Los fiordos españoles existen: estos son los más asombrosos

Los fiordos españoles existen: estos son los más asombrosos

Las paredes verticales horadadas por el agua y sus ríos que circulan formando hoces profundos y cañones, son un testimonio de la riqueza geológica de la Península.

Fiordos castellanos

España, conocida por su rica historia, su vibrante cultura y sus impresionantes paisajes, alberga también una serie de maravillas geológicas que a menudo pasan desapercibidas: los fiordos. Estos accidentes geográficos, formados por la erosión de glaciares durante el período cuaternario, son comunes en países como Noruega, Islandia o Nueva Zelanda. Sin embargo, España también puede jactarse de poseer fiordos que dejan boquiabiertos a los viajeros.

Uno de los más destacados es el de los Arribes del Duero, en Castilla y León. Esta región, donde los ríos Duero, Huebra y Uces han erosionado las montañas para crear pasadizos fascinantes, es a menudo comparada con los fiordos noruegos. Aquí, el paisaje se mantiene intacto, con grandes barrancos y desfiladeros que hoy son recorridos por los ríos. En el cañón formado por las aguas del Uces, se encuentra una de las cascadas más bellas de la península ibérica: el Pozo de los Humos, donde el agua cae desde más de 200 metros.

Los Arribes del Duero se extienden a lo largo de las provincias de Zamora y Salamanca, formando una frontera natural entre España y Portugal. Esta zona fue declarada Parque Natural en 2002, protegiendo su valor paisajístico y su biodiversidad. Los visitantes pueden recorrer la zona en barco, moto o a pie, disfrutando de las impresionantes vistas que ofrecen las hoces del río Duero.

Otro fiordo notable se encuentra en la provincia de León, en la región norte de los Picos de Europa. Aquí, el relieve es muy abrupto, con picos de entre 1.000 y 2.000 metros de altura y valles fluviales que aparecen encajonados, formando los fiordos. El paisaje también incluye lagos glaciares, enormes masas de bosques caducifolios y picos como el Gilbo, que alcanza los 1.679 metros sobre el nivel del mar.

En Galicia, la Ribeira Sacra es otro ejemplo de fiordo español. En el margen ourensano del río Sil, los Balcones de Madrid y el mirador de Cabezoá son especialmente famosos, mientras que en la parte lucense destacan el mirador de Cadeiras o el de Cividades.

Balcones de Madrid

Estos fiordos españoles, con sus paredes verticales horadadas por el agua y sus ríos que circulan formando hoces sinuosas o profundos y misteriosos cañones, son un testimonio de la riqueza geológica de la Península Ibérica. Cada uno de ellos ofrece una experiencia única, permitiendo a los visitantes admirar la fuerza y la belleza de la naturaleza.

En resumen, los fiordos españoles son una maravilla geológica que merece ser explorada. Ya sea en los Arribes del Duero, en los Picos de Europa o en la Ribeira Sacra, estos paisajes ofrecen una experiencia inolvidable, llena de belleza y asombro. Así que la próxima vez que planee un viaje, considere la posibilidad de visitar estos impresionantes fiordos españoles. No se arrepentirá.