Podemos impone el primer debate de la legislatura: la conciliación
Nunca antes la conciliación familiar y laboral había provocado tan encendido debate entre partidarios y detractores de que los lactantes acompañen a sus madres al trabajo. Ni la elección de Patxi López como presidente de la Cámara, ni los posibles pactos, ni el estreno de más de 200 nuevos diputados han opacado el gesto de Bescansa.
Foto: EFE
Ni tan siquiera han tenido que esperar a la constitución de las Cortes para marcar la agenda del Congreso. Podemos ha tomado la iniciativa gracias a Diego, el bebé de meses de Carolina Bescansa, principal ideóloga del partido junto con Errejón. Nunca antes la conciliación familiar y laboral había provocado tan encendido debate entre partidarios y detractores de que los lactantes acompañen a sus madres al trabajo. Ni la elección de Patxi López como presidente de la Cámara, ni los posibles pactos, ni el estreno de más de 200 nuevos diputados han opacado el gesto de Bescansa, cuyo hijo ha obtenido un voto -nulo- para presidir la Cámara. Por eso Pablo Iglesias nos ha contestado a la pregunta de ¿cómo lograrán que los ciudadanos no se sientan abandonados cuando solo hablen de pactos durante semanas? "Vamos a seguir discutiendo y peleando por las políticas sociales que hemos prometido, no nos van a arrastrar los pactos". Primer acto.
El nuevo Congreso de los Diputados va a ser divertido, dure lo que dure. Hoy, en todos los corrillos, predominaba la crónica de sociedad y la ironía. "Los nuevos que han entrado del PP son los más viejos de la Cámara. Y Rajoy y Celia Villalobos se han convertido en los políticos que han enlazado más legislaturas consecutivas", reflexiona una conocedora de los entresijos del Congreso. Uno de los ujieres de mediana edad observaba a sus señorías de Podemos y decía: "Tienen menos años que los que yo llevo aquí". Y es que los protagonistas han sido la gente de Pablo Iglesias. "Yo también tengo vaqueros", respondía la vicepresidenta en funciones, Soraya Saénz de Santamaría, sobre por quó no había elegido jeans para estar más a tono con la segunda transición. La que ya ha taconeado por los pasillos del Congreso como si fuera una de las una de las señorías clásicas ha sido Irene Montero, mano derecha de Iglesias. Es digna de estudio la relación entre los tacones y el poder. Sáenz de Santamaría llegó pisando en plano y ahora no se baja del andamio, como tantas otras.
Rajoy y sus ministros nunca han sido tan ignorados como hoy. Transparentes como un grupo de ánimas en tránsito, no se sabe si al purgatorio o al cielo. Ni el ministro de Economía ha sido requerido por los periodistas, que miraban para otro lado a su paso, no les fuese a parar para hablarles de Bruselas. Alfonso Alonso, con su habitual ironía, ha dicho: "Estoy encantado, pero debo de reconocer que tengo que pasar hasta seis veces para que me paren. A la sexta, lo he logrado". Era tal la ausencia del partido del Gobierno, que a las 12:45, Pablo Casado y Rafael Hernando -ambos portavoces del PP- han tenido que salir al pasillo compitiendo entre sí para hacer corrillo y colocar su mensaje. Pero han respondido primero a la presencia del bebé de Bescansa antes que a los pactos o la constitución de la mesa con Patxi López como presidente.
Y eso que el acuerdo entre Rivera y Pedro Sánchez, y de Rivera con Rajoy, para la constitución de la mesa del Congreso con Patxi López como presidente, ha alimentado la esperanza de que el próximo Gobierno acabe siendo de la misma manera. Sin embargo, ni al PSOE ni a Ciudadanos les renta un pacto con Rajoy, hoy de cuerpo presente en su sillón azul. Mientras tanto, PSOE y Ciudadanos negocian investir a Pedro Sánchez presidente con la abstención de Podemos.
Retomando así las relaciones que ya iniciaron durante la campaña, cuando entre sus respectivos responsables económicos fluía el entendimiento. Para que los 69 diputados de Pablo Iglesias no veten tal opción, los ideólogos socialistas han presentado un programa tan social que sea difícil de rechazar por Podemos. ¿Alguien pensaba que las negociaciones iban a tener lugar en el nuevo parlamento?
Los Maura vuelven al Congreso
Son tío y sobrino. Bisnieto y tataranieto de Antonio Maura, presidente del Gobierno conservador con Alfonso XIII. Fernando Maura (60 años) es diputado de Ciudadanos y lleva media vida en política. Eduardo Maura (34 años) es diputado de Podemos y profesor de Historia del Pensamiento y de las Ideas Estéticas en la Complutense. Hoy se han vuelto a encontrar dos herederos de Maura en el Congreso. Desde que en 1991 Jorge Semprún Maura, el escritor y político ministro de Cultura de Felipe González dejó la Cámara, tan ilustre apellido no había vuelto a sonar en el hemiciclo.
Los recién llegados Maura están en las antípodas ideológicas, aunque hayan posado juntos ante uno de los leones del Congreso. Fernando Maura fundó junto a Jaime Mayor Oreja el PP en el País Vasco y fue parlamentario durante 17 años hasta que en el 2007 volvió a ayudar a fundar otro partido, UPyD. En junio de 2014 fue elegido eurodiputado hasta que en abril de 2015 dejó su escaño en el parlamento europeo para ser candidato de Ciudadanos, como número seis de su lista por Madrid. Eduardo inició su carrera política en la campaña de las elecciones europeas con Podemos y es uno de los hombres de confianza de la cúpula del partido.
Salvando las distancias, los dos Maura del siglo XXI podrían emular la historia de sus antepasadas, las hermanas Marichu y Constancia de la Mora Maura, conocidas como 'la roja y la falangista', nietas de Antonio Maura. Constancia fue destacada miembro del Partido Comunista y enlace de prensa de los corresponsales extranjeros durante la guerra civil, y mujer del aviador Ignacio Hidalgo de Cisneros. Su hermana Marichu, un año más joven que ella, fue íntima de José Antonio Primo de Rivera y apoyo esencial de Pilar Primo de Rivera en la Sección Femenina.