El Polo Norte magnético se desplaza hacia Rusia y pone en jaque a las brújulas
El cambio más rápido en siglos obliga a ajustar sistemas de navegación en todo el mundo mientras la ciencia intenta seguirle el ritmo al núcleo de la Tierra.
El Polo Norte magnético, que durante siglos se movió lentamente por Canadá, ha acelerado su marcha hacia Siberia en las últimas dos décadas, según confirma la última actualización del Modelo Magnético Mundial (WMM) 2025. Este modelo, esencial para aviones, barcos y sistemas GPS, muestra cómo el flujo de hierro y níquel en el núcleo terrestre está modificando la dirección del campo magnético.
Desde el siglo XVI, el Polo Norte magnético mantenía un desplazamiento lento, pero en los últimos 20 años comenzó a moverse con una velocidad inusitada. William Brown, experto en geomagnetismo del British Geological Survey (BGS), lo explica: “En los últimos cinco años, la velocidad bajó de 50 a 35 kilómetros anuales, pero sigue siendo el mayor cambio que hemos observado”.
Este fenómeno se debe a la competición entre dos grandes lóbulos magnéticos bajo la superficie terrestre: el norteamericano, situado en Canadá, y el siberiano, que ha ganado fuerza y ahora empuja al Polo hacia Rusia.
El WMM 2025, actualizado cada cinco años, no es solo un mapa técnico. Define las coordenadas magnéticas que utilizan aviones, submarinos y sistemas GPS. La necesidad de estos ajustes es crucial para evitar errores que podrían costar mucho más que una simple desviación. El BGS ilustra el problema: “Si alguien viajara en trineo desde Sudáfrica al Reino Unido, un error de un grado al calcular la ruta podría desviarlo hasta 150 kilómetros del destino”.
Por suerte, la nueva versión del modelo mejora notablemente su precisión. NOAA asegura que el WMM 2025 cuenta con una resolución espacial diez veces más detallada que las versiones anteriores, permitiendo un nivel de ajuste sin precedentes.
Aunque pueda parecer un tema técnico, afecta a cualquier dispositivo que dependa de datos magnéticos. No obstante, los usuarios de teléfonos móviles no deben preocuparse: los sistemas GPS recibirán actualizaciones automáticas que reflejarán los nuevos datos, garantizando que las aplicaciones de mapas y navegación sigan funcionando correctamente. “No solo mantendrán su precisión, sino que mejorarán gracias a las nuevas mejoras de resolución y detalles del modelo”, afirma el equipo de NOAA.