el martes a la tribuna del Congreso para hablar en nombre del Ejecutivo, un inesperado guiño de Sánchez que muchos entendieron como un espaldarazo a la presentación oficial de su candidatura por Sumar, que tendrá lugar este fin de semana. Díaz hizo un discurso de una hora de duración muy bien armado y con el que también quiso elogiar la labor de sus compañeros en el Consejo de Ministros. Sus palabras incomodaron especialmente a Tamames, que escuchaba sorprendido a la dirigente gallega desde el escaño.
Muy destacada fue su encendida defensa del papel de la mujer en la sociedad española de hoy: "Una España sin mujeres es una impugnación de la realidad social, política y cultural de nuestro país. Usted, de una manera sorprendente, sólo se ha dirigido a las mujeres para reprocharnos la baja fecundidad. (...) Le doy la bienvenida a la España de 2023, le doy la bienvenida a la España de las mujeres. Las que están cambiando nuestro país. No se puede construir un país sin sus mujeres. Mujeres que ya no toleran la subordinación al machismo. Esa que ustedes intentan perpetuar negándonos derechos tan básicos como decidir sobre nuestros cuerpos o nuestras vidas. Recluyéndonos, como se ha hecho aquí, en un rol de gestación, apartándonos de los lugares de decisión y arrebatándonos la palabra", dijo Díaz ante el aplauso de la bancada de la izquierda.
7. Isabel La Católica y el feminismo
La alusión directa al feminismo no gustó a Tamames, quien en su réplica de este miércoles criticó a los partidos por utilizar a las mujeres "como moneda de cambio". En ese momento recordó la figura de Isabel La Católica. "Para mujeres tenemos a Isabel La Católica, que en el siglo XVI tenía más poder que el propio rey", dijo. Una referencia 'feminista' que en redes sociales generó al instante un gran revuelo.
8. Tamames no aplaude a Abascal
A pesar de ocupar durante todo el debate el escaño en el que habitualmente se sienta Santiago Abascal, Tamames no mostró un gran entusiasmo ante el discurso que brindó su proponente en la moción de censura.
En varios momentos en los que Abascal paraba su discurso, el resto de los diputados de la formación le aplaudían efusivamente desde sus escaños. Pero Tamames no. De hecho, fue especialmente llamativo cuando Abascal terminó su discurso y todos los representantes de Vox se levantaron para aplaudir a su líder. Tamames, mientras, se quedó quieto sin aplaudir. Tal vez se le olvidó, de igual manera que no recordó pedir la convocatoria de elecciones en su discurso como candidato. El único punto de su programa para alcanzar la Moncloa.
9. Los problemas de Tamames con su reloj
Otro momento curioso fue cuando Tamames tomó por primera vez la palabra en el Congreso. La presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, le dio paso para que arrancara su discurso, pero el economista y exdirigente del PCE tardó un buen rato en iniciar su intervención. ¿El motivo? Estaba tratando de quitarse el reloj de la muñeca, pero estaba teniendo serias dificultades.
Como pasaban los segundos y el candidato no arrancaba a hablar, se escuchó perfectamente cómo Abascal le apremiaba: "Cuando quiera, Don Ramón". Pero Tamames explicó lo que le pasaba: "¡Quiero quitármelo!", dijo molesto.
10. Baldoví y la suela del zapato
Además de por su tono "gritón", Joan Baldoví también fue protagonista de la moción de censura al protagonizar un enfrentamiento con uno de los diputados de Vox. Al cierre de su intervención, el portavoz de Compromís recordó a Joan Fuster para reivindicar el "derecho a cambiar de opinión", algo que - según él - Tamames se tomó al pie de la letra, pasándose "cuatro pueblos o cuatro partidos".
Al nombrar al intelectual valenciano alguien gritó: "¡Un catalanista!", y el diputado de Compromís respondió visiblemente molesto: "No le llegas ni a la suela del zapato. ¡indigente!". Uno de los momentos de mayor tensión de toda la moción de censura.