La línea Kármán: la fina capa que separa la superficie de la Tierra con el espacio
Un concepto importante para la aviación y la astronáutica.
¿Dónde termina la atmósfera de la Tierra y se considera que empieza la vasta inmensidad del espacio exterior? En la Línea de Kármán, una frontera conceptual que se sitúa a unos 100 kilómetros sobre el nivel del mar y que, en cuestiones de aviación y astronáutica, se utiliza para diferenciar qué objetos se consideran naves espaciales y cuáles aviones.
Conocida como la fina capa que separa la superficie de la Tierra del espacio exterior, la Línea de Kármán, según La República, se basa en la idea de que, a partir de esta altitud, los objetos en órbita deben viajar a una velocidad orbital para evitar caer de nuevo a la superficie terrestre. La velocidad orbital es la velocidad mínima que un objeto debe tener para permanecer en órbita alrededor de otro objeto más grande. En el caso de la Tierra, la velocidad orbital es de unos 28.000 kilómetros por hora.
La atmósfera terrestre es una capa de gases que rodea la Tierra. Está compuesta principalmente de nitrógeno (78 %), oxígeno (21 %) y otros gases en cantidades menores. A medida que la altitud aumenta, la densidad de la atmósfera disminuye. A 100 kilómetros de altitud, la densidad de la atmósfera es tan baja que los aviones ya no pueden volar.
Theodore von Kármán, pionero en aerodinámica y uno de los fundadores del Laboratorio Aeronáutico de Göttingen en Alemania, calculó este límite en la década de 1950 y propuso que fuera el límite entre la atmósfera y el espacio. Su propuesta fue aceptada por la Federación Aeronáutica Internacional (FAI), que es la organización que supervisa los récords de aviación y astronáutica.