Hallan un océano en el lugar más inesperado y diminuto
Un grupo internacional de investigadores lo ha localizado en el interior de la 'Estrella de la muerte' del Sistema Solar.
Escondido bajo la superficie de Mimas, la diminuta luna de Saturno que por sus cráteres recuerda a la Estrella de la muerte de Star Wars, han localizado un océano 'joven' -tendría entre 5 y 15 millones de años- que, según los datos de la sonda Cassini analizados por el Dr. Valéry Lainey del Observatorio de París-PSL y publicado en la revista Nature, convierte el satélite saturnino en un objetivo primordial para estudiar los orígenes de la vida en nuestro Sistema Solar.
"Mimas es una luna pequeña, de sólo unos 400 kilómetros de diámetro, y su superficie llena de cráteres no dejaba entrever el océano oculto debajo", ha señalado el Dr. Nick Cooper, coautor del estudio e investigador honorario de la Unidad de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Químicas de la Universidad Queen Mary de Londres.
Mientras de Encédalo -otra luna de Saturno descubierta en 1789 por William Hersel- ya se sabía que tiene un océano helado en su interior, lo que había bajo la corteza de Mimas seguía siendo un misterio y se consideraba poco probable que encerrara agua debido a las propiedades de su superficie. Investigaciones previas abrían dos escenarios para el interior de esta pequeña luna: un núcleo rocoso alargado o un océano global.
Pero el equipo encabezado por Lainey puso en tela de juicio esa creencia y analizó las observaciones que hizo la sonda Cassini de Saturno y sus lunas durante más de una década. El resultado son las evidencias de la existencia de un océano que es profundo, empieza entre 20 y 30 kilómetros bajo la corteza y, por lo joven que es todavía, no habría tenido tiempo de dejar huella en la superficie de Minas. "Este descubrimiento la introduce a un exclusivo club de lunas con océanos internos, pero con una diferencia única: es un océano notablemente joven, tiene entre 5 y 15 millones de años", apunta Cooper.
El equipo analizó la temperatura interior, los movimientos de rotación y la órbita, parámetros que se ven afectados por cómo es la luna en su interior, y concluyeron que la existencia de un océano global interno bajo la superficie es el único escenario compatible con las observaciones. "La existencia de un océano de agua líquida recientemente formado convierte a Mimas en un candidato ideal para el estudio de los investigadores que investigan el origen de la vida", explica el Dr. Cooper.
Estos resultados implican que los procesos recientes en Mimas pueden haber sido comunes en las primeras etapas de formación de otros mundos helados, señalan los autores, quienes consideran que nuevos estudios sobre este satélite podrían enseñar más sobre la formación de los mundos helados.
Lainey, por su parte, hizo hincapié en que este descubrimiento tiene “importantes implicaciones para nuestra comprensión del potencial de vida más allá de la Tierra”, pues sugiere que incluso las lunas pequeñas y aparentemente inactivas pueden albergar océanos ocultos capaces de sustentar condiciones esenciales para la vida.