El día en que Pedro Sánchez y Mónica Oltra se la jugaron a Pablo Iglesias

Foto: EFE

¿Qué le pasaba a Pablo Iglesias, tan taciturno y bajo de tono tras la charla con Felipe VI, un señor que ha estado muy "lucido", en palabras del líder de Podemos?

Estaba enfadado, disgustado, triste. Cualquier adjetivo valía. La razón: ha descubierto tarde -mitad de la mañana- que Compromís y el PSOE habían elaborado a sus espaldas la última jugada del Acuerdo del Prado. O para entenderlo mejor, Mónica Oltra y Joan Baldoví se han entendido con los de Pedro Sánchez mientras Iglesias dormía a las doce de la noche. El socialista sí que sabía que los valencianos estaban preparando una propuesta de treinta puntos para llevar a Felipe VI esta misma mañana.

"No ha sido el último farol de la travesía de estos meses, sino el primer acto de campaña. Pablo Iglesias ha dejado patente que lo que no le gustaba de esos treinta puntos era el cambio de los dos últimos párrafos, el del Gobierno paritario por un Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez, como ha explicado Joan Baldoví en la rueda de prensa, tras entrevistarse con el rey", confirma una fuente cercana al secretario general del PSOE.

El Acuerdo del Prado, que no ha sobrevivido ni 24 horas, tenía como objetivo marcar el territorio de Sánchez y Oltra en dos direcciones. Para el socialista, ha sido el último intento de evidenciar que lo que Iglesias quería era nada más que butacas en el Gobierno; y ha sido también una forma de decirle a Ximo Puig, el presidente socialista que gobierna en Valencia con Compromís y Oltra de segunda, que no se puede jugar tan descaradamente a favor de Susana Díaz.

Puig "ha sido tan ingenuo y ha apostado tanto por Susana que en estos tres meses ha cometido el error de no llamar ni una sola vez al equipo negociador ni a la cúpula de Sánchez. No se hubiera cogido el cabreo que se agarró en las Fallas por la foto entre Oltra y Pedro si hubiera escogido el lado adecuado", apunta un asesor de Ferraz. Aviso a navegantes para la campaña.

Para Mónica Oltra y Joan Baldoví, las cosas han estado igual de claras. El Acuerdo del Prado les ha dado visibilidad, son los últimos en dar un paso adelante por la gobernabilidad antes de entrar en la campaña electoral y marcarle el territorio a Pablo Iglesias. Las negociaciones para presentarse y confluir van a ser más duras de lo esperado, porque los de Compromís -Baldoví y Oltra nunca lo han ocultado- no comparten algunas de las salidas de pata que ha practicado el líder de Podemos, como ha recordado esta misma mañana el propio portavoz de Compromís en el Congreso.

Estas jugadas, y no el adiós a La Zarzuela, han marcado la comparecencia de Iglesias, en un inusual tono al ralentí tras haber tenido que insistirle a Oltra con que saliera a rechazar la respuesta del PSOE al Acuerdo del Prado con contundencia. Además, queda otra duda en el ambiente y es la cita entre la líder valenciana e Iñigo Errejón. ¿Es que Errejón no sabía nada de esto, no se enteró? El propio portavoz de Podemos en el Congreso ha aclarado en un tuit que no, pero... a Iglesias le corroe la duda con casi todos sus colaboradores y presuntos amigos.

La otra sorpresa de este asunto ha sido descubrir que Iglesias a las doce de la noche ya está durmiendo, aunque sus tuits funcionan. Tenemos unos políticos poco noctámbulos, pese a su juventud. Ha confesado que la razón para no recibir el texto del acuerdo era esa hora tan tardía, el momento en el que la carroza de Cenicienta vuelve a su ser de calabaza. Más sincero ha sido Xavier Doménech, el portavoz de En Comú Podem, que tanto a primera hora en la SER como luego en la comparecencia tras la salida de ver al rey en La Zarzuela, no ha disimulado su punto de incomodidad por conocer la propuesta de los socios valencianos a través de la prensa primero. "No le doy credibilidad".

El cambio de texto que ha marcado el NO de Podemos, según el PSOE

Texto del acuerdo de Compromís, con un Gobierno paritario:

Texto de la respuesta del PSOE: