Las 5 personalidades que han emprendido el mismo viraje político que Ramón Tamames
En el panorama militante y cultural se encuentran otros ejemplos de cambios ideológicos tanto hacia la derecha como hacia la izquierda y la rebeldía.
"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida", canta Rubén Blades en Pedro Navaja, y que cambia, que Todo cambia, entonaba Mercedes Sosa. Y no será la política española una excepción, por mucho que se diga que hay dos Españas condenadas al revanchismo y el frentismo perpetuos.
El viraje de Ramón Tamames, de flamante exdirigente del PCE y fundador de IU a candidato de la moción de censura de la ultraderecha, no es una excepción. Desde personajes de la cultura como otros destacados miembros de partidos de derecha e izquierda, incluso de grupos terroristas, han cambiado de chaqueta en nuestro país.
Hay cambios de órbita más copernicanos que otros, más rápidos y más lentos, y otros que se dilatan tanto que sus protagonistas bien podrían obtener el título de paseantes ideológicos.
1. Jorge Vestrynge, del neofascismo a Podemos
En su adolescencia, sus ideas estaban más cerca del neofascismo, estuvo vinculado a los Guerrilleros de Cristo Rey y al grupo neonazi Círculo Español de Amigos de Europa. Fue alumno aventajado de Manuel Fraga y uno de los fundadores de Reforma Democrática, que después mutaría a Alianza Popular (AP) antes de transformarse definitivamente en el Partido Popular.
Con AP, Vestrynge fue diputado entre 1982 y 1989, y dirigió la secretaría general de ese partido entre 1979 hasta 1986. También fue candidato a la alcaldía de Madrid en 1983, siendo derrotado por Enrique Tierno Galván.
Su acercamiento a la izquierda fue paulatino, mostrando cada vez más similitudes en su pensamiento, sobre todo en lo referente a Economía y avances sociales. Esta deriva le llevó a enfrentarse con Fraga, con el que rompió definitivamente en 1986, abandonando AP y fundando Renovación Democrática, su propio partido, con el que se unió al Grupo Mixto del Congreso de los Diputados.
Dos años más tarde, en 1988, pidió ingresar en el PSOE, algo que no se hizo efectivo hasta 1993. Pero también se dio de baja del socialismo, y pasó a colaborar con el Partido Comunista de España (PCE) e Izquierda Unida (IU).
Su regreso a la política nacional vino de la mano de Pablo Iglesias en 2014. Antes protagonizó un escrache frente a la casa de la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Saenz de Santamaría y hasta fue desalojado por la Policía Nacional en una protesta en defensa de un centro social okupado en Madrid. Su tibieza con el Frente Nacional, el partido ultraderechista francés, y sus posiciones contra la inmigración masiva le valieron su salida de la primera línea de acción del partido morado.
Es padre de Lilith Vestrynge, actual secretaria de Organización de Unidas Podemos y secretaria de Estado para la Agenda 2030.
2. Rosa Díez, de entrevistarse con Fidel Castro a pedir el voto para el PP
La expolítica socialista, fundadora de la extinta UPyD y defensora después de una alianza PP-Ciudadanos-Vox en 2019, llegó a entrevistarse con Fidel Castro en los 90, y las críticas la persiguieron durante décadas. Fue en el marco de unas jornadas de promoción empresarial en La Habana, donde Díez fue para ayudar en la promoción de las empresas euskaldunas.
Sin embargo, si bagaje político dista mucho de acercarse al comunismo castrista... más bien todo lo contrario. En los primeros años del siglo XXI coqueteó en varias ocasiones con Ciudadanos cuando Ciudadanos aún era Ciutadans, y se limitaba solo a Cataluña. Esto la llevó a abandonar el PSOE y fundar Unión Progreso y Democracia (UPyD), donde también la siguieron figuras como el filósofo Fernando Savater.
Tras cosechar unos dignos resultados en un periodo marcado por el bipartidismo, en 2015 UPyD se hundió estrepitosamente, dejando su espacio y votos al ya partido nacional de Albert Rivera. La agonía de UPyD duró unos años más hasta que finalmente se extinguió, en un recorrido muy parecido a la formación que impulsara Albert Rivera, hoy agonizante.
Tras esa aventura liberal que pretendía dar muerte al bipartidismo y regenerar democráticamente España, según promulgaba Díez, acabó acercándose mucho al Partido Popular de Casado, para el cual pidió el voto y hasta participó en algunos de sus actos públicos en Cataluña. Llegó a pedir una alianza entre el Partido Popular, Ciudadanos y Vox para las elecciones de 2019, ya que lo veía como la única manera de acabar con el proyecto "bolivariano" de Pedro Sánchez. De Fidel Castro a aquello, hay un buen trecho.
3. Toni Cantó y su paseo por la derecha política
Primero UPyD, después Ciudadanos y finalmente el PP. Si hay un político que se haya paseado desde el centro liberal hasta los confines de la derecha, ese es Toni Cantó, que antes de nada fue actor, donde también representó a una buena cantidad de personajes.
Aunque coqueteó con Ciudadanos desde 2006, año en que se afilió a la formación naranja, primero debutó en la política municipal de su localidad, Torrelodones, donde se presentó por la lista Vecinos por Torrelodones (VxT) en las elecciones de 2007, sin embargo, iba quinto en la lista y la formación solo cosechó cuatro ediles.
Desde 2008 a 2015 se afilió a UPyD, partido con el cual fue diputado por Valencia hasta 2015. En aquella época, sus principales reivindicaciones fueron contra la política lingüística de la Generalitat de Cataluña, la ley electoral y la mejora de la legislación cultural. En 2015, tras las sucesivas derrotas de UPyD, se dio de baja por las discrepancias que tenía con la dirección nacional del partido y paso a formar parte de Ciudadanos, por quien concurrió en las elecciones a la Generalitat como número dos.
El 15 de marzo de 2021, sin embargo, su idilio con el partido que ya dirigía Inés Arrimadas, terminó. Anunció que abandonaba su puesto como portavoz en las Cortes Valencianas y el resto de cargos. Sin embargo, su orfandad política duró cinco días, ya que el 20 de marzo anunció que se presentaba en las listas del PP para las elecciones del cuatro de mayo. Sin embargo, al no estar empadronado en la Comunidad, finalmente no pudo concurrir en las listas populares.
Sin embargo, tras la aplastante victoria de Isabel Díaz Ayuso, entró a dirigir la Oficina del Español, una institución de nueva creación de la que no se sabe bien a día de hoy a qué se dedicaba, pero por la que tenía estipulado un sueldo de 75.084 euros anuales. Pocos meses después, el ocho de septiembre, también abandonó ese cargo. Ahora conduce un programa de entretenimiento en una cadena televisiva.
4. Joaquín Leguina, último presidente socialista de Madrid, acusado de ayuser
Fue el último presidente del PSOE en la Comunidad de Madrid, o lo que es lo mismo, el último con un signo diferente al del Partido Popular (Obviando el Tamayazo). Sin embargo, a pesar de que a lo largo del tiempo no se desvinculó tajantemente del PSOE, su disenso viene siendo una constante desde 2014.
Aquel año publicó Historia de un despropósito, en la que cargaba contra la denominada como Nueva Vía, que impulsó dentro del partido José Luis Rodríguez Zapatero. De ahí, hasta colaborar en tertulias de la derecha mediática y a mostrarse abiertamente disconforme con el devenir del PSOE, con el que cada vez tenía más discrepancias. Hasta que llegó 2021... y todo estalló.
Participó en varios actos de campaña junto a Isabel Díaz Ayuso para las elecciones de mayo de ese año, un hecho que le enfrentó definitivamente contra el partido que le tuvo en su seno hasta que en diciembre de 2022 le expulsó definitivamente vía burofax.
Fue propuesto, ironías de la vida, por Toni Cantó como posible candidato para la moción de censura de Vox, que finalmente comandará el casi nonagenario Tamames.
5. Macarena Olona, de azote de la ultraderecha a azote contra la ultraderecha
Tiene a todo el mundo despistado. No sé sabe bien hacia donde se ha dirigido su viraje ideológico, pero la sensación es que, tras su salida de Vox, la que fuera azote de la "progresía" en el Congreso de los Diputados ha saltado por los aire como si alguien hubiera tirado una colilla encendida a un almacén de pirotecnia defectuosa.
El último capítulo de los desencuentros entre la exdiputada de Vox se produjo hace alrededor de una semana, cuando en una entrevista en el programa de Jordi Évole sacó a relucir todas las fricciones que existían entre ella y la dirección nacional del partido, a la que acusó de perseguirla y tratar de acabar políticamente con ella.
En estos viajes de ida y vuelta, Olona llegó a alabar la figura del político izquierdista Julio Anguita, al tiempo que aireaba las irregularidades del partido y las influencias externas que mantenían condicionado el discurso y los actos de Santiago Abascal.