Llamamiento urgente de España al resto del mundo para combatir sequías, huracanes y otros desastres naturales

Llamamiento urgente de España al resto del mundo para combatir sequías, huracanes y otros desastres naturales

La propuesta, impulsada por la jefa del Tesoro español, Paula Conthe, pretende contar con el beneplácito del resto de países occidentales.

Inundación en GambiaFranck Metois

El incremento de los desastres naturales en los últimos tiempos está golpeando al mundo de numerosas formas, con hambrunas, inundaciones, huracanes, sequías y un sinfín de fenómenos que han puesto en jaque en más de una ocasión a numerosos países del 'primer mundo'. Y si esto ocurre en zonas desarrolladas y que cuentan con todo tipo de tecnología y recursos, cómo afectarán estas situaciones en países del tercer mundo, mucho más pobre y sin prácticamente recursos para paliar el impacto.

Pues bien, España se ha convertido, -al menos sobre el papel- en el país que intente mediar y persuadir al resto de socios occidentales de que, en este tipo de situaciones, los países en vías de desarrollo que hayan sido golpeados puedan suspender el pago de sus deudas con las potencias que les hayan concedido un préstamo.

La encargada de trasladar esta iniciativa ha sido la jefa del Tesoro español, Paula Conthe, quien concedió una entrevista al Financial Times en la que instó a los acreedores públicos y privados a incluir una cláusula de pausa del pago de la deuda para aquellos países con menos recursos en caso de emergencia por desastres naturales.

Esta decisión fue compartida después de que Granada se convirtiera en el primer país del mundo en acogerse a dicha cláusula debido al huracán Beryl, que golpeó el país en julio de este año y permitió al gobierno activarla, y así suspender durante un año los pagos del bono de 112 millones de dólares que recibió, aunque este tipo de cláusulas son poco habituales.

En esta línea, España ya está incluyendo en sus acuerdos esta condición, permitiendo al país que recibe la suma económica suspender los pagos durante un máximo de 12 meses si se produce una catástrofe de estas características.

La situación a nivel mundial, como consecuencia del cambio climático, está afectando de forma directa a los países que menos tienen, como en el caso de Zambia, donde sus ciudadanos conviven con una sequía permanente, y que se ha agravado recientemente, siendo la peor en 40 años. 

Supondría un aspecto positivo para los prestamistas y prestatarios

Por todo esto, y aprovechando que forma parte del Club de París, España espera convencer al resto de potencias para llevar a cabo esta medida, que según Conthe, repercutiría positivamente tanto en los países prestamistas como en los prestatarios, un argumento igualmente apoyado por Brad Setser, miembro destacado del Consejo de Relaciones Exteriores.

En caso contrario, "los países desfavorecidos podrían entrar en una espiral de deuda negativa donde sus problemas de liquidez se transformarían en problemas de solvencia”, afirmó Conthe. De hecho, España ya ha incluido esta cláusula en sus acuerdos con Ruanda y Senegal, que atraviesan una grave crisis alimentaria, algo que les incapacita para hacer frente a la deuda contraída con terceros países.

Por su parte, el propio Setser, también señaló otro aspecto positivo de la suspensión de pagos y destacó que de esta forma, el deudor “no tiene que preocuparse por conseguir fondos durante un desastre”.

Pese a todos los aspectos positivos destacados por Conthe, muchos miran con escepticismo a esta medida, ya que consideran que sería muy complicado establecer cuándo un fenómeno cuenta con las características o dimensiones suficientes para que un país pueda acogerse a dicha cláusula.