Descifrando a El Yunque, la sociedad secreta religiosa vinculada a la ultraderecha
Dos expertos conocedores de esta organización, ligada a asociaciones y partidos de extrema derecha, explican su funcionamiento a 'El HuffPost'.
"Esa minoría de Vox que coincide con Hazte Oír, con El Yunque, con 7NN, con El Toro... Que no representa a los 4 millones de votantes de Vox ni al primer Vox, ese no es el partido de Ortega Lara. Es el partido de estos tíos que cobran de México, el partido de Hazte Oír, que es El Yunque. Esto, demostrado en los tribunales".
Con esta contundencia, el locutor Federico Jiménez Losantos, de EsRadio, atizaba de lo lindo a Iván Espinosa de los Monteros, portavoz en el Congreso de la formación de ultraderecha Vox, y a Rocío Monasterio, líder de esta misma formación en la Comunidad de Madrid.
El presentador estallaba en directo después de una semana de continuos ataques al partido de Santiago Abascal, a quien ha admitido votar. Primero fue al vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, por el lío que montó con su protocolo sobre el aborto. Después, contra Rocío Monasterio por no apoyar los presupuestos de Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Y por último, contra Espinosa de los Monteros, quien insinuó que el locutor y el grupo que sostiene a EsRadio podría "tener miedo de que su financiación esté en entredicho".
Y de esos polvos, los lodos en los que Losantos amenazó con querellarse contra Espinosa de los Monteros y le situó en la órbita de El Yunque, una sociedad religiosa secreta con supuestos vínculos en Vox.
Pero, ¿qué es El Yunque? "Es una sociedad secreta surgida en México en 1953, anticomunista y que supuestamente pretendía defender los valores tradicionales cristianos", responde Santiago Mata, autor del libro El Yunque en España: la sociedad secreta que divide a los católicos.
Por aquel entonces, en México el asociacionismo estaba prohibido y la Iglesia católica no tenía ni siquiera personalidad jurídica. De ahí el carácter secreto de esta organización, para poder profesar la fe, como explica José Luis Navarro Quijada, autor del blog conozcaelyunque.es, donde desgrana la investigación que ha realizado sobre esta especie de secta religiosa con enlaces en la ultraderecha española. "El Yunque de antes no tiene nada que ver con El Yunque actual, entonces era secreta porque estaba perseguida", indica Navarro.
La organización decidió seguir siendo secreta una vez terminada la persecución y se exporta a España en los años 70, ya durante la Transición, pero se desvía de su propósito inicial, asegura Navarro, "por los vicios propios del aislamiento". Como había que justificar su secretismo, indica este experto, se mantienen en la idea de que son una sociedad perseguida y eso se extiende hasta la actualidad.
Justificada esta situación de persecución, esta organización ya tiene una meta: "Alcanzar el poder para revertir esta persecución y, su objetivo último, instaurar el reino de dios en la Tierra". Pero no a nivel espiritual, como la Iglesia, sino a nivel político, indica Navarro, quien explica que la forma de conseguirlo es a través de influencias políticas y en puestos de relevancia, pero también con campañas de presión política.
Aun así, Mata cree que actualmente El Yunque se mantiene como "una asociación muy marginal, muy poco influyente y relevante" con "apenas unos cientos".
¿Y cómo opera esta organización? Según Navarro, creando "asociaciones pantalla, de carácter civil" que a veces se registran y que, en otras ocasiones, son meras cuentas en redes sociales con las que movilizan y organizan actividades. Estas asociaciones tienen varias funciones: "generar presión, atraer jóvenes y captar fondos". "El Yunque se ha convertido en un medio para buscar el poder y en una fuente de ingresos impresionante", resume. El dinero, agrega, "muchas veces se pierde en los sueldos y en imagen".
Una de esas asociaciones es el sindicato ultra Hazte Oír, cuya vinculación de algunos de sus miembros con El Yunque está demostrada por una sentencia judicial de mayo de 2014 en la que se indica lo siguiente: "(...) Ha sido un hecho contrastado y acreditado a tenor de la prueba documental y testifical la relación entre alguno de los miembros de Hazte Oír con El Yunque".
La jueza desestimaba de este modo una demanda por derecho al honor de Hazte Oír contra Fernando López Luengos por su extenso informe sobre El Yunque titulado El Transparente de la Catedral de Toledo.
Las pruebas para entrar a El Yunque
Navarro, que colaboró con algunas de estas organizaciones pantalla sin conocer la existencia de El Yunque hasta mucho después, explica cómo la organización secreta capta a miembros, preferentemente jóvenes e incluso en ocasiones menores de edad, para sus fines.
"Se crea lo que, en su jerga, se conoce como preorganización, un grupito en el que la gente que pertenece a él no sabe que pertenece a él, piensan que están en una asociación concreta ayudando a lo que sea. Y en ese grupo lo que están haciendo es estudiarlos. Se hacen informes sobre ellos: se ven sus apellidos para comprobar que no tengan ascendencia judía o ver su dependencia económica. Una serie de pruebas que hacen que vayan progresando en el proceso de captación o los descarten", relata.
Estas pruebas indagan en el compromiso de quienes pudieran ser futuros miembros de El Yunque, indica Navarro. "Una cosa curiosa que viví en una de esas organizaciones es que pedían dinero para la causa, que era provida, y luego, al término de la actividad que fuera, nos íbamos a tomar algo y nos invitaban con el dinero dinero que habíamos aportado. Es decir, querían ver si éramos capaces de dar dinero".
Superada esta prueba, prosigue Navarro, se hace una prueba de liderazgo, "en la que tienes que llevar un grupito" para desarrollar determinadas actividades, como pegar pegatinas por la calle con las consignas que defiende la asociación.
"La última prueba es la de acción directa, en la que quieren ver si eres capaz de hacer cualquier cosa", explica Navarro, quien asegura que se llegan a hacer "actos vandálicos". "No una barbaridad, pero sí cosas que están mal, ilegales, como una pintada, tirar huevos o dejar vísceras de animales en clínicas abortivas. Cosas que sobrepasan el civismo".
Superada esta última prueba, se produce la cita para el juramento, a la que los futuros miembros de El Yunque deben acudir solos y llevar consigo la ropa que vestirán en el ritual de juramento: camisa blanca con zapatos, pantalón y corbata negros, en el caso de los chicos; vestido negro, en el de las chicas.
"Cuando llegas al sitio te comentan que hay una manera superior de hacer el bien, que son unos elegidos, que eso es una organización para el bien común...", indica Navarro, que no recuerda que alguien que alcanzara este paso se haya echado atrás.
El futuro miembro de la sociedad accede entonces a una sala oscura llena de velas, según relata Navarro, donde le esperan el jefe de la organización y varios miembros de la misma. Todos llevan colgado el logotipo de El Yunque sobre el pecho a modo de cruz. Los jefes, con el colgante de color rojo; el resto, con colgante negro.
Ahí, se lee el juramento, que el propio Navarro ha publicado en su blog (pincha aquí para leerlo entero) y que dice cosas como estas:
"(...) Somos una milicia, nuestra lucha exige reserva y disciplina. Por la transcendencia de las actividades propias de la organización estas tienen primordialidad sobre cualesquiera otras, ya sean de carácter laboral, familiar o de cualquier otra índole. La naturaleza de la lucha y la perversidad de los enemigos de Dios y de la Patria hacen necesaria la reserva. Somos una milicia, muchos compañeros han muerto a manos del enemigo. Las posiciones desde las que opera la organización no deben ser conocidas por sus adversarios. Por eso se te asigna en esta ceremonia el seudónimo de N con el que serás tratado en la organización. Y tú deberás dirigirte a tus compañeros y hermanos de lucha por sus seudónimos. No conocerás más que lo estrictamente necesario para el cumplimiento de las tareas que te sean asignadas, y no deberás comentar nada de ello con nadie más que con quienes participes en cada actividad".
En sus acusaciones, Losantos señalaba que El Yunque reclutaba a menores de edad "a espaldas de los padres". Navarro lo confirma y explica la fecha en la que la Iglesia católica trató de poner freno a esto tras conocer de la existencia de la organización.
Fue en 2010, cuando el entonces arzobispo de Madrid, Rouco Varela, "les dio un tirón de orejas" y les pidió, por un lado, "no actuar de manera clandestina" y por otro "retrasar la edad de juramento a los 18 años". Esto último sí lo cumplieron, aunque el reclutamiento en muchas ocasiones se sigue iniciando cuando los futuros miembros todavía son menores de edad, ya que conlleva un proceso de varios meses.
Sus vínculos con la política
El modo de operar de esta organización no se limita exclusivamente a organizar actividades a través de sus asociaciones, sino que también extiende sus tentáculos sobre la política española.
"Se ha adaptado al modo de actuar de la derecha norteamericana, del Partido Republicano y de los think tanks norteamericanos, actuando como lobbys, haciendo presión a los políticos. Una política agresiva de choque. Aprovechan la división y la polarización para sacar rédito", explica Mata, que recuerda las manifestaciones contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por el aborto.
Entre los políticos con los que se ha ido relacionando esta organización hay varios de Vox, incluido su líder, Santiago Abascal, según cuentan tanto el propio Mata como Navarro. El primero afirma que "le dieron cancha para darle voz" e incluso le dieron el premio Hazte Oír en 2012 cuando era presidente de la Fundación DENAES, en la que Abascal trabajó con Espinosa de los Monteros. Navarro, por su parte, recuerda que "en la presentación de Vox se usó el canal de streaming de Hazte Oír".
"Él tiene ciertos favores que les debe", asevera Mata, quien afirma que Abascal "ha estado colaborando con gente de El Yunque, pero sin ser de El Yunque".
Este experto considera, aun así, que la influencia de la organización sobre Vox es "limitada" y que se circunscribe al modo en el que Abascal lleva el partido: de forma jerárquica y con secretismo. "El Yunque ha hecho que Vox sea como una sociedad secreta", dice. "No hay que caer en la simpleza de decir que controla Vox, pero sí en que han modelado la mente al joven Abascal. Le han reafirmado en su mentalidad autoritaria".
Ahora, recuerda Mata, Hazte Oír ha 'roto' con Vox por sus pactos con el PP en gobiernos como el de Castilla y León, tildándoles de "derecha cobarde", un epíteto muy utilizado por el partido de Abascal.
¿Y Espinosa de los Monteros y Monasterio? ¿Son de El Yunque como insinuó Losantos? Tanto Navarro como Mata creen que no, porque para ello tendrían que haber hecho el juramento. El segundo sí considera que puedan ser "miembros honoríficos" por su contribución a la causa de la organización, aunque admite que es difícil de asegurar. Para ello, indican ambos, habría que haber estado presentes en el juramento.
Quien sí que aportó nombres fue una madre que declaró como testigo en el juicio por la demanda de un padre, que acusó a Hazte Oír de formar parte de esta organización secreta. En su declaración, esta mujer identificó al empresario Jaime Urcelay Alonso como miembro de El Yunque (a partir del minuto 31 en este reportaje de 'Equipo de Investigación' de LaSexta), afirmando que él le confirmó que se reclutaba a menores de edad. Urcelay ha negado en numerosas ocasiones su vinculación a esta organización.
Pero pese al revuelo generado tras la polémica con Losantos, Mata considera que la relevancia de El Yunque es cada vez menor. Y más tras su alejamiento de Vox.
"Siempre intentan arrimarse a un político a ver si les influyen, pero su capacidad de influencia ya es poca. Hasta Vox les niega entrevistas a 7NN", dice en referencia a la televisión supuestamente ligada a estas organizaciones.