La generación que acabará con la violencia machista nace hoy
Es vital proteger a las mujeres evitando la revictimización y promoviendo itinerarios que garanticen su autonomía económica y personal.
Soy consciente de que no lograremos acabar con el machismo hasta que al menos una generación entera comprenda en su totalidad el hecho de que las mujeres somos personas. Esta afirmación no sólo la formuló Angela Davis. Mucho tiempo antes, en España, la poeta Concha Méndez, una de las intelectuales conocidas como las Sinsombrero, ya formuló la misma idea en una entrevista publicada en 1928: “Pido la igualdad ante la ley, o lo que es lo mismo, pasar de la calidad de cosa a la calidad de persona, es lo menos que se puede pedir”.
Años después, llegó la Guerra Civil y la lucha de aquellas mujeres por la igualdad quedó aparcada, exiliada y silenciada por el franquismo. El feminismo perdió en España 40 años, y la cosificación de las mujeres tiene hoy nuevas expresiones a pesar de tantos avances como desde el PSOE se han impulsado.
Uno de ellos fue el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, propuesta socialista aprobada por todo el arco parlamentario (salvo Unidas Podemos, que se abstuvo) en 2017, formulada cuando estábamos en la oposición. Quiero subrayar esto porque es una de las grandes diferencias con el PP. Cuando el PSOE está en la oposición, logra acuerdos de Estado de largo alcance; cuando el PP está en la oposición todo es poner palos en las ruedas.
En esa norma, la excepción ha tenido lugar en el Senado esta semana. La Cámara Alta, algo más alejada del ruido que el Congreso, se presta a más consensos y el PP ha estado a la altura votando a favor del informe que propone la reedición y el blindaje del Pacto de Estado. No así Vox, cuyos tres senadores fueron los únicos votos en contra de todo el hemiciclo.
La violencia machista es un fenómeno estructural que atenta contra los Derechos Humanos de las mujeres, es decir, contra el hecho incontrovertible de que las mujeres son personas. Lo que el Pleno del Senado ha ratificado es el informe de seguimiento y evaluación sobre este Pacto de Estado, que insta a mantener el acuerdo social y político para combatir la violencia específica contra las mujeres, y garantizar también su dotación presupuestaria.
La Comisión especial de Seguimiento y Evaluación del Pacto de Estado del Senado, en su informe, subraya el riesgo de que acaben imponiéndose los discursos negacionistas de la violencia de género propios de Vox, pero de la mano de un Partido Popular cada vez más escorado hacia la ultraderecha. Está claro que para el PP la lucha contra la violencia machista no es prioridad y en sus presupuestos se ve claramente el riesgo de involución, tanto en Castilla y León como en Madrid. Desde el PSOE estamos muy vigilantes porque vemos cómo la derecha de nuestro país ha comprado el marco de Vox para arañar un puñado de votos ultras dejando a las mujeres a su suerte.
Para nosotros, es vital proteger a las mujeres evitando la revictimización y promoviendo itinerarios que garanticen su autonomía económica y personal. Y sobre todo, educar en igualdad, desde la primera infancia hasta la universidad, promoviendo campañas de sensibilización dirigidas a los hombres, y de formación para que los medios de comunicación comprendan el fenómeno y lo traten adecuadamente.
El Senado, en su informe, también recoge el mandato de prestar más atención a las mujeres que quedan fuera de foco: las racializadas, víctimas de trata, mujeres rurales o con discapacidad, todas ellas atravesadas por opresiones diversas y que reclaman atención y espacio.
Y como todo en política, el compromiso contra la violencia de género se demuestra con presupuestos. El Pacto de Estado se mantendrá vigente mientras siga habiendo asesinatos machistas, y debe contar con financiación estable en todas las comunidades autónomas, las gobierne quien las gobierne.
Sólo así podremos, quizá en una generación que nace hoy, quizá en dos, acabar con la cifra terrible de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas.