El glaciar más importante de España entra en su fase final por una piedra que actúa de estufa

El glaciar más importante de España entra en su fase final por una piedra que actúa de estufa

La situación del hielo en Monte Perdido (Pirineos) explica cómo está afectando el cambio climático a lugares tan simbólicos como este. Los especialistas aseguran que está en un punto irreversible.

Monte Perdido, HuescaFRANCESC DOMENECH

Uno de los principales glaciares con los que cuenta España se encuentra en un situación crítica. Así lo apunta varios expertos en la materia, que de acuerdo con los datos, aseguran que el glaciar de Monte Perdido, segundo más grande de los Pirineos, solo tras el Aneto, está destinado a morir.

Entre 2011 y 2020, el espesor se redujo de media 6,3 metros. Ignacio López-Moreno y Jesús Revuelto, científicos titulares del Instituto Pirenaico de Ecología-CSIC, han constatado "la pérdida en pocos años de este archivo ambiental". "Se ha roto la fábrica de hielo. Son como unos cubitos en medio de la nada fundiendo poco a poco, unos años mucho porque hace mucho calor y otros menos", explicó López-Moreno y recoge el Heraldo de Aragón. Todo esto añadido a que en septiembre del año pasado se produjo la rotura definitiva del glaciar inferior en dos, quedando tres pedazos, lo que facilita la fusión. 

Según Eñaut Izaguirre, colaborador del grupo de investigación CryoPyr del IPE-CSIC, es "imposible que se recupere", ya que para que eso ocurriera tendrían que darse unas condiciones climáticas que están muy lejos de producirse: veranos más frescos e inviernos fríos. De hecho, los pronósticos de Izaguirre son muy poco optimistas: en una década "apenas quedará nada, como en el resto de los Pirineos".

Es un aviso de lo que le ocurrirá al resto de glaciares

Por todo ello, sus hectáreas de nieve se encuentran en un evidente retroceso, agravado por la aparición de una piedra ubicada en mitad del glaciar, "con forma de aleta de ballena", tal y como explicó el investigador científico de la zona pirenaica, Juan Ignacio López, a COPE.

Según expone, esto es un nuevo enemigo que "ha formado paredes de 30 metros en los últimos años". Y no es una cosa menor, ya que esta enorme piedra actúa "como estufa con el sol y calienta el hielo, derritiéndolo", y corrobora la teoría del resto de sus compañeros, afirmando que "desde principios del 2000 hasta 2020 el glaciar perdía en torno al metro anual pero desde 2021 está perdiendo casi 4 metros".

Por último, hay que destacar que los glaciares actúan como fiables termómetros de cómo actúa el cambio climático en el planeta y explican que "lo que está ocurriendo en los Pirineos es un aviso de lo que pasará en otras cordilleras como los Alpes".