PP y PSOE buscan Manuelas Carmenas
"¿Vas en las listas?" Ni refugiados sirios, ni presupuestos, ni elecciones en Grecia o Cataluña. Estos días, el tema de conversación entre políticos en la cafetería y pasillos del Congreso, son las listas electorales para las elecciones generales de diciembre. Sus señorías se mueven entre el miedo y la esperanza, se juegan su futuro y su salario a final de mes.
"¿Vas en las listas?" Ni refugiados sirios, ni presupuestos, ni elecciones en Grecia o Cataluña. Estos días, el tema de conversación entre políticos en la cafetería y pasillos del Congreso, son las listas electorales para las elecciones generales de diciembre. Sus señorías se mueven entre el miedo y la esperanza, se juegan su futuro y su salario a final de mes. Aunque el bipartidismo se recupere lentamente, entre Podemos y Ciudadanos suman siete millones de votos. Decenas de diputados de los dos grandes partidos se quedarán sin escaño, tras décadas ejerciendo solo de eso, de señoría. El caso de Martínez-Pujalte es una muestra de lo que está sucediendo. La consigna de PP y PSOE es incorporar a profesionales reputados y con cierto perfil social, aunque sin pasarse, que no es cuestión de dejar en el paro a los fieles y bienmandados, para tener que bregar con los criterios de expertos que disientan de la línea oficial o abran debates internos. Se busca a Manuelas Carmenas en potencia, pero que luego no pongan distancia con el Pablo Iglesias de turno.
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"Pedro lleva meses lanzando el mensaje de que quiere una renovación importante. Cuando quitó a Tomás Gómez y puso a Gabilondo ya estaba buscando ese perfil. Se buscan estilos como el de Carmena, con perfil social y alejados del politiqueo, con prestigio profesional y sensatez. Lo cual no quiere decir que se encuentren", explica uno de los hombres de confianza del nuevo secretario general del PSOE. Y es que la alcaldesa de Madrid encarna el prototipo de éxito en las urnas.
Incluso en el PP también darían lo que fuera por incorporar candidatos con tanto tirón social. "Siempre quieres a gente estupenda. Miras a tu alrededor y piensas 'si en lugar de este, estuviera aquí sentado un médico o un investigador reputado que ha hecho tanto por los demás, sería fantástico. Pero no son fáciles de encontrar, sobre todo en provincias. Y de convencer después, pierden dinero normalmente. Por eso resulta tan obvia la consigna de Pedro Sánchez. A los mejores los queremos todos", recalca una fuente próxima a Moncloa.
Las gestiones para incorporar sabios o no han dado resultados o no han trascendido. Adelantándose a ese momento, cada uno busca un huequecillo. Celia Villalobos, vicepresidenta del Congreso dice que "la próxima legislatura me conformo con un escaño en la última fila del hemiciclo". Una humilde aspiración con la que sueñan la mayoría de sus colegas de filas, que todavía no tienen tan seguro que repetirán como Villalobos. Basándonos en los datos del CIS, el PP obtendría entre 130-140 escaños, cuando ahora tiene 187, y el PSOE, entre 110 y 120 frente a los 109 de ahora, con menos votos lograrían similar representación. La ley electoral premia al bipartidismo. Entre Podemos y Ciudadanos sumarían alrededor de siete millones de votos, según prevén los demoscópicos. Es decir, una parte considerable de diputados serán relevados por los nuevos.
"Ahora mismo no tenemos ni idea de cómo van a ir las listas. Hay que tener en cuenta que las del PP han corrido muchísimo esta legislatura, porque hay un número elevado de los que iban que ya tienen cargos públicos. Así que hay que estar pendientes de si quieren regresar", advierte una señoría popular. La realidad es que el deseo de regresar o de mantenerse no garantiza el puesto porque "las listas las hace el partido. Yo he ido de número uno y no he podido decidir los nombres de los siguientes, a pesar de que tenía mis preferencias", advierte un miembro del Gobierno de Zapatero.
La lista de Chacón
El comentario viene a cuento por la lista que Carmen Chacón, cabeza por Barcelona, está tratando de elaborar y que se ha convertido en la comidilla en los pasillos. "A ver si logra imponer sus nombres, que ella no manda" dice desafiante una diputada socialista. Y es que en Barcelona, como en Madrid, hay muchos más candidatos de los que van a ser votados. "Tanto Pere Navarro -ex primer secretario del PSC- como Maurici Lucena -actual portavoz en el Parlament- tienen el compromiso público de Pedro Sánchez. También hay que contar con que Meritxell Batet -coordinadora del programa electoral- tiene que estar. Así que Chacón lo va a tener complicado si, como ella misma les ha comunicado, pretende prescindir de ellos", apunta una de las personas de confianza de Sánchez en Ferraz.
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En Madrid sucede algo similar, solo que no hay quien desafíe al cabeza de lista, que será el propio secretario general. Según los cálculos, entrarían entre seis y ocho diputados, entre ellos Madina, que se ha negado a ir por Álava. "Menos mal que Jordi Sevilla ha renunciado, porque con Antonio Hernando, el propio Pedro, Madina y José Enrique Serrano, se quedará fuera del Congreso gente como Manolo de la Rocha", apunta un socialista, que como viene siendo habitual, no recuerda a las mujeres. Al tener que ser listas cremallera, se alternarán con los hombres. Como dice una veterana del PP, "a nosotras nos ponen, pero ellos van. El machismo sigue imperando, menos mal que la ley obliga. En nuestro caso, en cada grupo de cinco, tiene que haber tres de un sexo y dos del otro. Si no, sucedería como antaño, que las mujeres iban al final de las listas en tropel, y cuanto más jóvenes, mejor, porque daban menos lata".
Entre los que sí que figuran seguro se cuentan la mayoría de los ministros. "Los ministros, como siguen al frente de su Ministerio hasta que se produce el cambio de Gobierno, tienen la posibilidad de hacer campaña hasta el último minuto, y venderse de maravilla. No todos, porque a Guindos no se le ve cara de querer ser diputado. Otra cosa distinta es querer colocar al equipo, como subdirectores y demás, porque carecen de perfil político, son más trabajadores especializados en lo suyo", aduce un experto popular en la elaboración de listas.
La puerta giratoria se ha roto
El clima social tampoco acompaña, ya que se vigilan con lupa las puertas giratorias. Hasta al presidente de Telefónica, César Alierta -el más solidario hasta ahora con la donación de butacas para los políticos- le resulta complicado seguir ejerciendo de escoba y recoger a exministros, ex secretarios de Estado, maridos y señoras de gobernantes en ejercicio. El caso Rato ha hecho mucho daño. En los consejos de los grandes bancos, donde quedan nombres ya decimonónicos de políticos del siglo pasado, tratan de dejarlos en la sombra en los actos públicos y en las fotos.
Ni tan siquiera las empresas oficiales de recolocación postgubernamental parecen proclives a acoger a más políticos en nómina. "No nos engañemos, aunque la decisión sobre las listas cada vez es más territorial, al final quien decide es el comité central. Es decir, Rajoy. De todas maneras, no es fácil imponer a alguien en contra de la voluntad territorial", explica un destacado popular de la órbita de Génova.
Por el camino se quedará más de uno, esos cuyos nombres no pronunciarán ni Sánchez ni Rajoy. Aunque hasta los descartados tienen un argumento elegante para adelantarse al despido: "A mí me lo han ofrecido pero no he querido". Esta misma semana lo anunciaba Martínez Pujalte tras veintiún años con derecho a escaño. A los sesenta años quiere emprender otro camino profesional. "El asunto de su consultora y los pagos recibidos le han pasado factura. Además, su mujer, Isabel Borrego, con la que se casó hace tres años, quiere ser diputada, y él prefiere apartarse para no perjudicarla. Al menos, es lo que él cuenta", dice un compañero del partido. También Trinidad Jiménez nos adelantó el martes que dejaba el Congreso. ¿Prometes por el auténtico Pablo Iglesias que te lo han pedido, pero no quieres?, preguntamos. "Sí, lo prometo" responde entre risas. A su lado, el catalán Alex Sanz reconoció que no era su caso, él es de los que ya sabe que no repetirá.
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Y es que saber irse a tiempo es un ejercicio sano con efectos beneficiosos sobre el buen humor y la creación de endorfinas.