Florece un bambú después de 120 años y saltan las alarmas entre los científicos

Florece un bambú después de 120 años y saltan las alarmas entre los científicos

El ecosistema, la economía y la topografía de aquellas zonas donde crecen pueden verse gravemente afectados. 

Bambú negroOliver Strewe

Aunque por norma general la mayoría de plantas suele tardar en crecer un par de meses en florecer, no en todos las especies ocurre igual. Un ejemplo de ello es el bambú, más concretamente, el bambú negro- una variante de la especie Phyllostachys nigra-, el cual florece una vez cada 120 años antes de morir. 

Se trata de un fenómeno que llama la atención de los científicos de la Universidad de Hiroshima, que analizaron en el año 2020 en un artículo que publicaron en las páginas oficial de la Universidad de Hiroshima. Fue en dicha investigación cuando observaron que podrían existir algunos problemas con esta especie, como el daño que sufren las especies que se quedan sin alimento o incluso la propia economía. 

Además, según averiguaron los investigadores la mayoría de ejemplares estudiados no produjo semillas viables.  "Se encontró que más de el 80% de los culmos con flores muestreados no produjeron semillas, lo que indica que esta variación no experimenta una regeneración sexual confiable a través de la germinación de semillas" afirman ambos en el articulo. 

¿Qué efectos puede tener en el ecosistema?

Este cambio tan drástico puede alterar gravemente los ecosistemas, ya que existen muchas especies que dependen de esta planta para poder alimentarse y protegerse. Además, cuando la tierra carece de vegetación corre mayores riesgos de inundarse y que el suelo erosione. 

"Los impactos ambientales de un área ecológica que cambia rápidamente se extienden más allá de los insectos y animales que dependen del alimento o refugio del rodal de bambú, pero también pueden afectar el área en los años venideros considerando el potencial de erosión del suelo" subraya el artículo.

"Por lo tanto, una zona de bambú se convertirá en una pradera después de que el bambú florezca durante al menos varios años. Es posible que tengamos que gestionar este cambio drástico después de la floración del bambú", destaca Yoshihiro Yamada, uno de los miembros del equipo de investigación. Por último, también se destaca que se pueden generar cambios en la topografía de la zona. 

Por ello, los investigadores han comenzado a buscar soluciones y alternativas para intentar que este proceso afecte lo más mínimo posible al ecosistema del país del bambú.