PSOE y Ciudadanos ultiman reuniones por separado con Compromís e IU
Entramos en el tiempo de demostrar que nadie quiere elecciones, pero con los gestos físicos. Todo, antes que dar sensación de inmovilidad. PSOE y Ciudadanos están cerrando sendas reuniones con Compromís e IU en esta semana. Por separado, claro está, no sea que les vayan a confundir o liar y transmitan la sensación de que los valencianos y los de Alberto Garzón están ninguneando a Pablo Iglesias.
Todo, antes que dar sensación de inmovilidad. PSOE y Ciudadanos están cerrando sendas reuniones con Compromís e IU en esta semana. Por separado, claro está, no sea que les vayan a confundir o liar y transmitan la sensación de que los valencianos y los de Alberto Garzón están ninguneando a Pablo Iglesias.
Entramos en el tiempo de demostrar que nadie quiere elecciones, pero con los gestos físicos. Por eso, Compromís ha accedido a sentarse con los equipos de Sánchez y Rivera, lo que no hizo hace unas semanas, cuando rechazó la llamada de los socialistas para continuar las negociaciones sin Pablo Iglesias.
Un encuentro similar quieren mantener los socialistas con Alberto Garzón y Ciudadanos, pero se están limando asperezas de última hora, porque los de Albert Rivera no tienen tan claro lo de sentarse con Garzón, según fuentes socialistas. No obstante, en Ciudadanos aseguran que, en cuanto cuadren las agendas, se reunirán sin problemas, porque ellos no tienen ningún problema en hablar con los dos partidos de izquierdas.
Al final, el objetivo es el mismo, no marcharse de vacaciones de Semana Santa sin insistir en que, antes de llegar a las elecciones generales, han hecho todo lo que han podido. En estos momentos, los socialistas reconocen que sólo les queda una posibilidad abierta: la abstención de Podemos, algo realmente difícil, pese a la situación que atraviesa la organización liderada por Iglesias.
Pese a los últimos esfuerzos, las cuentas de la vieja con los escaños que teóricamente obtendría cada partido en las elecciones del 26 de junio ya han empezado. Salvo que los rumores que corren sobre que un caso de corrupción aun por hacerse por público va a dejar mortalmente tocado al presidente en funciones sean verdad, casi ningún líder confía en que se pueda formar gobierno.