Alejandra Jacinto (Sumar): "Queremos regular los alquileres sin que se anteponga la voluntad especulativa de algunas comunidades"
Entrevista con la portavoz de campaña de Sumar en materia de vivienda: "La relación entre Podemos y Sumar ahora es positiva".
Hace poco más de un mes que acabó la campaña de las elecciones autonómicas del 28 de mayo, a las que acudió como candidata de Podemos a la Comunidad de Madrid, y ahora Alejandra Jacinto (Madrid, 1989) vuelve a subirse a la rueda electoral como portavoz de campaña de Sumar, el partido de Yolanda Díaz, en materia de vivienda.
Un tema en el que se siente cómoda, como abogada experta en vivienda y activista antidesahucios, y sobre el que explicó hace pocos días las propuestas sobre este asunto de la formación liderada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.
¿Cómo va la campaña?
Va muy bien, hay vientos de remontada y sin duda creo que la gente está esperando a que lleguen las elecciones el día 23 de julio para revalidar un proyecto de país a favor, un proyecto de país en el que nos jugamos muchas cosas: que haya derecho a la vivienda, que bajen los precios de los alquileres, que la sanidad extienda sus prestaciones... En definitiva, un proyecto de país que tenga en cuenta la vida de las personas y creo que las elecciones van a salir muy bien.
Las encuestas apuntan a una batalla por la tercera posición con Vox ¿Cómo tienen pensado movilizar al electorado de izquierdas para imponerse?
Es importante tener en cuenta que la campaña que estamos que estamos planteando es una campaña que interpela a la gente corriente, a la gente normal, sobre los problemas cotidianos que tienen en su vida, como pueden ser la subida de los precios de las hipotecas, la subida de los precios de los alquileres o la cesta de la compra. En definitiva, todas esas cuestiones materiales que tienen que ver con nuestro día a día y con la inseguridad que sufren muchas personas a día de hoy, a pesar de que los datos macroeconómicos son buenos, pero que a veces no tienen toda la traslación en el bolsillo concreto de cada persona. En ese sentido, vamos a seguir centrando la campaña en todas las propuestas que estamos poniendo encima de la mesa. Somos el único espacio político que está expresando bien cuáles son esas propuestas. La gente puede saber qué opinamos sobre una reforma fiscal ambiciosa para que los que más tienen, más paguen, o cuáles son nuestras propuestas en vivienda. Frente a eso, nos encontramos unos partidos del 'no a todo'. No al derecho a la vivienda, no a los derechos de las mujeres, no a los derechos de las personas LGTBI. A lo mejor sí a la subida de la edad de jubilación. En definitiva, creo que frente a esa propuesta del no, del derogar todo, nosotros vamos a favor. Vamos con una propuesta del sí, del sí a mejorar las vidas de la gente, de sí a vivir mejor y sí a tener una vida más feliz.
La semana pasada usted fue una de las personas que presentó el programa de Sumar, concretamente la parte dedicada a la vivienda. Llamó la atención una de las propuestas, la de crear dos millones de viviendas sociales en la próxima década. ¿Puede explicarla?
Cuando hablamos de vivienda hay que tener en cuenta que tenemos un problema que es fundamental: la inseguridad residencial. Muchísimas familias en este país no saben si van a poder pagar la hipoteca al mes que viene como consecuencia de la subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo. Muchas familias no saben si van a poder pagar el alquiler por la burbuja de precios que hay en los alquileres. En definitiva, viven insegurad sobre si van a poder seguir viviendo en esas casas. Hay muchísimos jóvenes que no pueden siquiera aspirar a emanciparse. Frente a esa situación de inseguridad residencial, que pone de manifiesto una situación de crisis habitacional sin precedentes, nuestras propuestas son muy ambiciosas y son tanto a corto plazo, como a medio y largo plazo.
Si hablamos de propuestas a largo plazo para resolver un problema estructural que tenemos en materia de vivienda en nuestro país, eso pasa por consolidar un verdadero parque público y social de alquiler asequible, tal y como tienen muchos países de nuestro entorno, como Austria o Países Bajos. Tenemos que dejar de estar a la cola de Europa, dejar de ser una anomalía europea si hablamos de parque social asequible. Es una propuesta ambiciosa, de país, que es apostar por consolidar ese parque, de dos millones de viviendas en los próximos diez años. Es importante que para eso destinamos el 1% del PIB. Todas las propuestas que no vayan acompañadas de suficiente financiación, al final son papel mojado, porque si no las financias es imposible ponerlas en marcha. Para eso, vamos a utilizar todas las herramientas que están a nuestro alcance para movilizar vivienda vacía. Salían datos la semana pasada absolutamente preocupantes sobre que hay casi cuatro millones de viviendas vacías en nuestro país, 400.000 más que hace diez años. Vamos a permitir que las administraciones públicas encuentren y tengan herramientas para poder comprar vivienda barata a precio barato, para aumentar los parques de vivienda.
Y luego, sin duda, si hace falta, en algún lugar, apostar por promocionar vivienda pública, por promocionar vivienda asequible, también vamos a hacerlo. Con todas esas herramientas disponibles por parte de la administración, vamos a poder consolidar un parque de vivienda a la europea. Queremos poder vivir a la europea y que la edad de emancipación se sitúe en los en los niveles que está en Europa. Hay que recordar que los jóvenes en Europa, de media, se emancipan a los 26 años, y sin embargo, en nuestro país no lo hacen hasta casi alcanzar la edad de 31 años. Ese es un problema estructural que tenemos y que se soluciona con medidas estructurales de calado. Pero también hay que atajar la problemática que tenemos en la actualidad y que tiene que ver con los precios. Por eso queremos regular los precios de los alquileres y hacerlo garantizando la aplicación de la Ley de Vivienda en todos los lugares, en todos los rincones del país, allá donde sea necesario, sin que se pueda anteponer la voluntad ideológica y especulativa de determinadas comunidades autónomas por encima de la necesidad de que bajen los precios.
¿Pero cómo se puede hacer eso si las competencias son autonómicas?
Hay que tener en cuenta que, si bien la competencia en materia de vivienda en todo lo que tiene que ver con con promoción, con rehabilitación de vivienda, en algunos elementos, son autonómicas. Si hablamos de control de precios y si hablamos de garantizar la igualdad de acceso a derechos de todos los españoles, encontramos, por ejemplo, en el artículo 149.1 de la Constitución que el Estado tiene esa competencia a la hora de garantizar la igualdad de derechos de los españoles. Una pregunta que yo creo que hay que hacerse es por qué, por ejemplo, un joven que vive en Barcelona o en Pamplona, donde parece ser que se va a aplicar la Ley de Vivienda, sí que va a poder disfrutar de esa bajada de los precios y, sin embargo, un joven que vive en Madrid va a tener que verse sometido y secuestrado por esa voluntad especulativa que tiene Ayuso. Yo creo que es una injusticia. En ese anclaje constitucional que tenemos a partir del artículo 149, también en alguna sentencia del Tribunal Constitucional, encontramos que la competencia de regulación de precios, de regulación de los arrendamientos urbanos y sobre todo, la competencia de dar esa garantía de igualdad en el acceso a todos los españoles, podemos encontrar la fórmula para modificar la Ley de Vivienda. Y para que sea obligatorio, en el caso de que las comunidades autónomas no quieran hacerlo, que tengan que declarar zona tensionada y, por tanto, aplicar la regulación de precios y bajar los precios.
También hay una derivada de la Ley de Vivienda que estamos viendo que no se está cumpliendo, que es que hay muchas agencias que siguen cobrando honorarios pese a que la ley lo impide. Ustedes han propuesto mejorar la Ley de Vivienda, ¿cómo se puede mejorar este aspecto?
La ley de Vivienda es sin duda un buen punto de partida para cambiar el paradigma de cómo hemos entendido la vivienda durante todo este tiempo en nuestro país. Se ha entendido siempre como un bien de mercado, en vez de como un derecho. Eso ha sido así históricamente. No en vano, en nuestro país se han construido millones de viviendas públicas que al final han sido privatizadas. Eso ha sido un profundo error en la concepción de la vivienda. En ese sentido, la ley Vivienda viene a cambiar ese paradigma, pero es cierto que no ha llegado todo lo lejos que nos hubiera gustado y ahora tenemos una oportunidad de hacerlo si Sumar tiene un gran resultado el próximo día 23 de julio. Necesitamos tapar todas esas vías de agua por las cuales se está encontrando la especulación un camino para sortear la aplicación de la ley. Hablamos, por ejemplo, de que efectivamente hay agencias inmobiliarias que están saltándose directamente la ley, intentando repercutir esos honorarios, esos costes de agencia, a los inquilinos, que no lo permite la ley. Y habrá que tener también un régimen de inspección y de sanción que habrá que desarrollarlo en la propia ley para que se pueda atajar esa problemática. En ese sentido, todo lo que tiene que ver con el alquiler de temporada. El otro día buscaba en Idealista y veía que gran parte de los anuncios decían no, ya no es un alquiler de uso normal, sino un alquiler de temporada. Porque han encontrado por ahí la vía de escape para poder seguir especulando. Hay que modificar la ley para incluir todos esos aspectos que se han quedado fuera. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con los pisos turísticos para que no sean vías de escape a la especulación. Nosotros tenemos la voluntad firme de hacerlo y lo vamos a poder hacer si Sumar tiene un gran resultado electoral el próximo día 23 de julio.
Usted se quejó amargamente en redes de la decisión del Gobierno de no prorrogar la congelación de los precios en los contratos de alquiler que se renuevan. ¿Qué le pareció esta decisión?
Que es una decisión equivocada, porque con la que está cayendo, con los precios de los alquileres por las nubes, mermar las garantías y las necesidades de las personas de poder continuar disfrutando de sus contratos de alquiler por más tiempo sin verse sometidos a una posible subida del precio, es un error. Cualquier persona o cualquier familiar con el que hablemos, cualquier amigo, sabe que uno de los problemas principales que tiene este país son los precios de la vivienda y lo que significa eso es que hay una dificultad en el acceso a la vivienda. Desde ahí, creo que las administraciones públicas tienen toda la responsabilidad en poner en marcha todos los mecanismos habidos y por haber para bajar los precios y para garantizar que la gente deje de sufrir esa incertidumbre en su vida y tenga la tranquilidad de saber que va a poder seguir pagando su alquiler o de que va a seguir pudiendo pagar su hipoteca.
La parte socialista de la coalición dijo que la Ley de Vivienda tiene mecanismos para paliar que esta medida no se prorrogue.
No es cierto. La Ley de la Vivienda, si bien tiene algunos buenos mecanismos, la aplicación, por ejemplo, de la posibilidad de prórroga de los contratos, no va a entrar en vigor o no se va a aplicar hasta dentro de unos cuantos años. En ese sentido, todo lo que sea mejorar la ley, y además hacerlo para que sea un instrumento lo más eficaz posible para que bajen los precios de una vez por todas y para que la gente, el día de mañana, se pueda meter en Idealista y vea precios asequibles, es una responsabilidad que tenemos por parte de los poderes públicos.
Usted viene de Podemos, a nivel personal, ¿cómo ha sido la integración en el equipo de Sumar?
Bueno, yo vengo de Podemos y soy de Podemos también. Estoy encantada de ser portavoz de campaña en materia de vivienda en Sumar. Creo que es lo que toca hacer ahora, sumar precisamente. Y desde luego, poner todas las energías, todos mis conocimientos y mi trayectoria profesional en defensa del derecho a la vivienda como abogada, durante mucho tiempo, al servicio de esta causa tan noble como es Sumar. E intentar revalidar ese gobierno de coalición para que la gente tenga derecho a tener vidas mejores.
Después de la decepción que hubo en Podemos por la no inclusión de Irene Montero en las listas, ¿cómo está la relación entre Podemos y Sumar?
Creo que la relación ahora es una relación positiva. Estamos haciendo campaña, estamos todos concentrados en eso, en todas las partes del país. Yo vengo precisamente ayer [por el domingo] de Barcelona, de un acto con En Comú Podem, en el que estábamos todas las fuerzas políticas haciendo campaña para conseguir que Sumar tenga un buen resultado. Porque esa es la garantía de que la vida de la gente sea más fácil, sea más tranquila y sea mejor.
¿Entiende la decepción de algunos votantes de Podemos ante esta decisión?
Bueno, yo siempre entiendo, pero sí que creo que todos tenemos claro que ahora lo que toca hacer es sumar, poner en valor un acuerdo histórico entre 15 formaciones políticas que tenemos unas propuestas muy concretas, unas propuestas para ganar el país y para hacer de este país un país mejor. En ese sentido, creo que más allá de ese tipo de elementos, tenemos que estar todos concentrados en en remar a favor y en tener un gran resultado electoral. Y recordarle a todo el mundo que al final el voto a Sumar es el voto decisivo en esas elecciones, porque es el que va a permitir revalidar un gobierno de coalición, un gobierno a favor de los derechos y no un gobierno en contra de absolutamente todo.
Las encuestas apuntan a que el PP ganará y que dependerá de Vox, ¿cree que, si gana Feijóo, terminará cediendo una vicepresidencia a Abascal?
Yo creo que es evidente que el señor Feijóo, por mucho titubeo aparente, a la hora del ahora no tiene ningún problema con pactar con Vox. Pero incluso voy un paso más allá. Es que lo hemos visto con Isabel Díaz Ayuso. Ella no necesita Vox y representa perfectamente bien la agenda de la ultraderecha, la hace suya y es más, gobierna haciendo gala de esa agenda. A la hora de plantear propuestas, de hablar del no a todo, de derogar todo, de no conocer prácticamente ninguna propuesta del señor Feijóo para que a los españoles les vaya mejor, coincide al 100% con la ultraderecha. Te diría que es que incluso a mí, en lo personal me da un poco igual, porque en el momento en el que tú asumes esa agenda ultra, en el fondo estás representando perfectamente bien los intereses de esa agenda ultra. Y aun así, creo que, como ya lo hemos visto en todos los pactos en gobiernos autonómicos, a la hora del ahora no les tiembla el pulso para incluir a Vox en el Gobierno.
¿Qué supondría para el país que entrase la ultraderecha a La Moncloa?
Pues es sin duda un retroceso. Una España del pasado a la que no queremos volver la mayoría de las personas en este país. Este país es un país progresista, es un país que cree en la diversidad, que cree en el horizonte de poder tener una vida buena, de vivir mejor. Y no queremos volver a una España en blanco y negro. En ese sentido, creo que es un profundo error ese anhelo melancólico que parece que por parte de algunas personas puede estar ahí. Habría que estudiar más y leer más libros de historia para saber lo que supuso eso para nuestro país, el daño que supuso. A partir de ahí, nosotros tenemos absolutamente claro que lo que quiere la gente es prosperidad, es la España del siglo XXI, es el país diverso, es el país que representa también el derecho a ser felices. Y creo que eso es lo que representa nuestro espacio político.
Habla de retroceso, ¿qué derechos teme que puedan desaparecer si esto ocurre?
Ellos están hablando y lo están demostrando. Retroceder en todos los derechos que puedan retroceder. Tanto derechos civiles, derechos políticos, derechos para las mujeres y derechos para determinados colectivos, como las personas LGTBI. Pero también hablamos de derechos sociales, de cómo niegan, por ejemplo, el acceso a la vivienda y se postulan inequívocamente a favor de la barra libre, de la especulación inmobiliaria. Es una propuesta de retroceso en todos los derechos que hay, desde los derechos civiles más elementales, hasta los derechos sociales, que son los que te garantizan tener una vida mejor. Hablan de acabar con la libertad, es algo tan grave como eso.