El ave extinguida en España que trata de reintroducirse con peligros
La decisión genera todo tipo de opiniones, tanto favorables como contrarias, en la comunidad científica, distintas organizaciones ecologistas o ganaderos, entre otros.
Un ave considerada extinta en España se encuentra en un proceso de reintroducción que, por el momento ha provocado opiniones encontrados y ha desembocado en intensos debates al respecto. Se trata del pigargo europeo (Haliaeetus albicilla) y es una de las avances rapaces más grandes del continente.
Su 'regreso' a España se inició hace unos meses, cuando nueve pigargos fueron traídos al municipio de Pimiango, en Asturias, procedentes de Noruega. Este programa de reintroducción cuenta con el apoyo del Principado de Asturias, la Comunidad de Cantabria, el Gobierno de España y la impulsora de todo, la organización GREFA.
En España hay actualmente 13 especies de animales que se consideran extinguidas, siendo el pigargo una de ellas desde hace años. Es por este motivo por el que desde las distintas Administraciones comunitarias y nacionales se está impulsando y apoyando su reinserción en su hábitat original, siendo esta una decisión muy discutida.
Y lo está siendo debido a la incertidumbre generada alrededor de este programa, ya que, desde organizaciones y grupos ecológicos no terminan de ver con buenos ojos que se 'fuerce' la llegada de esta especie a nuestro país al no contar con suficientes evidencias científicas y teniendo en cuenta el impacto que su vuelta puede acarrear en el entorno natural.
La reintroducción, a debate
Esto se debe a que, pese a ser una práctica muy utilizada desde el siglo XIX, no termina de convencer a activistas, científicos y ecologistas, ya que, hay que tener infinidad de factores en cuenta que, incluso estando minuciosamente controlados, no aseguran ni el éxito ni la aclimatación de la especia. Esto ocurre porque se trata de un proceso arriesgado y que puede tener unas consecuencias impredecibles.
Por todo ello, hay que estar seguro de que el contexto y entorno medioambiental en el que se van a soltar es propicio para la especie, que los factores de riesgo sean los mínimos, que puedan establecerse como una población autosuficiente o que el impacto de su llegada en el entorno no sea perjudicial ni para otras especies que ya habitan el entorno con anterioridad.
Por último se encontraría el factor socioeconómico así como los riesgos sociales que su implantación podría suponer: cosechas, ganado, posibles enfermedades... Todo ello provocado por que, al desaparecer una especie, otra se abre camino en su entorno y la sustituye, de modo que la reimplantación de la especia ya extinta podría suponer un desequilibrio y desajuste severo y en muchos casos, irreversible.