"La paz sólo se puede firmar con el enemigo"
La tercera vía que defiende Margallo respecto a Siria está más cercana a las posiciones de Rusia -que ya está apoyando al presidente sirio con bombardeos aéreos- que a la solución de Obama, que pasa por "echar al tirano Assad". Estados Unidos ha dejado claro que "la solución no pasa por el actual presidente sirio".
Foto: EFE
El ministro de Asuntos Exteriores español José Manuel García Margallo ha estado en Nueva York una semana. Cumbre de los Objetivos del Milenio, Asamblea General de Naciones Unidas, sesión del Consejo de Seguridad para ver qué se hace con Siria..., porque el avispero de Oriente Medio ha sido el gran protagonista de esta cumbre mundial de países, que ha sido la 70ª Asamblea de la ONU.
Y lo ha sido, sobre todo por el nivel de los representantes, de un lado el presidente de Estados Unidos Barak Obama, de otro, el presidente de Rusia Vladimir Putin, que aparecía por la ONU diez años después, con sus entornos diplomáticos geopolíticos indefinidos. En Nueva York se han dado cita Hollande de Francia, que ha bombardeado en las últimas horas al ISIS en Siria, Angela Merkel pidiendo una solución para los refugiados políticos, el premier Cameron a favor de que los países árabes den un paso adelante -de una vez-, "y sin son moderados- ha dicho-, que lo demuestren con hechos", y García Margallo pidiendo sentido común. Defiende el canciller español la tercera vía que ya dibujaba hace tres años: "La paz solo se puede hacer con el enemigo. Para conseguir la paz en Siria solo cabe un alto el fuego inminente, un corredor humanitario y un Gobierno de transición. Y Bashar Al Assad tiene que tener un papel en todo ello".
Esta tercera vía de Margallo está más cercana a las posiciones de Rusia -que ya está apoyando al presidente sirio con bombardeos aéreos-, que a la solución de Obama, que pasa por "echar al tirano Assad". Estados Unidos ha dejado claro que "la solución no pasa por el actual presidente sirio". Pero en la bilateral más esperada, la reunión Obama-Putin, frente a la iniciativa del ruso de un frente común contra Daesh -como se hizo contra Hitler-, la respuesta estadounidense ha sido la no respuesta.
Y mientras tanto, la tragedia se expande, tras cinco años de guerra civil en Siria, que comenzó cuando medio mundo celebraba algo denominado Primavera Árabe y cuyo resultado ha sido el nacimiento de ISIS, que, junto con Al Queda, tienen atemorizado a Oriente Medio. Y no solo: golpes de estado y anarquía reinan en todos los países en los que se vivió la revolución, menos en Túnez y en Egipto. En este último, el ejército vuelve a mandar y su expresidente Morsi está en la cárcel.
De aquella primavera árabe llevó a Siria la revolución de Homs, que se extendió hasta Damasco y Alepo. Entre siete y ocho millones de refugiados internos dentro de su país, un millón de sirios en una Libia que está trufada de terroristas, medio millón de refugiados en Turquía, y cerca de un millón y medio de sirios que habrán llegado a la Unión Europea a finales de este año. En Siria ya no se sabe quién es más sátrapa, qué grupos terroristas actúan, y quién es más sanguinario- incluido el actual Gobierno del país-.
En Siria se está ventilando el odio entre sunitas y chiitas, la prevalencia de saudíes o iraníes, la inestabilidad de Libia, el futuro de Palestina y, en el horizonte, la reacción de Israel. Casi nada. Millones de personas que huyen de la muerte, que llevan meses hacinados en centros de refugiados vallados, sin presente, sin futuro, sin esperanza alguna y sin posibilidad de integrarse en ninguna sociedad. Esta es la fotografía a la que se enfrenta el mundo.
"España ha sido uno de los cuarenta países signatarios de la Declaración de la Cumbre de Líderes sobre Operaciones de Mantenimiento de la Paz que convocaba el presidente Obama. Este es el grupo de países más comprometidos con el fortalecimiento de las Misiones de Naciones Unidas. Hemos ofrecido incrementar medios sobre el terreno y capacidades técnicas asociadas", aseguraba Margallo en rueda de prensa.
Entre las propuestas de Margallo en Nueva York está la de que se ponga en marcha un Tribunal Internacional contra el Terrorismo, en donde realmente se puedan juzgar estos delitos, y que no se dependa de los países y tribunales locales.
Durante la semana en Naciones Unidas, el ministro se ha reunido con el secretario general de la Liga Arabe, sus homólogos de Irak, Arabia Saudí, Emiratos Arabes, Egipto, Jordania,
México, Paraguay, Chile, Letonia, Argelia, Libia y con el presidente de la Asamblea General.