La nube de Oort augura nuevo planeta en el Sistema Solar
Un artículo publicado en 'Universe Today' habla de esta posibilidad.
Es una de las grandes 'mentiras' asumidas por todo el mundo. El Sistema Solar no está formado únicamente por los ocho planetas conocidos por todos y que desde que somos pequeños nos han explicado.
Para comprenderlo hay que conocer en primer lugar qué es la Nube de Oort. Se podría definir como un 'lugar' ubicado al borde del Sistema Solar en el que numerosos objetos helados viajan sin rumbo fijo, aunque hay diversos factores que pueden modificar su trayectoria, como el paso de las estrellas, que puede provocar que estos objetos se dirijan al Sol, dejando un rastro a su paso visible desde la Tierra.
Por el momento los científicos no pueden confirmar que haya objetos en la Nube de Oort aunque sí han comprobado que se todo lo que se ha detectado hasta ahora desde su dirección, ha sido de hielo.
Según informó en un artículo el medio científico Universe Today, el caos generado en el Sistema Solar durante millones de años, ha provocado que muchos planetas hayan experimentado cambios muy bruscos en su ubicación, como por ejemplo Júpiter, que se cree que estaba mucho más próximo al Sol de lo que lo está actualmente.
Este tipo de cambios provocan que el resto de planetas también modifiquen su ubicación, algo que al mismo tiempo, sirvió para 'limpiar' el Sistema Solar arrojando así muchos de ellos a la Nube de Oort.
El 10% de los planetas, a la deriva
Aunque se desconocen las dimensiones que pueden llegar a alcanzar estos objetos -se cree que son relativamente pequeños- hay algunos que pueden tener un tamaño similar al de un planeta.
De acuerdo con la información publicada en el medio científico, alrededor de un 10% de los planetas originados a partir de una estrella, quedarán a la deriva, sin rumbo, en la inmensidad del espacio.
Según los cálculos llevados a cabo por los astrónomos, hay un 7% de probabilidad de que haya un paneta de enormes dimensiones y de hielo en la nube de Oort. Con toda esta información, se puede extraer la conclusión de que, si hay un planeta en el borde del Sistema Solar, lo más probable es que se corresponda con un 'hijo adoptivo' que un descendiente directo del sol.