La tramposa despedida del PP
Lo de la sesión de control de esta semana ha sido un auténtico teatrillo del Gobierno para disfrazar un hecho tan grave como la aprobación de unos presupuestos envenenados, que han desacreditado a España ente la UE y serán la herencia recibida tras el 20-D.
Así ha sido el teatrillo del Gobierno para disfrazar un hecho tan grave como la aprobación de unos presupuestos envenenados, que han desacreditado a España ente la UE y serán la herencia recibida tras el 20-D.
Que si la extra de Navidad para los funcionarios, que si rebaja fiscal en julio, que si crédito extraordinarios de más de 800 millones de euros a Defensa... Lo que hay que invertir para ganar de nuevo unas elecciones generales, sobre todo a cuenta de los ciudadanos y de vestir las cifras presupuestarias enviadas a Bruselas para su aprobación. Puede que al españolito de a pie se la cuelen, pero a Pierre Moscovici, comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, no se la han pegado. Montoro y Guindos se han quedado desnudos. Eso sí, el de Hacienda ha logrado desviar la atención sobre los números que no cuadran acusando a los suyos de no sacar suficiente pecho por el Gobierno en sus horas bajas y de avergonzarse del PP. Así de fácilmente se ha quitado de encima las preguntas sobre la distorsión de las cuentas, un asunto grave que traía de cabeza tanto a Guindos como a él mismo. "El ministro ha logrado su objetivo, espolear a los nuestros, que falta nos hace", justifican en su entorno el magistral cambio de tercio.
Gracias a esta jugada, lo que parecía que iba ser la tónica de la mañana, el duelo entre Antonio Hernando y Soraya Sáenz de Santamaría por las cifras del déficit, ha pasado a mejor vida. El marrón que dejan a quien le toque gobernar, recortar 10.000 millones de euros de unos presupuestos meramente electoralistas, ha quedado eclipsado por las respuestas de los otros ministros a Montoro. "La comisión no confía en la capacidad del Gobierno Rajoy para cumplir los objetivos del déficit tras los incumplimientos de los últimos años y las previsiones irrealistas para el 2016. Les golpea en su línea de flotación. Habían adelantado el trámite parlamentario del presupuesto para dar credibilidad y estabilidad al país, y lo que han logrado es lo contrario", afirma desde Bruselas el europarlamentario socialista Jonás Fernández, que trabaja cerca de Moscovici.
"Pero si los de Bruselas estuvieron en el Ministerio la semana pasada y se fueron tan contentos. Nos habían avisado de que en noviembre, a mitad de campaña, nos iban a poner trabas, pero no esperábamos esto ahora. Es una cuestión política", defienden en el entorno de Montoro, recordando la filiación socialista de Moscovici. También en el equipo de Guindos dicen que el ministro "está flipando, porque no entiende la reacción del comisario", cuando Guindos y él son amigos. Parece mentira que con las bofetadas que les han dado últimamente en Bruselas, dejándonos sin un solo cargo de referencia en la cúpula de la UE, todavía se sorprendan. Ya el pasado mes de agosto, Pedro Saura, portavoz de Hacienda del PSOE, advirtió reiteradamente de las trampas de los presupuestos, que conllevaban un recorte del Estado del bienestar de 10.000 millones".
A la estrategia de Montoro de tapar el escándalo de los presupuestos sacando los colores a sus compañeros, se ha sumado la anunciada dimisión de Arantza Quiroga en Euskadi, contribuyendo al ruido de fondo. "Se la sustituye y punto. Es un ataque de soberbia", apuntaba un colega de partido, tratando de minimizar el desplante. Risas y guasas provocaba la carta de Cayetana Álvarez de Toledo comunicando publicamente a Rajoy su marcha, cuando en realidad no se contaba con ella para la próxima legislatura. Igual se les congelan las sonrisas si la aznarista Álvarez de Toledo se descuelga con un fichaje tan polémico como el de Yolanda Barcina. La expresidenta de Navarra, que tuvo que devolver 68.000 euros en dietas, ha sido recuperada por César Alierta como consejera de Movistar+. El presidente de Telefónica es amigo íntimo del expresidente de Endesa y exdiputado del PP, Manuel Pizarro, actual pareja de Barcina. "Deberían estar prohibidos por ley los fichajes a políticos en Telefónica y demás empresas del Ibex. Hacen daño a la imagen de la política, que bastante perjudicada está
ya", reflexiona un asesor del Gobierno.
Claro que el broche final le ha correspondido a Soraya Sáenz de Santamaría con el acto de automotivación con el que ha interrumpido la penúltima sesión de control del Congreso. La vicepresidenta ha arengado a su grupo parlamentario tras la proyección de un vídeo titulado De la crisis a la recuperación. Con el manoseado tópico entre los tópicos del enfermo terminal que resucita gracias a la gestión de un partido y que tanto gusta a usar a todos los políticos, el Gobierno pretende animar a sus cruzados a librar la misión más díficil, ganar de nuevo las elecciones. ¿Qué tal si empiezan por poner en práctica ideas frescas?