"La isla sin nombre": nació hace 15 años por una tormenta y nadie se ha atrevido a bautizarla

En el estuario de la Gironda, en el suroeste de Francia, hay una nueva isla que no figura en los mapas. Esta franja de 200 hectáreas de arena blanca no existía hace 15 años y, desde entonces, se ha convertido en una parada de descanso para aves migratorias y en un refugio para los navegantes que llegan hasta ahí.

Allí encuentran "tranquilidad, paz", ha declarado un navegante en un reportaje en el canal de televisión TF1. Por ahora, esta isla tiene varios apodos: "La pequeña Tahití", "la isla misteriosa" o, incluso, "la isla sin nombre".

"Este banco de arena surgió en 2009/2010 durante una gran tormenta y es el resultado de un movimiento permanente de sedimentos en la desembocadura, ligados al oleaje y a las corrientes de marea", ha explicado al mismo medio Julien Mas, jefe del departamento de desarrollo sostenible del Gran Puerto Marítimo de Burdeos (Gironda). Un fenómeno muy raro que provocó el nacimiento de este pequeño territorio.

En estas condiciones, ¿a quién pertenece esta isla? "Forma parte del dominio marítimo público natural, por lo que de hecho pertenece al Estado y como está en el distrito del puerto de Burdeos, es el puerto el que gestiona este espacio en nombre del Estado" , ha explicado el jefe del departamento.

Si la isla sigue creciendo, algún día podría unirse a un municipio. "Es la entrada al estuario de la Gironda, por lo que parece lógico que la isla esté unida al Verdon, ya que Cordouan, la meseta cordouana ya está unida al municipio. Este banco de arena, desde el punto de vista turístico, es un activo para la ciudad, ¡porque es un paraíso!”, asegura Christine Grass, primera teniente de alcalde de Verdon-sur-Mer, encargada de Urbanismo y Turismo.

Pero la cuestión podría tardar en resolverse. De momento, nadie sabe cómo evolucionará la isla, y podría desaparecer tan rápido como apareció, remarca el reportaje.