El curioso caso de Benjamin Sánchez
A nuestro presidente le ocurre como a Brad Pitt, ha comenzado un llamativo proceso de rejuvenecimiento.
A nuestro presidente le ocurre como a Brad Pitt en la deliciosa película de David Fincher: nació viejo, y por un prodigioso milagro de la naturaleza electoral ha comenzado un llamativo proceso de rejuvenecimiento. No me refiero al físico, no, aspecto éste en el que el PSOE ha aprendido que para gobernar se requiere un candidato más parecido a González y Zapatero que a Almunia y Rubalcaba. Me refiero a las ideas. La primera nalgada que recibió Pedro al nacer desencadenó un llanto lleno de ideas propias de gente viejuna como Guerra o Redondo. Cuando todo el aparato temía hallarse ante un caso de progeria, Sánchez comenzó a rejuvenecer día a día. Las mismas ideas defendidas en el pasado dejaron de parecerle errores de juventud y fueron descartadas como errores de vejez.
"Ah, pero yo era mucho más viejo entonces. Ahora soy más joven", canta Bob Dylan en su inolvidable "My back pages". No es muy probable que se refiriera a que antes estaba a favor de procesar a los que intentaron fallidamente perpetrar el mayor robo a la clase obrera española de su historia, y ahora defiende facilitárselo. Más bien su extraña afirmación indica que la edad cronológica lleva asociada todo un universo de actitudes, motivaciones, relaciones personales... incluso ideas, claro, aunque no hay mayor insulto a una idea que psicologizarla y juzgarla por trivialidades como la edad del autor. Las ideas tienen sus propias reglas del juego; se llaman "dialéctica", no "propaganda".
En ese enigmático estribillo, Dylan se declara transedad. Como Zapatero. Pos vale.
(Largo paréntesis: hablando claro, toda esta milonga de las ideas de los viejos y las de los jóvenes sólo es un intento de tratar al pensamiento político como si fuera zapatillas deportivas o canciones de Bizarrap. Puritita basurita que sólo cuela entre incautos a los que el mercado ha convencido de que los productos han de ser renovados únicamente porque sí. ¡Llegan las nuevas ideas de la temporada 23-24! ¡Nuevos estampados, nuevos complementos! Mira qué bien le sientan a Félix Bolaños, en comparación con el outlet en donde se viste Felipe González. ¡Y un segundo par de ideas por sólo un euro más! No hay ninguna diferencia entre los motivos por los que la Volkswagen hace sus spots publicitarios y aquéllos que mueven a los ministros y ministras de la PSOE a hacer los suyos)
¿Recuerdan el final de "El curioso caso de Benjamin Button"? Brad Pitt se va haciendo más y más joven, hasta que se hace evidente que la infancia es una etapa de mayor invalidez que la vejez. Cate Blanchett, cada vez más anciana, ve cómo el amor de su vida se va convirtiendo en un bebé malhumorado que la regaña. ¿Estamos ante una alegoría de la izquierda española? Nah, no nos flipemos. Si los análisis políticos de Sánchez no arrojaran siempre conclusiones que le benefician personalmente, podríamos ver cierta poética, cierto método en su segunda adolescencia. Pero tal y como están las cosas, nuestro presidente recuerda más al gato con botas de Shrek que a un exmiembro del club de la lucha. Hoy por hoy las alegorías son un lujo que no podemos permitirnos.