De las acusaciones por corrupción hasta el famoso "hijo de puta": la enemistad entre Isabel Díaz Ayuso y Pedro Sánchez

La relación entre Ayuso y Sánchez ha sido, desde el principio, lo opuesto a aquel final de película en el que se intuía el inicio de una hermosa amistad. Puede que detrás de la negativa de la presidenta de la Comunidad de Madrid a acudir al encuentro con el presidente del Gobierno haya un meditado estudio de un beneficio político ante los suyos, puede que incluso la víctima no sea Sánchez sino Feijóo, pero uno no puede evitar preguntarse de qué manera podrían entenderse Ayuso y el líder del Ejecutivo. De qué forma podrían dar paso a la conversación sosegada si la primera llegó a legar al segundo un “hijo de puta” desde la tribuna de invitados del Congreso cuando este, en su investidura, habló de “un probable caso de corrupción por parte de la presidenta”.

Desde que se dieran a conocer los manejos empresariales de su hermano Tomás, para Sánchez, Ayuso ha sido una de las principales excusas para azuzar a Feijóo. Hace apenas unos días, el presidente del Gobierno denunció desde el Congreso que, “desde la A de Ayuso hasta la Z de Zaplana, el Partido Popular tiene un caso de corrupción”. Ayuso no tardó en contestar: “Solo hace falta una letra del abecedario para señalar la verdadera corrupción que rodea a Sánchez: la B de Begoña”.

Poco después, desde la Asamblea de Madrid, Ayuso aseguró que si el fiscal general del Estado está imputado es “por obedecer a las obsesiones del presidente del Gobierno” con ella misma. “Este Gobierno utiliza prácticas mafiosas. Es un Gobierno de tiranos, de caraduras, un Gobierno que vulnera los derechos de los ciudadanos y por eso Pedro Sánchez también irá pa’lante”. A su vez, Sánchez insistió desde Bruselas en que Ayuso ha de dimitir o asumir responsabilidades por ser “la pareja de un delincuente confeso”.

Ayuso, para quien Sánchez es también “el gobernante más corrupto y violento de Europa”, ha puesto como excusa para no acudir a la reunión las acusaciones de corrupción por parte del presidente del Gobierno, unas "motivaciones" que desde Génova dicen comprender. “Hace 48 horas el presidente del Gobierno la llamó corrupta. Podemos entender que esa relación institucional está rota”, ha afirmado Borja Sémper este lunes tras reconocer, no obstante, que él sí habría acudido a la reunión.

Desde el Gobierno, Óscar López ha criticado que la líder regional no sea “capaz ni siquiera ahora de mantener un mínimo respeto institucional. ¿Cómo no vas a ir cuando te llama el presidente del Gobierno para debatir los asuntos que afectan a la Comunidad de Madrid? [...] Es una estrategia permanente de choque, de enfangarlo todo. Ha convertido la Comunidad de Madrid en el epicentro del fango y de la corrupción”.

Hasta ahora, Ayuso y Sánchez solo han mantenido dos encuentros bilaterales. El primero, en 2020, durante la pandemia, en aquel encuentro en la sede de la Comunidad, cuando hablaron ante 24 banderas, doce de España y doce de la autonomía. El segundo, en 2021, en la Moncloa, momento en el que ambos se saludaron con un choque de puños.