Ahora, a por los Presupuestos
Sánchez augura una legislatura larga tras el pacto con Junts. La crisis en el PSOE se extiende por tercera semana consecutiva.
Por tercera semana consecutiva, el principal partido del Gobierno ha vivido inmerso en una especie de tormenta perfecta, sacudido por las consecuencias del caso Koldo y las nuevas cesiones a Junts para aprobar la ley de amnistía. Pero, al menos, en el PSOE están hoy más convencidos que ayer de que la legislatura va a seguir adelante. “Y lo que necesitamos es tiempo”, reconocen en privado destacadas figuras del Gobierno.
Pedro Sánchez apuntó que las próximas elecciones generales se celebrarán en 2027. Tiempo de sobra para enderezar el rumbo, arguyen los suyos. “El barco no se va a hundir”, aseguran, tal y como avanzó El HuffPost. “Este año será muy complicado. Las elecciones europeas no nos irán bien y el regreso de Carles Puigdemont -previsiblemente en verano- generará controversia”, reconocen las fuentes consultadas. Pero pasarán los meses, añaden, “y desde el Gobierno también reactivaremos nuestra agenda social, aplaudida por una parte muy importante de los ciudadanos”.
Ahora lo que toca es resistir, a ojos del equipo del presidente. Aguantar el tirón y esperar a que se disipe una tormenta que ya dura demasiado a tenor de los comentarios que off the record se escuchan en las estructuras territoriales.
El nuevo cambio de opinión de Sánchez, en apenas unos días, con respecto a los delitos de terrorismo y alta traición fue acogido con sarcasmo por el sector crítico del partido. “Era lo esperado. A estas alturas, lo raro es que se mantenga firme en lo que dice”, en palabras de un responsable territorial.
La zozobra por las revelaciones sobre la trama de Koldo García y sus ramificaciones, que sigue copando las portadas de los medios de comunicación, y todo lo relativo a la amnistía es indisimulada una vez te alejas del entorno de Sánchez. En este sentido, algunos cargos consultados por este periódico reconocieron su “estupefacción” al escuchar a Félix Bolaños sacar pecho con tanta vehemencia del pacto con los independentistas. “Quiero concluir felicitándome y diciendo gracias a las personas que lo han hecho posible”, dijo el ministro desde el patio del Congreso.
“En mi tierra, todo el tema de la amnistía y de las prebendas a los independentistas no se entiende nada. Al revés, disgusta. También a nuestro votante. La sobreactuación no es buena. Lo que queremos todos es que esto pase cuanto antes y el Gobierno apruebe medidas que conecten con la gente”, según el resumen de un dirigente andaluz, que lamenta que Junts “incluso con lo que ha logrado, siga amenazando con el referéndum”.
Tras la ley de amnistía, llegarán los Presupuestos Generales del Estado. La pieza angular para que la legislatura dure y Sánchez tenga ese tiempo precioso para dar la vuelta a las encuestas. “Saldrá la ley de amnistía y saldrán las cuentas públicas”, se muestran confiados en la Moncloa. De momento, continúan prorrogados los del año pasado. “Quiero dejar muy claro en esta tribuna que el Gobierno va a presentar un proyecto de PGE para 2024. Lo va a remitir a las Cortes Generales”, proclamó esta misma semana María Jesús Montero desde el Senado.
Dicho esto, en el PSOE son conscientes de que también en esta cuestión sus socios parlamentarios harán sufrir a Sánchez. Habrá nuevas dosis de teatro, de negociación hasta el final, pronostican, pero al final saldrán adelante las cuentas públicas. En privado, Sánchez se ha mostrado muy seguro de ello. “Habrá noticias pronto”, sugieren en Moncloa.
Aún con PGE, en el PP ven al Gobierno “en descomposición”. “La única diferencia es que la descomposición será más lenta en la que Sánchez tendrá que seguir cediendo con tal de estar en Moncloa”, según las fuentes consultadas.
La estrategia de Alberto Núñez Feijóo pasa por seguir protagonizando una oposición muy dura al tiempo que dejan “en los huesos” a Vox, el partido de Santiago Abascal.
“La amnistía no es un paréntesis en la trama de corrupción del PSOE. La amnistía es la peor corrupción de todas porque supone la venta de España por siete votos”, resumen formalmente en el principal partido de la oposición. Para los portavoces de Feijóo, “el sanchismo pudre todo lo que toca”, y de ahí que hayan vuelto a enfriar las posibilidades de pactar con el Ejecutivo la renovación del CGPJ.