Los científicos se ponen de acuerdo para enterrar 19.000 bolsitas de té en todo el mundo para descubrir un gran secreto
Un estudio reveló que el aumento de las temperaturas podría poner en peligro la capacidad de los humedales para almacenar carbono.
Los humedales actúan como sumideros naturales de carbono, lo que los hace cruciales para mitigar el cambio climático. Por ello, un grupo de investigadores se ha puesto manos a la obra para descubrir formas innovadoras de medir su capacidad de almacenamiento de carbono.
Así, en un nuevo estudio global dirigido por la Universidad RMIT, los científicos recurrieron a una herramienta poco común: las bolsitas de té. Este esfuerzo de investigación global implicó enterrar 19.000 bolsitas de té en 180 humedales de 28 países, según informa el medio Interesting Engineering.
El estudio reveló que el aumento de las temperaturas podría poner en peligro la capacidad de los humedales para almacenar carbono. "Este es el primer estudio a largo plazo de este tipo que utiliza este método de las bolsitas de té, lo que ayudará a orientar cómo podemos maximizar el almacenamiento de carbono en los humedales y ayudar a reducir las emisiones a nivel mundial", dijo Stacey Trevathan-Tackett, la investigadora principal.
“Los cambios en los sumideros de carbono pueden influir significativamente en el calentamiento global: cuanto menos carbono se descomponga, más carbono se almacenará y menos carbono habrá en la atmósfera”, añadió la autora.
En este nuevo estudio, las bolsitas de té sirvieron como un "dispositivo de medición" simple y de bajo coste. En cada humedal enterraron entre 40 y 80 bolsitas de té a una profundidad de unos 15 centímetros. Se utilizaron dos tipos de té, verde y rooibos, para medir la materia orgánica presente en los suelos.
Durante un período de tres años, los científicos recuperaron periódicamente lotes de bolsitas de té de cada sitio. Las bolsas de té recuperadas se pesaron cuidadosamente para determinar la cantidad de materia orgánica (hojas de té) restante. Una mayor masa restante indicó una tasa de descomposición más lenta y, en consecuencia, un mayor potencial de almacenamiento de carbono en el humedal.
“En general, las temperaturas más cálidas provocaron una mayor descomposición de la materia orgánica, lo que se tradujo en una menor conservación del carbono en el suelo”, dijo Trevathan-Tackett. El estudio proporciona información valiosa sobre el potencial global de secuestro de carbono de los ecosistemas de humedales.
"Ahora que estamos empezando a entender mejor qué entornos almacenan más carbono que otros, podemos usar esta información para asegurarnos de proteger estas áreas de los cambios ambientales o de uso del suelo", concluyó Ika Djukic del Instituto Federal Suizo de Investigación Forestal, de Nieve y del Paisaje (WSL).