Un turista se baña en una playa española de noche y se lleva un susto cuando se da cuenta de que tiene un pulpo enganchado en la espalda. Tras varios intentos de sus amigos para quitárselo, es el propio afectado quien coge el pulpo y lo arranca de su espalda en un ágil movimiento.
"Las personas que iban en el coche no vieron ningún control ni ninguna orden policial de parada", reconoce uno de los mandos. Dos agentes han sido ya detenidos.