Sánchez y el maratón de debates electorales: "Quien no arriesga no gana"
El presidente del gobierno vuelve a sorprender planteando hasta seis 'cara a cara' con Feijóo. “Es como si llevara el traje de líder de la oposición”, dice un veterano del PP.
Normalmente, quienes están en el poder suelen rehuir los debates parlamentarios. Desde la atalaya que es la Moncloa, la estrategia siempre solía pasar por elevarse con anuncios de impacto y evitar riesgos como aceptar una cascada de debates en los medios de comunicación. Pero Pedro Sánchez también le ha dado la vuelta a esto, descolocando a su rival directo, Alberto Núñez Feijóo. Corrigiéndose así mismo con respecto a campañas anteriores, ha propuesto hasta seis cara a cara con el líder de la oposición. “No, no y seis veces no”, vinieron a contestar en el PP, tal y como publicó El HuffPost.
No se le puede negar al jefe del Gobierno la capacidad de sorprender, de pillar con el pie cambiado al adversario político, de tomar la iniciativa. “En nuestro caso, quien no arriesga no gana”, en palabras de un alto cargo socialista. Justo una semana después de su último golpe de efecto, anunciando los comicios generales para el 23 de julio, el presidente y todos sus portavoces se lanzaron a iniciar la semana proclamando la necesidad de contrastar modelos sobre los principales problemas del país. “Debates para conocer y contrastar modelos, para desterrar el insulto y reivindicar el respeto en la democracia, para argumentar desde los datos y no desde los bulos”, según las fuentes oficiales.
Un nuevo giro de guión con el que Sánchez volvía a mutar. Con Pablo Casado se negó ni tan siquiera a mantener un cara a cara y su equipo siempre exigió un debate coral, con el resto de candidatos. La diferencia es que entonces el PSOE partía con ventaja en las encuestas y era el PP el que debía cambiar las tornas. Ahora, tras el duro varapalo en las elecciones autonómicas y locales y con unas estructuras muy desmoralizadas por la pérdida generalizada de poder, el presidente tiene la determinación de que sólo arriesgando puede resistir y mantenerse cuatro años más en la Moncloa.
“Parece como si Sánchez estuviera vestido con el traje del líder de la oposición y Feijóo con el del presidente. El primero, intentando llamar la atención y buscando incomodar al segundo, que con no cometer errores está seguro de que va a llegar al Gobierno”, según el diagnóstico de un veterano dirigente del PP, compartido por dirigentes políticos de distinto signo. A saber, el presidente ha propuesto un cara a cara con Feijóo cada semana de aquí a la cita con las urnas además de debates sectoriales sobre economía, cambio climático, igualdad, políticas sociales y sanidad o pensiones.
En la intrahistoria, además, está la seguridad del Gobierno de que si el debate se centra “en la gestión”, el PP pierde argumentos. “La economía española va como una moto”, ha llegado a asegurar Sánchez, alertando de que derogar sus reformas frenará el crecimiento. “El PP hace meses que no habla de economía. No se le conoce ninguna propuesta. Si le quitas a Bildu, se quedan sin nada”, aseguran no pocas voces socialistas. Si bien, lo cierto es que Bildu fue una de las claves del destrozo electoral para Sánchez del 28 de mayo, y de ahí que ahora trate de alejarse lo máximo posible de quien ha sido un habitual socio parlamentario.
El PP se apresuró a denostar la propuesta de Sánchez calificándola de “excéntrica”. Según las fuentes consultadas, Feijóo “por supuesto que debatirá” pero de forma “equilibrada”, sin caer en “las trampas” de Sánchez. “Se les nota demasiado nerviosos, empiezan a asumir que el 23 de junio se termina su tiempo”, dicen en Génova, augurando una dura confrontación política de aquí a las elecciones. “Lo del dóberman se les ha caído, lo que ha planteado Sánchez son debates”, replicaron en Ferraz. Si bien, ambas partes son conscientes de que la campaña será embarrada.
“¿Qué ha conseguido Sánchez? Volver a tomar la iniciativa y, además, retratar a Feijóo. Nosotros ofrecemos confrontar propuestas y debatir y es el PP el que dice que no. Feijóo le tiene miedo. Nunca le han salido bien los rifirrafes en el Senado”, remataron las fuentes consultadas en el PSOE. Además, la encuesta de 40dB para El País y la Cadena SER, según la cual la izquierda tendría alguna oportunidad siempre y cuando Sumar integra a Podemos, dio cierto oxígeno político a unos cuadros del partido todavía muy bajos de moral.
“Está pasando como con las autonómicas y generales, que en el PSOE se tiraron semanas hablando de remontada, de que Sánchez estaba fuerte, de que lo iban a conseguir, pero las urnas fueron tozudas. La gente no quiere a Sánchez. No hay más. El del 23 de julio veremos un voto masivo contra Sánchez”, zanjaron en Génova, donde buscan alcanzar los 150 escaños. “¿Miedo a los acuerdos con Vox? Yo creo que no”, insistió en conversación informal con este diario un barón territorial, enfrascado estos días en su propia negociación para alcanzar el poder.