Acelerón negociador con los focos puestos en Leonor
Moncloa busca cerrar el pacto con los independentistas para que la investidura se pueda celebrar después de la jura de la princesa.
El Congreso de los Diputados volverá a abrir sus puertas la próxima semana aunque no será para acoger el debate de investidura ni tampoco para el control ordinario del Gobierno, como lleva semanas reclamando el PP. El martes, jura la Constitución la princesa de Asturias al cumplir la mayoría de edad, y al acto asistirán todos los poderes del Estado. Han declinado la invitación varios socios parlamentarios de Pedro Sánchez, destacando el PNV. De Sumar estará una delegación encabezada por Yolanda Díaz, la vicepresidenta en funciones.
Para el PSOE, la jura de doña Leonor es un punto de inflexión de cara a sus propios cometidos. Los próximos días, razonan los cargos consultados por este diario, los focos estarán puestos en la princesa de Asturias y en la liturgia institucional que conlleva el paso que va a dar. La expectación mediática es ciertamente muy alta. Y en ese contexto toca un “acelerón” de las negociaciones para lograr que Sánchez sea investido presidente antes del 27 de noviembre, fecha límite para evitar la repetición electoral.
Cabe recordar que Sánchez pretendía llegar a la cita de la semana próxima con un Gobierno ya en plenas facultades ejecutivas. Así lo afirmaron en su día desde su equipo más directo. Si bien, armar el puzle de la investidura no está siendo nada fácil. De hecho, Francina Armengol todavía no ha puesto fecha para la sesión de investidura, aunque las fuentes consultadas por El HuffPost apuntan a la segunda semana de noviembre, si es que no hay más retrasos.
“Lo lógico es que después del acto de la princesa de Asturias tengamos noticias. Si en los próximos días Armengol no fija la fecha es que no hay acuerdo y entonces sí que hay motivos para que salten las alarmas. Los márgenes se reducen cada vez más”, según la reflexión de un diputado socialista, en conversación informal con este diario. Los días 10 y 11 se celebra en Málaga el congreso de los socialistas europeos, y Sánchez pretende asistir habiendo superado la votación de investidura.
El apagón informativo, eso sí, continúa siendo prácticamente total por parte de Moncloa. “Tenemos la investidura cada vez más cerca”, es lo más que ha dicho Sánchez, sin entrar en más detalles. El presidente contestó a preguntas de los periodistas en Bruselas el miércoles después de que, un día antes, se negara a ello en la presentación de su acuerdo con Díaz. Los corresponsales de los medios de comunicación acreditados en Moncloa han protestado por la reducción paulatina de preguntas al término del Consejo de Ministros. Según Isabel Rodríguez, la portavoz del Ejecutivo, habrá “transparencia” una vez se cierren los acuerdos.
Tal es el grado de opacidad que el presidente se sigue negando a hablar de la amnistía, que citó hace unas semanas por la enorme presión mediática y política. ¿El motivo? “Primero tiene que estar el acuerdo, después llegarán los detalles del mismo”, según las fuentes consultadas. Es decir, no quiere asumir el coste de una decisión tan impopular si finalmente todo se va al traste. Y lo cierto es que ERC y Junts cada vez suman más exigencias pera enfado y desconcierto del lado socialista.
“Lo llevamos diciendo desde que comenzó esto. Aquí tienen que ceder todas las partes. Todas. Si vamos de nuevo a elecciones, los votos independentistas pueden no tener valor y entonces caerían en la irrelevancia. ¿De verdad buscan eso? ¿De verdad Puigdemont quiere no pintar nada en la política española otra vez?”, expone un alto cargo socialista, para argumentar que finalmente “habrá pacto” tras unas dosis altas de teatro, tiras y aflojas y nerviosismo. La inmensa mayoría del poder político y empresarial se declina en este sentido.
Si tal extremo se produce y hay fumata blanca, en Moncloa conceden que en ese momento tendrán que dar la cara y asumir las consecuencias de lo pactado. Es entonces cuando llegará “la pedagogía” y se explicará “por tierra, mar y aire” que “gracias al pacto con los independentistas, se podrán aprobar medidas como las pactadas con Sumar” esta semana. A saber, la semana laboral de 37,5 horas, el impuesto a la banca y las grandes energéticas o el aumento de vivienda pública.
Si bien, el Ejecutivo aún no está en esa fase, para inquietud de las estructuras territoriales. Este sábado, Sánchez ha convocado al comité federal y espera contar con el respaldo de la inmensa mayoría del máximo órgano entre congresos que tiene su formación. El objetivo de la cita es convocar una consulta a la militancia que valide el pacto del PSOE y con Sumar y también con los independentistas, aunque sin concreciones. “No podemos entrar más en el detalle” y por ello se preguntará “si están de acuerdo en que logremos una mayoría”, en palabras del propio Sánchez este viernes desde la capital comunitaria. Emiliano García-Page, muy crítico con sus planes, acudirá al cónclave “y hablará a puerta cerrada”, avisa su equipo.