"Erdogan no propondría nada si no tuviese la convicción de que lo va a ganar"
Los turcos han hecho historia en estos días, y muchos aunque no tienen claro cómo terminará la movilización ni cuál será el futuro del país, sienten que han ganado una batalla. "Hemos visto que no son intocables, hemos visto que tienen miedo de nuestra fuerza".
En la última semana, desde que el primer ministro Erdogan regresase de su gira por el Magreb, las informaciones se han alternado. A su llegada al aeropuerto de Estambul, el presidente, que había proclamado en varias ocasiones contar con el apoyo de más de la mitad del país, se dio un baño de masas, lo que le afirmó en sus posiciones. Sin embargo algunos creen que "aunque parcialmente es cierto que cuenta con ese apoyo, si se tienen en cuenta los últimos resultados electorales, tales datos no pueden considerarse el resultado del apoyo actual, o al menos esos resultados no quieren decir que el 50% de la población apoye cada movimiento del primer ministro". Son plalabras de una fuente muy implicada en las protestas, que ha decidido no identificarse por seguridad. Desde entonces, unos días leíamos que Recept Tayyip Erdogan estaba dispuesto a dialogar y a la mañana siguiente nos levantábamos con la noticia de una nueva carga policial en el Parque Gezi.
Mientras, la bolsa caía y la lira turca se hundía llegando a un cambio de 2.54 TL (lira turca) por euro ante la preocupación de nacionales y extranjeros (con sueldos en liras) que este verano visitarán sus países de origen.
Las últimas novedades apuntan ahora a un referendo para decidir sobre el parque. Pero no a todos les ha convencido esta propuesta, Ekrem, un diseñador gráfico de 29 años de Esmirna, decía con poca ilusión: "Él [Erdogan] no propondría esto si no tuviese la convicción de que lo va a ganar". Y es que uno de los protagonistas de estas semanas ha sido sin duda la actitud prepotente y autoritaria del presidente del Gobierno turco.
Preguntado por las consecuencias que podrían tener estos sucesos para el futuro del Gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en turco), la fuente comentaba: "No estoy seguro de cuáles pueden ser las consecuencias, pero sí puedo afirmar que estos acontecimientos han afectado a la relación entre el pueblo turco y el Estado. Ya no tenemos miedo". Él, de 35 años, ha creado junto a otro grupo de graduados del prestigioso Instituto Galatasaray de Estambul, un blog (infosdegezi.blogspot.com), en el que un grupo de voluntarios traduce a varios idiomas informaciones de periódicos alternativos turcos. "Decidimos poner en marcha este proyecto al no tener confianza en los medios de comunicación turcos ni sus socios internacionales", comenta. La prensa ha sido muy criticada al obviar lo que estaba ocurriendo en el país. Han dado la vuelta al mundo las imágenes de los pingüinos que mostraba la cadena CNN TURK, mientras en Taksim se producían los enfrentamientos. Para ese militante, la explicación es muy sencilla: "Los dueños de las televisiones y periódicos turcos son empresarios y ningún empresario quiere enfadar al primer ministro, todos ellos tienen intereses en el Gobierno".
Dos temas se han repetido en la prensa internacional. Uno ha sido la comparación de las protestas turcas con la primavera árabe. "Cada país tiene su propia dinámica, incluso hablar de primavera árabe es generalizar, entre las reivindicaciones de Egipto o Túnez había diferencias, lo mismo ocurre con Turquía. Aquí estamos viviendo un movimiento urbano de clase media de aquellos que quieren defender su estilo de vida y sus valores", afirma. El otro asunto ha sido el efecto negativo que podría tener esta situación en el proceso de adhesión de Turquía a la UE. Pero esto último ya no parece ser una cuestión entre la población turca. "Queríamos unirnos por intereses financieros y de movilidad laboral, pero con la crisis que está sufriendo Europa hemos perdido la motivación", añade.
Ahora que las aguas vuelven poco a poco a la calma algunos temen que esto se olvide. Queda tiempo todavía para las próximas elecciones. Otro problema es la falta de alternativa política en el país, lo que algunos achacan a la barrera del número mínimo de votos para entrar en el Parlamento.
En cualquier caso los turcos han hecho historia en estos días, y muchos como él aunque no tienen claro cómo terminará la movilización ni cuál será el futuro del país, sienten que han ganado una batalla. "No sé qué ocurrirá, pero en mi opinión ya hemos ganado. Hemos visto que no son intocables, hemos visto que tienen miedo de nuestra fuerza". "El pueblo unido jamás será vencido", sentencia en español (idioma que no conoce) con una sonrisa.