Pedro y la flor del crisantemo

Pedro y la flor del crisantemo

Pedro era inteligente, guapo, poseedor de una oratoria como pocas veces he visto en este país y con una capacidad única para comunicar y empatizar. Pedro era un seductor político sin igual y una persona tan poderosa, tan fuerte, que uno nunca pudo imaginar que iba a morir tan prematuramente, pese a la gravedad de su cáncer.

EFE

Adiós a Pedro el grande, Pedro el activista, Pedro el homosexual. Pedro el feminista, el canario, el concejal, el diputado... Pedro el luchador. Pedro el sonriente, el guapo, el hombre casado con otro hombre. Adiós a Pedro el socialista.

Pedro nos mira desde el más allá con una sonrisa color arco iris, con una sonrisa llena de comprensión. Él ya no está entre nosotros. Ha deshecho los lazos y se ha marchado para siempre. Aquí ha dejado su recuerdo, sus ideales, peleados con la pasión que él ponía en todo lo que hacía.

Pedro era inteligente, guapo, poseedor de una oratoria como pocas veces he visto en este país y con una capacidad única para comunicar y empatizar. Pedro era un seductor político sin igual y una persona tan poderosa, tan fuerte, que uno nunca pudo imaginar que iba a morir tan prematuramente, pese a la gravedad de su cáncer. Con Pedro uno creía en los milagros y pensaba que algo, una fuerza superior, le iba a salvar, porque nadie merece morir, pero él tampoco, él menos que nadie.

Pedro y su marido, Jesús Santos, formaban una pareja hermosa. Dos hombres guapos y trabajadores que lucharon juntos por los derechos LGTB en este país, cada uno desde su trinchera. Pedro y Jesús formaban una pareja que no se merecía este prematuro final... En nuestro recuerdo quedará la figura de Zerolo como uno de los activistas LGTB más comprometidos y más brillantes que ha habido en España. Y uno de los hombres que más trabajó para que el matrimonio igualitario fuera una realidad.

Descansa en paz Pedro Zerolo, porque te has ganado un merecido descanso, tras de ti dejas un país más libre, más abierto y con más derechos. Has cumplido con creces tu papel. Ahora nos queda tu recuerdo y esas fotos felices de tu boda, de tu activismo o de tus últimos días tan delgado, pero tan sonriente como siempre... Pero sobre todo, nos quedan los retratos de miles de parejas de gays, lesbianas y transexuales que hemos podido también cumplir nuestros sueños, en parte gracias a ti y a tu esfuerzo de luchador incansable por los derechos de todos y de todas, como tú mismo, Pedro, incansablemente, nunca te cansabas de repetir.

Para el recuerdo esa imagen de Pedro y Jesús el día de su boda, guapos, radiantes y felices de poder, por fin, cumplir un sueño por el que tanto habían trabajado. Esa imagen quedará para siempre en nuestra retina. Ese día de su boda, tan especial para él y para todos, Pedro llevaba un crisantemo en la solapa de su chaqueta. El crisantemo en España es una planta que ofrecemos a los fallecidos, pero en Japón es la planta nacional, y para los chinos es símbolo de sabiduría. En otros países, representa honestidad y nobleza, mientras que para los mexicanos es la flor del amor... Ahora, en este momento final, yo te ofrezco también, Pedro, un crisantemo.

Descansa en paz, querido Pedro Zerolo, este crisantemo símbolo de amor, honestidad, nobleza, sabiduría y muerte es para ti...