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La Hora del Planeta y la de un Gobierno comprometido

La Hora del Planeta y la de un Gobierno comprometido

Desde la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno en 2018, la transición ecológica pasó a ser una prioridad para España, convirtiendo a nuestro país en un referente europeo e internacional en este ámbito.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara AagesenEFE

Este sábado 22 de marzo es la Hora del Planeta. Es el momento de visualizar y reivindicar lo que ya es una evidencia objetiva: el cambio climático está causando estragos que tienen y tendrán graves consecuencias para nuestro mundo.

Desde la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno en 2018, la transición ecológica pasó a ser una prioridad para España, convirtiendo a nuestro país en un referente europeo e internacional en este ámbito. Primero, con la vicepresidenta Teresa Ribera, hoy vicepresidenta primera de la Comisión Europea. En la actualidad, con la vicepresidenta Sara Aagesen, que ya ha anunciado que va a proseguir con el importante legado de Ribera.

Mucho hemos avanzado en un largo camino que aún debemos seguir recorriendo y que tiene la transición energética como uno de sus principales retos, con prioridades como la electrificación, la descarbonización y la justicia social o, lo que es lo mismo, una transición ecológica justa. Debemos sentir especial orgullo por la firme apuesta por las renovables, que nos ha permitido llegar al 56% de renovable en el mix eléctrico del año 2024.

Frente a los negacionistas y sus aliados, que sitúan las políticas públicas para la protección del planeta como perjudiciales para la prosperidad económica, el Gobierno de España tiene clara la hoja de ruta que necesita nuestro planeta. Cualquier dicotomía que pretenda separar la transición ecológica y la economía es falsa. La transición energética y la apuesta por las renovables, que son la forma más asequible de producir energía en un país de viento y de sol como lo es España, constituyen también una oportunidad para reindustrializar nuestro país.

Entre 2018 y 2024 hemos crecido un 126% en energía solar y eólica y el autoconsumo ha crecido más del 1.700%, un avance a toda velocidad nunca visto en España, convirtiéndonos en la primera gran economía europea en superar ese 50% de renovable en el mix eléctrico.

En este sentido, y en coincidencia con lo señalado en el informe Draghi respecto a la energía como elemento que lastra la competitividad en la UE, cabe destacar la importancia del hidrógeno renovable, una herramienta esencial para completar la apuesta por las renovables y potenciar nuestra competitividad industrial.

Más allá del reto energético, que tiene como punto de inflexión el acuerdo liderado por el presidente Sánchez y conocido como la excepción ibérica, que ha permitido ahorrar más de 5.100 millones a las familias españolas, la transición ecológica nos plantea muchos otros ámbitos de actuación prioritarios. Ahí está el ejemplo de la gestión de los recursos hídricos, la reducción de las emisiones, el reto demográfico o el aprovechamiento de las múltiples oportunidades que nos ofrece la economía verde.

En todos estos ámbitos, primero Ribera y ahora Aagesen, están consiguiendo avances impensables años atrás. Y todo ello, con una economía que crece cuatro veces más que el resto de economías europeas, generando puestos de trabajo y prosperidad para nuestra gente.

Lamentablemente, en este gran reto nacional e internacional, en España no podemos contar con el principal partido de la oposición. El Partido Popular, antes partido de Estado y ahora partido en manos de la ultraderecha de VOX, no desaprovecha ninguna ocasión para sumarse a las exóticas tesis de sus socios negacionistas, que (des)califican la Agenda 2030 como si la defensa del planeta, la paz, la cooperación y la justicia social no fueran tan relevantes como imprescindibles para el bienestar de nuestras sociedades.

Que los ultras no lo vean así no es algo que sorprenda, viendo las declaraciones y ahora también las políticas que impulsan sus amigos de la Internacional Reaccionaria liderada por Trump. Pero resulta especialmente doloroso que el PP no sea capaz de poner fin a ese activismo anticlimático y alejarse de los peligrosos postulados de VOX en lugar de asumirlos como propios, tal y como acabamos de constatar con el Pacto de la Vergüenza que el futuro ex president de la Generalitat Valenciana ha acordado con la extrema derecha.

España seguirá avanzando en transición ecológica y generando prosperidad por mucho que al PP de Feijóo le pese, y aunque contemos únicamente con sus palos en las ruedas en lugar de con su ayuda.

Arnau Ramírez, portavoz de Cambio Climático del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso y diputado por Barcelona.

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Arnau Ramírez (Sant Feliu de Codines, 1989) es diputado por Barcelona y portavoz de Cambio Climático del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso. Anteriormente fue primer secretari de la Joventut Socialista de Catalunya (JSC). Es graduado en Ciencias Políticas y Gestión Pública por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).