Carlos Flores, el profesor de Vox condenado por violencia machista que puede ser vicepresidente valenciano

El pacto del Botànic ya es historia. La suma de escaños de PP y Vox abre en la Generalitat Valenciana la puerta a un cambio de gobierno tras las elecciones autonómicas del 28-M. Los populares, liderados por Carlos Mazón, duplicaron sus resultados al pasar de 19 a 40 diputados y sacar 355.000 votos más con respecto a 2019. Mientras, Vox escaló hasta los 13 escaños y convenció a 20.000 electores más que hace cuatro años.

Para acabar con la alianza de izquierdas, el PP necesita los votos de la ultraderecha. Y no le va a salir barato. Aunque Mazón ha indicado su preferencia por un gobierno en solitario, los de Vox ya anunciaron en campaña que su presencia en los ejecutivos es una condición innegociable. "Nuestra mano está tendida, pero no dispuesta a hacer regalos ni a aceptar chantajes", señaló durante la noche electoral el líder de Vox en la región, Carlos Flores.

A las exigencias ideológicas y de sillones que los de Abascal puedan imponer, se une un difícil escollo que preocupa al PP a escala nacional: la condena por violencia machista que arrastra Flores.

Génova es consciente, y más ahora que se han adelantado las elecciones generales, que será difícil explicar cualquier pacto con Vox que implique poner como vicepresidente del gobierno a una persona condenada en 2002 por la Audiencia de Valencia a un año de prisión y al pago de 6.000 euros por un delito de violencia psíquica habitual contra su exmujer, de la que se había divorciado en 1999. El delito sería análogo a lo que hoy se denomina y tipifica como violencia machista.

"Puta, ladrona, te voy a estar jodiendo toda la vida"

Según la sentencia que publicó Levante-EMV, Flores dio un "trato inhumano, vejatorio o degradante" a su mujer, incurriendo en “21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones”. La resolución recoge cómo la maltrataba e intimidaba mientras la perseguía por la calle o cuando ella llevaba a sus hijos al colegio. "Puta, ladrona, secuestradora de niños, más que ladrona, te voy a estar jodiendo toda la vida hasta que te mueras y acabe contigo, ladrona", son algunos de los insultos que aparecen en la sentencia. En una ocasión, la hija mayor tuvo que pedir ayuda a dos agentes de la policía ante los insultos del padre. También se señalan insultos al abuelo de los niños y exsuegro del demandado.

El catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia, que se presentó en 1982 en las listas de la ultraderechista Fuerza Nueva, fue condenado además a una inhabilitación de un año para ser elegido por sufragio pasivo, la prohibición de acercarse a su exesposa durante tres años, así como una indemnización por responsabilidad civil de 6.000 euros.

Admirador del gobierno de Viktor Orbán

Una vez que fue proclamado candidato por Vox y salió a la luz esta sentencia, Flores se ha defendido señalando que las penas "no son de por vida" y que la sentencia recoge hechos que pasaron hace 20 años. "Todos, en un momento determinado de nuestras vidas, hemos dicho o hecho cosas de las que luego te arrepientes", dijo. Pese a las diferentes informaciones publicadas, Vox no se planteó en ningún momento cambiar de candidato.

Casualidad o no, una de las promesas que Vox ha hecho durante toda la campaña en la Comunidad Valenciana ha sido la de derogar la ley integral contra la violencia que tiene en vigor la región. Además, ha propuesto eliminar el requisito lingüístico en el acceso a plazas del profesorado y de la administración pública o suprimir las ayudas públicas que generan "un efecto llamada a la inmigración ilegal”. Según expresó en una reciente entrevista en El País, su "referente político" es el gobierno de Viktor Orbán.

Un trágala para el PP que se suma a todas las consecuencias políticas que tendrá para los de Feijóo los posibles pactos con la ultraderecha en numerosos consistorios y parlamentos autonómicos.